Una madre se deja llevar hacia una experiencia prohibida a traves de un juego entre sueño y realidad.
Relato
Soy casada y vivo con mi esposo y nuestro único hijo ya adulto. En ese tiempo él ya tenía 28 años y aun no le conocía pareja. Hacia un tiempo que estaba preocupada porque a veces sentía que mi hijo me veía con morbo, varias veces lo sorprendí mirando mis piernas o mis pechos, pero pensaba o quería creer que solo eran ideas mías, producto de mi soledad y mi necesidades sexuales no satisfechas.
Pero todo tiene un clímax, un punto máximo, para bien o para mal... y ese clímax llego un día en que mi esposo trabajaba fuera de la ciudad y venia solo los fines de mes... y como su trabajo era muy cansador lo único que hacia era dormir..., yo ya me sentía casi enferma por falta de hombre, la masturbación ya no me satisfacía... vivía muy caliente por la falta de relaciones sexuales y empecé a pensar en como podía encontrar un amante para que quedar tranquila física y emocionalmente... pero me asustaba relacionarme con otro hombre, con un extraño, andaba tan caliente que llegue a pajearme hasta 3 veces en un día!!!
Hasta que en una oportunidad en que mi esposo había estado en casa el fin de semana y habíamos tenido una fuerte discusión por asuntos domésticos, yo me quedé muy enrabiada, dolida... con ganas de vengarme de él... como estaba muy depresiva, en la primera noche después que se fue me quede en camisa de dormir bebiendo un trago en el living a oscuras, porque no quería irme a acostar sabiendo que no podría dormirme con toda esa depresión y rabia dentro de mi..., además hacia mucho calor...
En eso llego mi hijo de la calle, encendió la luz y se puso a conversarme de cosas triviales..., le dije que la luz me molestaba y le pedí que se fuera a acostar, que yo quería estar tranquila un rato, él me noto rara, depresiva, y me preguntó que me pasaba, le dije que había peleado con su padre y que estaba muy abrumada y triste, y que no quería irme a acostar sola como si no tuviera marido..., lo dije sin intención, lo juro!, y el me dijo muy serio que entonces durmiera con él..., así estaría acompañada..., sentí que lo decía realmente en el buen sentido... en esos momentos no sentí nada sexual entre nosotros..., así que le dije que quizás lo haría, que se acostara no mas...
No se cuanto rato estuve así, en la oscuridad, dándole vueltas a mi vida y mis problemas... me había tomado otro trago y me sentía un poco mareada... así que me fui a acostar, pero al pasar frente al dormitorio de mi hijo sin pensarlo abrí suavemente su puerta y entré...
El ya estaba durmiendo.... y me metí despacito a su lado para no despertarlo y me acomode de espaldas a él. Al poco rato, él dormido me abrazó y se acurrucó junto a mi como en cucharitas..., yo me quede muy quieta, estaba mareada pero igual un poco asustada... en eso sentí en mi trasero el bulto blando de su verga... y me comencé a calentar... el despacito empezó a acomodarse como un dormido... yo levantaba mi trasero haciéndome la dormida... me levante la camisola muy lentamente dejando mis nalgas desnudas... el se acomodo mas... mi chuchita ya no daba mas... entonces no sé si por tanto roce o porque el se estaba haciendo el dormido y se movió para que sucediera, su verga se salio del pantaloncillo suelto de su pijama...! lo tenia parado, duro..., la sentí punzante en mis nalgas... quede estática, asustada, entre mi mareo me di cuenta de que la situación se estaba escapando de mi control, no sabia si él estaba realmente dormido o se hacia..., si él me suponía dormida o se daba cuenta de que yo me dejaba hacer concientemente... , todo esto me daba vueltas en mi mente..., pero igual seguía el juego... excitada, húmeda...
La cosa es que me fui acomodando abriendo un poco mis piernas llevando una pierna hacia adelante y subiendo un poco mi trasero..., hasta que su verga quedo entre mis piernas... apenas rozando mi vulva..., sentí su pene parado, duro, caliente, yo podía sentir latidos en mi chuchita..., y también los latidos de su verga.... y comencé a apretarla entre mis piernas, moviéndome hacia atrás muy lentamente... para que quedara en mi entrepiernas y ajustado en el surco de mi chuchita..., sin penetrar!, me di cuenta de que mi respiración estaba acelerada y la contuve para escuchar la de él... y también respiraba acelerado, pero rítmicamente... cortito, como un dormido que tiene un sueño erótico..., me quise convencer de que era así...., en eso el comenzó a moverse muy suave, solo su vientre, atrás y adelante, haciendo como que estaba culiando... yo sentía su verga en mi vulva... estaba mojada, excitada, muy caliente... y también me comencé a mover lentamente...., cuando el se movía hacia adelante yo me movía hacia atrás..., pero todo como en cámara lenta... y de pronto sentí que se movía un poco mas rápido y que derramaba su semen caliente en mi entrepiernas y en mi vulva...., uyyy!!, fue una locura, tuve que aguantarme para no gritar, porque al sentir el derrame de liquido ardiente en mis piernas llegué al orgasmo casi de inmediato...!!!
Me quede muy quieta un buen rato jadeando asustada..., mientras escuchaba su respiración igual..., su verga se fue poniendo mas fláccida... yo sentía como escurría el semen por mis piernas... estuvimos así durante mucho tiempo..., yo no lo podía creer..., sentía miedo, vergüenza..., y también un relajo físico muy rico..., al poco rato me fui moviendo muy lentamente hacia adelante para sacar su verga de entre mis piernas antes de que el semen se secara y quedáramos pegados..., luego me bajé de la cama también lentamente y me fui a acostar a mi dormitorio..., sin lavarme su semen, no quería pensar nada..., además que estaba adormecida por los tragos y el relajo físico... aunque igual antes de dormirme comencé a acariciarme el sexo hasta terminar por masturbarme...
Al otro día en el desayuno no nos dijimos nada, actuamos como si nada hubiera sucedido, aunque creo que en algún momento nos miramos a los ojos y fue como si nos diéramos las gracias... por lo menos así lo sentí yo..., también supe en esos momentos de la mañana siguiente que habíamos tocado fondo, que lo sucedido era lo mas lejos que podíamos llegar en nuestras obsesiones. Sé que él se dio cuenta de lo mismo, pues desde ese día nunca volvimos a hacer nada fuera de lo normal entre madre e hijo. Fue como si hubiéramos dejado de desearnos, como si el fuego se hubiera apagado en el borde mismo del abismo del pecado.
El actualmente él tiene 30 años y esta felizmente casado, y todo eso se terminó al casarse e irse a vivir a otro lado. Cuando nos reunimos en familia lo único que nos delata son las miradas maliciosas que nos damos cada vez que se toca el tema del sexo en broma o en serio. Mi esposo y su esposa jamás imaginarían que entre nosotros exista un secreto sagrado, que con el tiempo ya nos parece solo una fantasía compartida, como cuando dos personas se encuentran en un sueño. Pues ahí el soñador y el soñado se confunden en un solo ser.