pecado en familia 4: la iniciación de la Madre y la sorpresa del Hijo (Con Fotos

Dicho plan radicaba en que mi padre comenzaría a seducir a mi madre con la idea de incesto, a través de videos de la web que contienen sitios porno donde padres follan con sus hijos. Tal como yo, él también tenía esa habilidad de persuasión y convicción, así que yo tenía plena confianza en que lograría rápidamente su cometido llevando a mi madre a concebir fantasías relacionadas con follarse al hijo, o ser follada por éste.

A un día del término de nuestra estadía en la cabaña, fue que entre los 3 decidimos que esa noche tendríamos nuestra orgía familiar. Para ello con mi hermana inventaríamos una salida nocturna y mi padre se quedaría con mi madre en el living de la casa bebiendo champaña, ya que según él nos reportaba, esa bebida espumosa era la que ponía más cachonda a mi mamá. Llegada la noche nos sentamos los cuatro a compartir en el living, comíamos y bebíamos con la excusa de la despedida de las vacaciones, y como no, todos hacíamos lo posible por hacer que nuestra madre beba más que el resto para dejarla lista una vez que hiciéramos la simulación de salida con mi hermana.

Precisamente fue así como después de un buen rato de compartir en familia, anunciamos con mi hermana que nos iríamos a una fiesta en el pueblo y que era posible que nos quedáramos a dormir fuera, así que no era necesario que nos esperaran. Nos despedimos entre todos y con mi hermana salimos, esperamos 5 minutos en el patio y luego nos colamos a la casa por la puerta de la cocina que mi papá nos había dejado intencionalmente abierta.

Mi padre ya había comenzado a besarse con mi madre y a tocarla de forma impúdica, ella entre beso y beso le sugería que subieran al cuarto para follar ahí tranquilos, pero mi padre le decía que quería hacerlo en el living, que aprovecharan nuestra ausencia para dejar “bautizado” cada rincón de la cabaña antes de la partida. Mi madre reía y disfrutaba de las ganas de mi padre por tener sexo fuera del nido matrimonial. Con mi hermana observábamos la escena desde la cocina y también calentábamos motores aprovechando de tocarnos y besarnos casi como si estuviésemos imitando a nuestros padres. Mi madre ya estaba evidentemente muy caliente cuando saca del pantalón la verga de mi padre para comenzar a chupársela, la lamía con devoción, se notaba que el miembro de su hombre era su objeto de deseo y placer. Yo observaba al tiempo que jugueteaba con mi hermana también, estaba tan o más caliente que la primera vez que iba a coger con mi hermana, tenía que reprimir mis ganas de unirme a ellos para culearme a mi propia madre. Ella era una mujer lujuriosa, estaba claro a quien había salido mi hermana en lo resuelta sexualmente. Mientras seguía haciendo sexo oral a mi papá, éste tomaba la copa donde mi mamá bebía el champan y vertía su verga en su interior, dando a beber a la zorra de mi madre su miembro empapado del licor, ésta lo tomaba desde la base y lo lengüeteaba hasta aparentemente estrujarlo para saborear el gusto del champan con sabor a verga jugosa. Por su parte mi hermana también me chupaba la verga de manera exquisita, pero ambos teníamos que reprimir toda expresión de placer, ya que debíamos esperar la señal de nuestro padre para unirnos al cuadro plástico.

Mi madre se notaba totalmente desinhibida chupando verga con champan, pero ahora era el turno de mi padre de poder saborear el licor con sabor a conchita. Yo esperaba anhelante ese instante, pues ya había visto las tetas exquisitas de mi madre alguna vez cuando niño mientras la espiaba, pero nunca había visto su chocha, que de seguro la tenía rosadita y deliciosa al igual que mi hermana. Mi padre toma de la cintura a mi madre y la despoja de su bombacha, en ese instante deja al descubierto una chochita que se veía riquísima, era tal cual me la imaginaba, rosadita, chiquitita y con un leve rastro de pelusa genital. Se me hacía agua la boca por salir a chupar, pero para mi fortuna tenía a disposición la concha de mi hermana que estaba ya expeliendo fluidos al momento que me la llevo a la boca (imaginando que era la de mi mamá).

Mi padre posa a mi madre sobre la alfombra y comienza a comerle la chocha a besos, mi madre gemía y gemía de placer pidiéndole que siga haciéndolo, mi padre se detenía para verter algo de champan en la vagina de ella y luego retomaba el lengüeteo delicioso. Después de bastante sexo oral entre ellos (y entre mi hermana y yo también) mi padre toma un pañuelo que había al alcance en el living y venda los ojos a mi madre, fue ahí cuando con mi hermana nos detuvimos para observar con detalle lo que vendría. Él hace que ella se pose en cuatro y comienza a penetrarla, ella gemía con más énfasis a cada embestida, de pronto cuando mi padre nota que ella estaba en un punto de excitación próximo al orgasmo, ya que ella le decía – “no pares, no pares por favor” – “que me voy a correr” – él le sugiere que imagine que quien la follaba era yo, ósea su hijo. Ella de tan caliente que estaba no tuvo tiempo de auto-censura y efectivamente comenzó a gritar: - “Sí, hijo no pares por favor” – “sigue culeándome así, rico, rico”. Yo sentía que con ese llamado mi verga iba a reventar, fue entonces cuando mi padre nos da la señal para que ingresemos, mientras bombeaba a mi madre con más y más fuerza para que ésta no sospechara que había alguien más en la habitación. Los rodeamos con mi hermana y mi padre comienza a sacar de a poco su verga, al tiempo que mi madre le decía – “no hijo, no la saques, no la saques por favor” – “y mi padre le decía, sí mamá porque has sido muy puta” –

Fue así como por fin llego mi turno e intercambiamos posición con mi papá y yo introduje mi verga en la conchita jugosísima de mi mamá que todavía estaba en pose con los ojos vendados. Mi mamá sin saberlo me seguía incitando en su fantasía a culearla pero creyendo que era la verga de mi padre – “Ay hijo mío, que rico, como me haces gozar, sigue, no pares” – Yo en silencio y en complicidad con mi padre y hermana me la cogía con una calentura animal, la bombeaba de rodillas y ella presionaba hacia atrás para conseguir una penetración profunda.

Por su parte mi hermana toma una osada iniciativa y va hacia la parte delantera, se posa frente a mi madre y de repente ¡paff! Le quita la venda y le planta un beso con lengua a mi madre. Lo más curioso es que mi madre la recepcionó de inmediato, yo mientras la seguía embistiendo quede totalmente sorprendido, lo esperable era que mi madre se espantará y tratará de sacar a mi supuesto padre de atrás de ella, pero no fue así. Sin mirar hacia atrás ellas se siguieron besando y eso a la larga a mí me puso a full, sentía que mi sangre hervía de la calentura, embestí y embestí hasta conseguir que mi madre y yo llegáramos al orgasmo al mismo tiempo. Fue una agitación increíble, yo sentía que convulsionaba mientras llenaba el interior de mi mamá con borbotones y borbotones de leche que fluía y fluía pareciendo que nunca se iba a detener, tal como si fuese una llave abierta. Por su parte mi mamá se retorcía con mi verga dentro gritando de placer y experimentando de seguro una multi orgasmia que solo las mujeres son capaces de reproducir en su naturaleza sexual. Yo acabo, con los ojos cerrados y no pudiendo reprimir más doy un grito de placer, al tiempo que mi hermana vuelca la cara de mi madre hacia mí. Cuando abro los ojos encuentro a mi madre mirándome con una cara de extasiada y con una sonrisa de feliz calentura y satisfacción, mientras mi padre vaciaba su leche en la boca de mi hermana.

En ese preciso momento me percato que mi madre siempre supo que el que estaba atrás de ella cogiéndosela no era mi padre sino yo, ahí entendí por qué ella no rechazó a mi hermana cuando ésta se incorporó y sin pudor se comenzaron besar.

Ellos tres eran quienes tenían todo planeado y yo fui el iluso que pensó que todo esto era obra mía. Mi padre me explica que desde hacía un año mi madre lo compartía con mi hermana, y que todos querían incluirme pero sentían por alguna extraña razón que yo no estaba preparado. Sin embargo, habían escogido ese verano para iniciarme y compartir todos juntos ahora sí el placer en todos sus sentidos de ser una verdadera familia. FIN.