Paseando por el campo… ( CON fotos)

Pero no es de mi abuela de quien les quiero hablar, es de mí. Ya que como les dije, me gusta compartir, mis amigos compartían su comida y vino, conmigo. Mientras que yo compartía mi cuerpo con ellos. Y no es que sea una loca, que se la pasa revolcándose con el primero que ve, pero la verdad es que eso de disfrutar del sexo, es algo que como que lo llevó en la sangre. Con decirles que ni mi propia madre, sabe quién es mi padre, ya que para esos momentos salía con varios novios.

Ella por lo menos tenía esa alternativa, pero de un tiempo a esta fecha, los pocos hombres que hay en el pueblo, o son demasiado viejos, o demasiado niños. Por lo que yo para no aburrirme, últimamente me ha dado por salir bien temprano, a caminar por el campo. Y casualmente en una de esas caminatas, en las que me dirijo a la sierra, me encontré a un campista, esos chicos que les da por salir, para como dicen, estar en contacto con la naturaleza.

Cuando lo vi se encontraba levantando su campamento, apenas tenía puestos unos de esos ajustados slip, sin más nada encima. Por lo que entre las piernas se le marcaba un buen bulto. Como eso de ser vergonzosa, no va conmigo, me le acerqué como si nada, y al verlo actué de la manera más natural posible. Aunque no les negaré, que la mayor parte del tiempo, mis ojos estuvieron clavados en su bulto. Tras darle los buenos días, él se sobresaltó, ya que de seguro no esperaba que nadie fuera aparecer por esos parajes. Yo tras saludarlo me acerque, y de inmediato le pregunté por su nombre, que resultó ser Jordi, casi de inmediato tomé asiento en un grueso tronco caído, y comencé a sacarle conversación, lo gracioso para mí era que al principio Jordi, trataba de ocultar el área de su miembro, con una de sus manos, al tiempo que con la otra, continuaba recogiendo sus pertenencias. Además quizás por la manera en que yo me le quedaba viendo, no me extraño para nada, que aquel bulto comenzara a crecer.

Fue es en ese momento que de manera indiscreta, le dije. Por lo visto tu amigo, quiere salir a tomar algo de aire. Me parece que al principio como que no me entendió, pero cuando le señale su abultado miembro, bajo la escasa tela de aquel slip, a Jordi no le quedó más remedio que ponerse a reír, por mi ocurrencia. En esos momentos como que se dio cuenta de mis intenciones, y acercándoseme y ya sin estar ocultando su miembro, sonriendo me preguntó, si yo podía hacer algo, por ayudar a su amigo. A lo que le respondí de inmediato, claro que sí. Y lo primero es liberarlo de su encierro. Por lo que sin demora alguna me di a la tarea de bajarle el slip, y de golpe salió su erecta verga. Yo me sonreí, y le dije. La verdad es que lo entiendo, es que como hace algo de calor, lo que provoca es andar sin nada de ropa. Y tas decir eso, que me quité la ajustada blusa que llevaba puesta, y como no acostumbro a llevar sostén mis tetas de inmediato quedaron al aire.


Jordi me tomo entre sus brazos, y sin demora comenzó a besarme, y acariciarme con sus manos, casi al mismo tiempo que me bajó los pequeños pantalones cortos que estaba usando, y junto con ellos mi pequeña braga. Por lo que en cosa de segundos, quedé tan desnuda como lo estaba él, en medio de aquel campo. Yo no sé, pero en esos momentos estaba inspirada, deseosa de sentir aquella tremenda verga dentro de mi coño, pero a la vez lo que me provocó fue ponerme a mamársela. Quería sentirla dentro de mi boca, de mi coño, y hasta de mi culo, cosa que no acostumbro hacer, mucho.

Así que, sin que Jordi se lo esperase, me agaché. De inmediato tomé su miembro entre mis dedos, y tras acariciarlo por unos instantes, me dediqué a lamérselo, cual si fuera un helado de barquilla, para luego llevármelo por completo dentro de mi boca, y comenzar a mamárselo con gusto. Si por mí hubiera sido, se lo hubiera seguido mamando, hasta hacerlo venirse, pero definitivamente Jordi, tenía otras intenciones, y tras sacar su verga de mi boca, buscó una manta y la colocó sobre la tierra. Casi de inmediato me recosté sobre ella, y de la misma manera, Jordi se colocó tras de mí, y comencé a sentir como su caliente y erecto miembro, comenzaba a penetrar divinamente mi coño.

Yo estaba entusiasmadísima moviendo mis caderas a más y no poder, sintiendo como una y otra vez, aquella cosa tan sabrosa, entraba y salía de mi vulva, sin parar. Proporcionándome un gran placer, por lo que yo no dejaba de gemir y chillar, pidiéndole que me diera más y más duro. Jordi de momento, me pidió que me pusiera de pie, y apoyándome contra un árbol, volvió a penetrarme de la misma salvaje manera, que lo había estado haciendo minutos antes. Era tanta mi excitación, que en cosa de breves momentos comencé a disfrutar de múltiples orgasmos corridos, uno tras otro, ya que Jordi, parecía no cansarse.

Así seguimos, revolcándonos sobre la manta y la hojarasca, hasta que cuando nos vinimos a dar cuenta, el sol estaba en lo más alto. Durante un rato, le volví a mamar su verga, y gustosamente cuando se vino, me tragué su semen. Después de ese encuentro, Jordi quedó en volver a pasar por el pueblo, y la verdad, es que cuando lo vi en su auto deportivo, a los pocos días no lo podía creer. Ahora gracias a Jordi, me mudé a Barcelona, me ayudó a conseguir un empleo, y hasta un piso donde vivir, y por el que no pago nada, por lo menos en dinero….