Mentira, la verdad es que cuando fui a visitar, a Rosa mi hermana, que se encuentra en su octavo mes de embarazo, me enteré por una indiscreción de ella, que desde que ella tenía dos meses de embarazo, Julián su esposo, y ella no tenían sexo. Debido a que como su embarazo era de alto riesgo, su obstetra le recomendó que se estuviesen de tener sexo
Relato
Lo bueno de todo eso, es que Julián, y yo habíamos sido novios, antes de que se empatase con mi hermana, y que debido a que yo en esos momentos era un poquito loquita, en una borrachera que agarré, me acosté con uno de sus mejores amigos. Razón por la que terminamos, hace ya cierto tiempo, aunque después de que se casó con mi hermana, yo ocasionalmente los he visitado, como si nada hubiera ocurrido entre nosotros dos.
Pero bueno, estando en su casa de visita, Rosa salió temprano a su cita, con el obstetra. En teoría yo la debía acompañar, pero como estuve fiesteando la noche anterior, me levanté algo tarde. Mientras que Julián por su parte, como es militar, se encontraba realizando unos ejercicios en la OTAN. Cuando él regresó a casa, entró directamente al darse un baño, cosa que yo realmente ignoraba, en honor a la verdad. Por lo que cuando aun vestida con la ropa de la noche anterior, me dirigí al baño para darme una buena ducha me lo encontré, tal y como Dios lo tiró al mundo, digo completamente desnudito.
Julián se me quedó con ese rostro que no expresa emociones, mientras que yo haciéndome la más tonta como de costumbre, con la boca abierta, sin dejar de ver su miembro, le dije que realmente ignoraba que él se estaba dando una ducha, y que yo pensaba darme una baño. Yo se que desde que terminamos, Julián ha querido castigarme por lo que hice, pero en el fondo pienso que lejos de hacerle un mal, le hice un gran favor, ya que a estas horas de estar casada con él, lo más probable es que de seguro que el hijo fuera de otro, y no de él. Por el tiempo que se la pasa haciendo ejercicios militares. Mientras que mi hermana es otra cosa muy diferente a mí.
Pero bueno, cuando Julián, me preguntó que yo hacía en el baño, le repetí que necesitaba darme una buena ducha, cuando él sin más ni más, se colocó tras de mí, y comenzó a quitarme la ropa, sin expresarse, al tiempo que yo no dejaba de hablar, diciéndole lo mucho que me arrepentía por haberlo engañado con aquel tipo. Pero que en medio de todo, él había salido ganando una muy buena esposa, o sea mi hermana, ya que yo le reconocí, que aun seguía siendo la misma loquita de siempre.
Julián seguía sin decir muchas palabras, pero si fui sintiendo sus manos recorriendo todo mi cuerpo a medida que me fue desnudando, luego se dedicó a chupar mis paradas tetas, y mis pezones, arrancándome profundos gemidos, placenteros. Julián siguió quitándome el resto de la ropa, cuando yo viendo su parado miembro, no lo dudé ni por un instante, y sin necesidad de que me dijera nada, me dediqué a mamárselo, al tiempo que agua de la ducha, aun continuaba cayendo.
Por un rato no dejé de chupar, y chupar, como en nuestros buenos tiempos, cuando éramos novios. Pero yo sabía de sobra que él no se conformaría con eso, por lo que cuando hizo que me pusiera de pie, supe de inmediato que su verga entera, se enterraría dentro de mi peludo coño. Yo no dejé de mover mis caderas, una y otra vez, restregando mis nalgas contra su mojado cuerpo, sintiendo como sus fuertes brazos rodeaban todo mi cuerpo. Apretándome, sin dejar de enterrarme su parada verga dentro de mi coño. Aunque Julián no es dado a mostrar sus emociones, por lo menos no en su rostro, el sentir como su verga entraba y salía de mi cuerpo una y otra vez, en diferentes posiciones, supe que aun él a pesar de que yo le fui infiel, y lo engañé con su mejor amigo, aun sentía algo muy profundo por mí, y su manera de mostrármelo era esa.
Les diré que cuando salimos de la ducha, realmente satisfechos, recibimos una llamada del consultorio de obstetra de mi hermana, que la refirieron de emergencia, a la clínica de maternidad, ya que durante el examen comenzó labores de parto. Bueno ahora tengo una linda sobrinita, a la que por su bien, espero que no le pongan mi nombre….
A partir de ese momento ya no pude ver a mi sobrino como tal, sino ya lo veía como un hombre que deseaba cogerme sin control, a cada oportunidad que mi sobrino tenia lo aprovechaba para ver mi cuerpo, esto era cuando me cambiaba, bañaba, entre muchos otros momentos que tenia para verme y lo más lascivo era que yo no hacía nada para evitar que me viera, al contrario cada vez que me bañaba dejaba la puerta abierta para que me viera y así en la ducha con la certeza que me estaba viendo yo hacía movimientos sensuales e incluso con el pretexto de lavarme mi zona intima yo me la tocaba con tanta sensualidad que sin duda sabia que él tenía su pene bien erecto desde donde estaba viéndome.
Relato erótico enviado por putita golosa el 27 de July de 2010 a las 23:14:27 - Relato porno leído 309820 veces
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Comentarios enviados para este relato
katebrown
(18 de October de 2022 a las 22:01) dice:
SEX? GOODGIRLS.CF katebrown
(18 de October de 2022 a las 19:38) dice:
SEX? GOODGIRLS.CF
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