Papá y mi hermano me hicieron mujer!

Mi historia comienza cuando apenas estaba en el colegio unos meses antes de que tuviera esa famosa fiesta donde te presentan en sociedad, desde muy temprana edad me crecieron los pechos lo que hacía que todos los de la escuela se murieran por mí. Generalmente saliendo de la escuela no había nadie en casa lo que me permitía invitar amigos a la casa.

Una tarde un chavo de la escuela llevo cervezas y todos bebimos, no recuerdo como llegue a ese momento pero de estar en la sala jugando botella ya estaba en mi cuarto con tres chicos. Recuerdo que los tres se estaban masturbando, uno estaba tocando mi vagina  otro me tocaba las tetas y el tercero estaba frente a mi ofreciéndome su pene, la verdad no eran gran cosa, pero a esa edad si me excito mucho estar frente a esas 3 vergas. Comencé a mamarle su miembro a uno y después los otros le siguieron solo les di un par de lamidas cuando ya se estaban corriendo sobre mí, cuando el ultimo se estaba viniendo volteé y vi a mi papá en la puerta, tenía una cara de que llevaba un tiempo observado, en eso mis amigos se dieron cuenta y salieron corriendo, pensé que papá me castigaría por el resto de mi vida pero solo se marchó y no dijo nada.

Pasaron un par de meses para mi fiesta y no se comentó nada, como si esa escena no hubiese pasado, aunque yo no podía dejar de pensar en mis compañeros viniéndose en mí y papá viéndonos. Fue la gran noche y todo salió a la perfección, tuve a mis chambelanes y también sorprendí a los invitados con el clásico baile sorpresa, hasta mi  mamá me dejo beber con mis amigos.

Al acabar la noche nos fuimos a casa, yo estaba algo ebria y no podía caminar muy bien, mamá me llevo a mi cuarto y me dijo que estaba muy feliz porque esa noche me convertiría en mujer, cerré los ojos por un momento y al abrirlos vi a papá quitándome las zapatillas lo cual era muy normal pero cuando levante la vista vi que estaba completamente desnudo, tenía su pene erecto y estaba enorme nada que ver con el de mis compañeros, me comenzó a quitar la ropa y le pregunte: “papá que haces?”

-La verdad te creí muy chica para esto pero al verte la otra vez con tus amigos supe que estabas lista para ser mujer!

En unos instantes ya estaba completamente desnuda con las piernas abiertas frente a esa verga enorme que goteaba con cada palpitar. Temblaba de miedo y no era porque papá fuera mi primer hombre sino porque creí que mamá se enojaría si se enterara.

Se masturbo un par de veces y sin pensarlo introdujo su verga en mí, grite de dolor aunque fue inútil ya que tenía su mano en mi boca, al principio quería decirle que parara pero mientras más me cogía más me gustaba, el grito “detente” se convirtió en un “dame más”.

-ya tienes la edad para convertirte en mujer y que mejor que tu padre para hacerlo, dijo.

Pasaron varios minutos y me volteo, me puso a gatas y dijo; “ahora bautizare este jugoso coño con la leche de papá” comenzó a darme muy rápido y casi no podía aguantarme las ganas de gritar de placer cuando de pronto volteé hacia la puerta y vi a mi mamá, creí que me golpearía o algo parecido por disfrutar lo que papá me hacía pero fue todo lo contrario, me vio como una madre orgullosa mientras cada vez mi papi me daba más fuerte. Después de unos minutos mi padre me tomo con más fuerza  de las caderas y me dijo; “esta leche te hará mujer”, sentí como mi vagina se llenaba de ese líquido espeso hasta que se derramo llenando mis piernas.

Papá se levantó dejándome a gatas convulsionándome de orgasmo sin poderme levantar, creí que ya todo había terminado pero no, en la puerta mi mamá estaba masturbando a mi hermano y dijo;  “ahora es deber de tu hermano mayor hacerte mujer”

Mi hermano y yo siempre fuimos cercanos pero no creí que él estuviera de acuerdo en esto, sin dejarme cambiar de posición mi hermano se puso tras de mí y con un empujón ya tenía su verga dentro, él tuvo otro ritmo era como una metida por segundo fuerte y constante, me dio por un par de minutos y se corrió en mis nalgas bañándolas de blanco, cuando acabo me dijo que no había querido hacerlo y que mis papás lo obligaron aunque no se arrepentía por lo rica y apretada que estaba.

Al terminar mi papá y mi hermano salieron del cuarto y mama se acercó y dijo; “ya eres toda una mujer y que mejor que con los mejores penes de esta ciudad, este es nuestro regalo para ti y siempre estarán siempre que tu cuerpo los necesites”.