Desde que era bien jovencita, algo que me encanta es visitar la finca de mi abuelo, y no precisamente por compartir con mi abuelo, que en realidad es un viejo cascarrabias.
Relato
Pero en cambio tiene un vecino, que es más o menos de su misma edad, pero que a diferencia de mi abuelo, me encanta encontrarme con él. Ya que en una ocasión, estando sumamente aburrida en casa de mi abuelo, se me ocurrió salir a caminar por el bosque, pero justo cuando iba saliendo, que al condenado abuelo mío se le ocurre que me lleve a pasear a su perro, pero insistiendo en que no le soltara la correa, porque podía salir corriendo tras algún conejo, y perderse.
Por no ponerme a discutir con el viejo, agarré a su perro, y salí con el can rumbo al bosque. Lo cierto es que estando en el medio del bosque, me dieron unas fuertes ganas de orinar, por lo que después de asegurarme que no había nadie por los alrededores, me bajé la braga, subí mi falda, y me agaché a orinar. Mientras orinaba me quedé viendo le nido de unas aves, por lo que me distraje por un corto momento. Y cuando yo estaba de lo más concentrada, observando el nido, que sentí una tremenda lengüetada contra mi desnudo coño. De inmediato me di cuenta de que Labriego, el perro de mi abuelo, me había pasado su áspera y caliente, lengua por todo el centro mi abierta vulva.
Fue tal la impresión, que cuando volvió acercar su morro a mi coño, yo me quedé de lo más quieta, por lo que Labriego continuó lamiéndome divinamente el coño. Y de eso a que yo me pusiera a pensar cómo sería tener sexo con un perro, no pasó mucho rato. Yo si había visto fotos de chicas dejándose follar por sus mascotas, por lo que sin pensarlo mucho, ahí mismo en el medio del bosque, me quité la ropa, y dejé que Labriego no tan solo siguiera lamiendo mi coño, sino que cuando me vio desnuda en cuatro patas, se montó sobre mi tal como si yo fuera una perra. Yo la verdad es que lo disfruté un montón, pero por inexperta, dejé que me introdujera aquel enorme bulto que se le formó tras su verga. Por lo que como dicen, quedamos abotonados.
Yo me estaba comenzando a desesperar, cuando escuché una gruesa voz, que me dijo. Tranquilízate, vas a tener que esperar a que se le desinflame la verga al perro para que te puedas soltar. Al levantar la vista, me encontré con el viejo vecino de mi abuelo, que me veía con una sonrisa en su rostro. Se nos acercó, y sin dejar de hablarme a mí, y a Labriego, nos tranquilizó. Yo estaba súper avergonzada, y casi llorando le pedí que no le fuera a contar nada a mis padres, y mucho menos a mi abuelo. Además le dije repetidas veces, que yo haría lo que él quisiera, pero que por favor no dijera nada. Ronaldo que es como se llama el vecino de mi abuelo, me dijo. Lo primero es lo primero, y eso es que se zafen. Después veremos que debes hacer.
Tras un rato de espera, y de que Ronaldo, le pasara la mano a Labriego por el lomo, nos pudimos soltar. Fue cuando el viejo me dijo, ahora vístete y me acompáñame a mi casa para que te laves como es debido. Yo lo acompañé pensando que después de eso, me exigiría que me acostase con él. Pero no fue así, Ronaldo después de que me lave muy bien, hasta con algo de vinagre que él mismo me dio, me dijo. Ahora te vas para la casa de Lorenzo, y no ha pasado nada. Yo algo confundida, antes de salir de su casa, le pregunte, y que quiere que yo haga para que se mantenga callado. Y sonriendo me dijo, nada que tu no quieras hacer. Yo prefiero que si en algún momento quieres acostarte conmigo, lo hagas por tu propio gusto, y no por obligación.
Sus palabras me dejaron confundida, pensé que el viejo lo que quería era aprovecharse y acostarse conmigo. Pero en su lugar, me dejó ir, sin pedirme nada a cambio. Cuando al mes regrese nuevamente a casa de mi abuelo Lorenzo, lo primero que hice fue salir a pasear su perro, pero en lugar de irme a lo profundo del bosque, me acerqué a la casa de Ronaldo, y apenas lo vi le pedí que me acompañase.
Así que nos fuimos al bosque, y en cierto momento sin decirle nada, me quité toda la ropa, Ronaldo nada más de verme, también se quitó la suya, y acercando su cara a mi coño, me lo comenzó a mamar, divinamente, hasta hacerme disfrutar de un tremendo orgasmo. Luego yo también le mamé su verga, para luego dejar que me penetrase. En mi vida había disfrutado tanto del sexo, como lo disfruté con el viejo Ronaldo, a pesar de su edad, parecía no cansarse nunca. Y cuando yo creía que ya estaba a punto de venirse dentro de mi coño, se detenía por unos pocos segundos para nuevamente comenzar a producirme un intenso placer.
Bueno esa es la razón por la que me encanta aun hoy en día, visitar la finca de mi abuelo….
Una quinceañera caliente, logra lo que tanto ansía: descubrir que el sexo va mas allá de meterse tímidamente un dedito. Su portero le dará una dulce lección.
Relato erótico enviado por euterpe el 11 de October de 2004 a las 10:03:00 - Relato porno leído 196020 veces
Esta historia ocurrió en Arequipa y es totalmente cierta. Mi sobrina era tímida pero terminó gustándole el sexo.
Relato erótico enviado por blackcat el 21 de January de 2005 a las 16:37:46 - Relato porno leído 143641 veces
Si te ha gustado Paseando con el viejo vecino de mi abuelo… ( CON fotos) vótalo y deja tus comentarios ya que esto anima a los escritores a seguir publicando sus obras.
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Narrador
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Comentarios enviados para este relato
katebrown
(18 de October de 2022 a las 22:09) dice:
SEX? GOODGIRLS.CF katebrown
(18 de October de 2022 a las 19:40) dice:
SEX? GOODGIRLS.CF
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