O por lo menos eso fue lo primero que pensé, cuando le escuché decirme lo que me dijo. Todo comenzó meses atrás, cuando le reclamé que me hubiera dejado durmiendo la borrachera, en compañía de uno de sus amigos.
Relato
Mi nombre es Ana M…. pero todos los que me conocen me llaman Anita, y no precisamente por ser chiquita, sino más bien por todo lo contrario, ya que mido más de un metro ochenta y tanto. Mientras que mi esposo Juan D…… es de estatura normal, por no decir que es más bajito que yo. No tenemos hijos, ambos somos profesionales en diferentes carreras. Y nuestra vida social es bastante activa.
Bueno, meses atrás al día siguiente de que dimos una gran fiesta en nuestra casa, le reclamaba a mi esposo, que Silverio su mejor amigo se había aprovechado de mí, por no decir que me había violado, estando yo completamente borracha. Sumamente Indignada le reclamé, como era posible ese tipo se hubiera metido en nuestra propia cama y hacerme lo que me hizo. Ya que a pesar de la borrachera que tenía yo en esos momentos, sentí que ese tipo, me desnudó completamente, además no se cansó de toquetearme y besarme por todas partes, sin preocuparse por ser descubierto, hasta que llegó el momento en que separó mis piernas y con toda su calma se aprovechó de mi estado. Penetrándome hasta el cansancio una y otra vez, mientras que yo en el estado en que me encontraba, apenas y tenía fuerzas para darme cuenta de lo que su amigo me estaba haciendo.
Bueno eso fue lo que le dije a mi esposo, la realidad es que si estaba bien borracha, tanto que mi esposo tuvo que llevar a nuestra cama, pero al poco rato, ya estaba por levantarme y regresar a la fiesta cuando Juan mi esposo también trajo a su amigo Silverio, que al igual que yo estaba tan borracho, que se había quedado dormido sobre una de las mesas, en plena fiesta. Y al parecer no encontró otro lugar donde acostarlo, que decidió dejarlo en nuestra cama, justo a mi lado.
Apenas mi esposo cerró la puerta, y se marchó para seguir a tendiendo al resto de los invitados en la fiesta, tanto su amigo como yo nos despertamos, y al ver que los dos estábamos solos en la cama, quizás por lo borracho que nos encontrábamos, tanto Silverio como yo comenzamos a tener un gracioso ataque de risa, y sin perder tiempo comenzamos a besarnos.
De estar besándonos, seguimos acariciándonos, abrazándonos intensamente hasta que a los pocos segundos yo misma me quité toda la ropa, abrí mis piernas, invitando a Silverio que me penetrase. Comenzó primero por dedicarse a toquetear todo mi peludo coño, introduciendo sus dedos dentro de mí, al tiempo que me seguía besando intensamente. Luego extrajo su miembro de pantalón y comenzó a penetrarme divinamente mientras me chupaba mis tetas y yo movía mis caderas de lado a lado. En medio de mi borrachera, tremendamente excitada, no dejaba de pensar que mi marido, nos podía descubrir en cualquier momento. Me imaginaba la cara que Juan pondría, los insultos que nos diría, en fin toda una excitante película pasó en esos momentos por mi borracha cabeza, ya que buena y sana no me hubiera atrevido a hacer nada de eso.
Silverio y yo así estuvimos por un largo rato, hasta que él se vino dentro de mi coño y yo disfruté de un tremendo orgasmo. Después de lo cual, él se retiró, insinuándome que nos volveríamos a ver en otra oportunidad, mientras que yo, apenas él se marchó, de momento fui asaltada por un sin número de remordimientos, los que desaparecieron mientras me lavaba mi coño y me duchaba para luego volverme acostar, sin nada de ropa puesta.
Los remordimientos me volvieron atacar al día siguiente cuando ya estaba buena y sana. Así que sumamente avergonzada, le dije todo eso a mi esposo, pero diciéndole únicamente que su amigo se había aprovechado de mí, de lo que yo hice no le dije nada, aun pensando que no me creería y que me acusaría de serle infiel, para luego abandonarme y pedirme el divorcio. Pero él en lugar de molestarse conmigo o con su amigo Silverio, muy avergonzado me dijo, que todo había sido culpa de él mismo, al pensar que como su amigo y yo estábamos tan borrachos, no le pasó por la mente que fuera a suceder lo que sucedió.
Yo realmente no supe que pensar o decirle, por todo lo que me había pasado, pero en el fondo estaba muy agradecida, por lo considerado que resultó ser mi esposo. De eso ocasionalmente hablábamos, cuando ya estábamos en la cama, lo que a mí me comenzó a parecer algo raro, ya que me pedía que le contase de todo lo que me acordaba.
Como al mes salí con unas amigas, a una despedida de soltera, y tomé demasiado, tanto que al momento de retirarme de la despedida de soltera, en lugar de irme a casa, al salir de la fiesta como a la una de la mañana, detuve al primer taxi que pasó, después de que me senté en el asiento al lado del chofer, en lugar de sentarme atrás, le pedí al taxista que me llevase a un pub. De inmediato, el taxista se puso a buscarme conversación y me preguntó de manera bien indiscreta, Por qué una hermosa mujer como yo iba a ese lugar. En medio de mi borrachera, y alagada por lo que me había dicho, le respondí que iba a para ver si conseguía un macho. Sé que estaba bien borracha, y él al darse cuenta de mi condición, siguió preguntándome y mirándome las piernas, hasta que en cierto momento pícaramente me preguntó, ¿qué pensaba hacer cuando encontrase ese macho?, yo tontamente abriendo mis piernas de par en par y subiéndome la falda lo más que pude, al tiempo que le mostré tranquilamente todas mis piernas y mi coño. Dejar que me lo meta hasta el fondo, tantas veces como pueda.
El taxista en lugar de ir al negocio que le había pedido que me llevase, se metió por un oscuro callejón, se bajó del auto y rápidamente después de abrir un portón, introdujo el taxi dentro de estacionamiento, diciéndome. Ya no tienes que seguir buscando un macho, así que bájate del auto y demuéstrame lo que quieres hacer. En medio de mi borrachera, en lugar de molestarme y pedirle que me llevase a donde yo quería ir, me bajé del taxi, y como pude yo sola, me comencé a quitar toda mi ropa, y a medida que me la iba quitando, la fui poniendo en el asiento trasero del taxi, hasta que me quedé completamente desnuda, frente a los ojos del chofer. Quien realmente no era un adonis, ya que aparte de ser un hombre cincuentón, mucho más bajito que yo, y algo panzón, también es medio calvo. Pero nada de eso me importó realmente, ya que lo que deseaba era conseguir una buena verga que apagase el fuego que sentía dentro de mi coño.
Él se me acercó y tras ponerse a manosear todo mi cuerpo, besarme, y chupetearme por todos lados, por un buen rato, se bajó el pantalón y los interiores, dejando ante mis ojos, su semi erecto miembro. Yo me quedé esperando a ver qué era lo que él íbamos hacer, cuando él extrajo una botella de aguardiente barato, que se encontraba bajo su asiento.
Me ofreció un trago, pero antes de entregarme la botella, para que me diera el trago, agarró su miembro, y sobre el derramó aguardiente, con la que enjuagó su miembro, repetidas veces. Para luego de que me di el trago, insinuarme que me pusiera a mamárselo. De no haber estado tan y tan borracha, seguramente me hubiera negado hacer eso, pero en ese instante me pareció que era algo morbosamente excitante, y que lo debía hacer, por lo que agarrando su mojada verga en aguardiente, me agaché y me dediqué a mamársela, hasta que el mismo taxista me pidió que me detuviese.
Yo sin que él me dijera nada, me recosté en el asiento trasero del taxi, después de que tiré mi propia ropa fuera del auto, abrí mis piernas y le hice señas, esperando que él comenzara a penetrarme. Pero él devolviéndome el favor, agarró la botella de aguardiente, y derramando una buena cantidad dentro de mí peludo coño. Después de que separó mi negra pelambre con sus dedos, colocó su boca sobre mi coño y se dedicó a mamar y a chupar todo lo que me había caído dentro, divinamente, haciéndome disfrutar de un mojado orgasmo. Ya que a medida que chupaba y mordisqueaba toda mi vulva incluyendo mi clítoris, sus dedos exploraron hasta bien adentro de mi coño, provocando que por primera vez en varios años, al momento de alcanzar otro orgasmo, que de mi vulva saliera disparado un fuerte chorro de flujo vaginal, era como si yo hubiera acabado, o como si me hubiera meado en su cara, tras lo cual él volvió a meter su cara entre mis piernas, por un buen rato mientras que de cuando en cuando me volvía a poner aguardiente dentro de todo mi coño. Días después, me enteré por un artículo de prensa, que algunas mujeres empapan sus cotes en ron, huisqui, tequila, vodka o ginebra, para sentir los efectos del alcohol, sin que le quede rastro de olor alguno en su boca.
Después de esa divina mamada de coño, su verga había adquirido un descomunal tamaño. Sentí como poco a poco me la iba enterrando, al tiempo que yo le pedía que me mamase las tetas, y me lo enterrase más duro, cosa que hizo después de bañarlas en ese barato aguardiente.
Por un buen rato sentí la verga del chofer, entrando y saliendo de mi coño una y otra vez, era como si yo estuviera en la gloria, ya que al mismo tiempo, yo movía mis caderas, buscando sentir su verga más y más adentro de mi, hasta que él se vino, dejándome a mí introduciendo mis dedos dentro de mi peludo coño. No fue hasta que él se levantó, que nos sorprendió la voz de un joven adolescente que al parecer nos observaba hacía rato y nos preguntó tontamente, ¿Qué era lo que estábamos haciendo? El chofer que resultó ser su tío, tan solo le respondió, aquí acostándome con esta puta, si quieres probarla no más acércate. Lo mejor de todo fue, que no me sentí ofendida por sus palabras, ya que desde antes de salir de la despedida de soltera, tenía un ardiente fuego entre mis piernas, fue cuando tomé la decisión de que al retirarme de la fiesta, conseguiría una buena manguera para apagarlo.
Apenas el chofer se levantó, me volvió a entregar la botella de aguardiente y con lo que aún le quedaba dentro, me di otro trago, al mismo tiempo que me dirigía a una pluma de agua, a pocos pasos del taxi, en la que dediqué a lavar todo mi coño, ante la curiosa y excitada mirada de ese joven recién llegado.
No tuve ni que preguntarle qué era lo que deseaba, ya que de inmediato que regresé al taxi, me volví a recostar sobre el asiento trasero, él jovencito sin perder el tiempo no tan solo se bajó los pantalones, sino que se los quitó por completo. Dejando ante mis ojos su erecta verga entre una de sus manos, casi tan grande y gruesa como la del taxista. La que dirigió directamente a mi coño, de inmediato comenzó a clavármela, salvajemente sin delicadeza alguna. Lo que disfruté tremendamente, ya que a pesar de lo ebria que me encontraba, podía sentir como todo el miembro de ese chico, entraba y salía una y otra vez dentro de mi coño, mientras que yo movía mis caderas, como si en ello me fuera la vida.
Yo estaba de lo más concentrada en la tremenda cogida que me estaba dando el jovencito, que ni cuenta me di, cuando el taxista abrió la otra puerta trasera de su auto, y colocó su dormido miembro sobre mi boca. Pero al sentir eso sobre mis labios, abrir mis ojos, y al darme cuenta de cuál era el deseo del taxista, abrí mi boca y a medida que el chico continuaba clavándome sabrosamente toda su verga, yo me dediqué a mamar la de su tío, hasta que finalmente el chofer del taxi, se vino por completo dentro de mi boca y garganta, por lo que para no ahogarme me tragué lo que su verga expulso, y lo que no me tragué se quedó regado sobre mi cara y cabellos.
Cuando el chofer y su sobrino, terminaron conmigo, como no encontré mi ropa intima, torpemente me vestí como pude, logrando ponerme únicamente mi vestido, y tras sentarme nuevamente en el asiento trasero del taxi, después de darle la dirección de mi casa, el taxista arrancó, quedándome dormida por buena parte del trayecto. Hasta que él me despertó, al llegar frente a mí casa, cuando ya eran más de las tres de la madrugada, me bajé del taxi, el cual inmediatamente arrancó dejándome sola. A medida que caminaba, el vestido se me fue cayendo. Así que al abrir la puerta de mi casa, el vestido lo tenía ya a la altura de mis rodillas.
Pero para mí la sorpresa fue, encontrarme a Juan mi esposo observándome de pies a cabeza. Lo único que se ocurrió al verlo, fue ponerme a llorar de inmediato, mientras continué caminado hacía él, tratando de subirme el vestido, diciéndole. Me han secuestrado y violado dos hombres, al salir de la despedida de soltera de mí amiga. Mi esposo se me quedó viendo asombrado y algo asustado, de inmediato me tomó entre sus brazos, muy preocupado y preguntándome una y otra vez que me había pasado, me condujo a nuestra habitación donde me ayudó a desvestirme, para luego prepararme un baño de agua caliente.
Al verme frente al espejo del baño, a pesar de mi borrachera, me di cuenta de que tanto en mi rostro, en todo mi cabello y entre en mis piernas, había una gran cantidad de lamparones secos de semen, además todo mi cabello estaba desordenado y manchado por lamparones de leche, sobre mi piel sin mucho esfuerzo se podían ver una infinidad de chupones que me había dejado el taxista por todo mi cuello, tetas, vientre y hasta entre mis muslos y piernas.
Después de que me di un reconfortante y placentero baño de tina en agua caliente, y que lave a conciencia todo mi coño, mi marido evidentemente muy preocupado me preguntó que me había pasado. Yo procurando hacerme la víctima, sin dejar de llorar, comencé a contarle lo que se me fue ocurriendo en esos instantes.
Diciéndole que al salir de la despedida de soltera de mi amiga, vi que nuestro auto se acercaba, o por lo menos eso me había parecido a mí, ya que era del mismo año y color que el auto nuestro, por lo que pensé que él me había ido a buscar.
A todas estas mi esposo no decía nada, solamente me escuchaba sin interrumpirme, por lo que continué diciéndole lo primero que se me venía a mi cabeza, y le dije que al entrar al auto, y darme cuenta de que no era él quien manejaba, traté de bajarme, pero en el asiento trasero, había otro tipo que impidió que me bajara, y mientras me sujetaba con uno de sus brazos, por el cuello, con su otra mano me colocó una navaja en mi cara diciéndome, que me quedase quieta o me desfiguraba.
El auto arrancó, mientras que yo les pedía a los dos llorando, que no me fueran hacer nada. Al tiempo que seguía inventando ese cuento, rogaba porque mi marido me creyese, diciéndome a mí misma, que si mi esposo me creía todo ese cuento, más nunca volvería a serle infiel. Después le dije que después de que el auto rodó por un buen rato, se detuvo dentro de un viejo edificio abandonado. Donde me obligaron a que me bajase, tras lo cual, a pesar del esfuerzo y de la oposición que hice me obligaron a beber, y al poco rato me desnudaron, al punto que hasta llegaron a romper toda mi ropa íntima.
Para luego tirarme sobre un montón de basura y papeles viejos, donde entre los dos me agarraron por mis piernas y manos para luego dedicarse a violarme, y obligarme hasta que les chupases sus miembros, diciéndome en todo momento que si nos les hacía caso me dejarían mi cara y todo mi cuerpo como un crucigrama.
Fue cuando llegué a ese punto que mi esposo comenzó a preguntarme que había sentido, y como ellos me lo habían hecho. Hasta que finalmente me dijo que mejor me acostase, y que al día siguiente evaluaríamos si poníamos la denuncia en la policía, cosa en la que yo no había pensado.
Cuando me desperté al siguiente día, mi marido me dijo, que lo había consultado con un abogado amigo de él, y que le recomendó que lo mejor fuera, que yo no pusiera denuncia alguna. Para evitarme pasar una y otra vez, la vergüenza de tener que ir a declarar a un tribunal, y contar un sin número de veces todo lo sucedido, ante un grupo de desconocidos, que me harían sentir, que no creerían nada de lo que les estaba contando.
Yo estuve cien por ciento de acuerdo con mi esposo, y encantada de que mi esposo me hubiera creído, me volvía a decir a mi misma que no volvería a serle infiel. Pero a los pocos días me volvió a pedir que le contase todo lo sucedido, y eso fue una y otra vez, y cada vez que lo hacía, no sé cómo, ni por qué, terminábamos teniendo un salvaje sexo ya fuera en nuestra cama, en ocasiones en el mismo medio de la sala, en la cocina y hasta en el patio trasero de la casa.
Yo realmente no veía nada malo en lo que sucedía, hasta que cierta noche, mientras los dos bebíamos, de repente mi esposo me hizo una rara propuesta. Propuesta que me hizo pensar que se estaba volviendo loco, ya que me dijo, que si no deseaba salir a fiestear sola. Con algún otro hombre que no fuera él. Yo me quedé de una sola pieza al escucharlo decirme eso, y de la manera en que me lo dijo. Luego remato diciéndome, ya es tiempo que tengas otra aventura. Ciertamente en los últimos días, había vuelto a sentir ese sabroso calentón dentro de mi coño, pero me había controlado, por miedo a realizar otra barbaridad como las que ya había cometido.
Yo no sabía que decirle, si hacerme la indignada, ponerme a llorar, o simplemente decirle que sí. Fue cuando me dijo. Te acuerdas de la fiesta que dimos donde después de que te emborrachaste, mi amigo según tú te violó, y que tú no opusiste resistencia por lo borracha que estabas. Tímidamente le respondí que si me acordaba, y de inmediato continuó diciéndome. Yo me encontraba en el pasillo, y apenas cerré la puerta, escuché como Silverio y tú se reían, y cuando comenzaron a besarse y tú te comenzaste a quitar la ropa, yo los observaba desde la puerta, sin que ninguno de los dos me pusiera atención. Y la noche de la despedida de soltera a la que asististe, en la que supuestamente dos hombres te secuestraron y después violaron. Te seguí, y apenas te montaste en el asiento delantero de ese taxi y no se dirigió a casa, supe que era lo que estabas buscando, lo que no me esperaba era que lo hubieras conseguido tan pronto.
En ese instante mientras que yo estaba a punto de ponerme a llorar, me servía otro trago me dijo, aun es temprano, así que si quieres te das una ducha te arreglas, y sales a pasear sola, pero eso sí, después me cuentas todo lo que pase. Yo la verdad es que me sentí descubierta en todas mis mentiras, pero al mismo tiempo, muy aliviada, por la manera en que mi marido había actuado. Así que después de darle las gracias, y un tremendo beso, me vestí de la manera más provocativa que pude y salí.
Al día siguiente cuando regresé a casa a eso de las diez de la mañana, mi esposo me esperaba con un caliente baño de tina, y tras dejarme descansar casi hasta las seis de la tarde, al despertarme y después de comer algo, Juan me sirvió un fuerte trago, como él mismo me dijo, para que se me soltase la lengua, y comencé a contarle como disfruté de mi primera orgía, en la que yo fui la única mujer presente acompañada de cinco jóvenes universitarios, los que me hicieron disfrutar de cosas que yo ignoraba y hasta me dieron por el culo, en infinidad de veces, entre otras las muchas otras cosas que hicieron, y que hice.
Hoy en día mi esposo y yo mantenemos una excelente relación matrimonial, e intima, lo único que me pide a cambio es que sea sincero con él.
Hola saludos mi nombre es joselyn,
Tengo 43 anos ,
vivo en el DF,Mi marido es pablo tiene 52
anos ,Tenemos un hijo de 18 anos ,
Relato erótico enviado por Andytorres el 08 de December de 2015 a las 21:47:15 - Relato porno leído 145821 veces
Si te ha gustado Pensé que mi marido se había vuelto loco… vótalo y deja tus comentarios ya que esto anima a los escritores a seguir publicando sus obras.
Por eso dedica 30 segundos a valorar Pensé que mi marido se había vuelto loco….
narrador
te lo agradecerá.
Comentarios enviados para este relato
zorro71
(30 de November de 2010 a las 10:29) dice:
me gusto tu relato y muy comprensible tu esposome e hecho un monton de pajas leendo tu relato llanero212
(30 de November de 2010 a las 07:23) dice:
excelente relato, te felicito..... vjsuniaga
(30 de June de 2011 a las 23:54) dice:
muy bueno bird
(3 de December de 2010 a las 18:36) dice:
excelente relato KAROLTRAVESTI
(28 de November de 2010 a las 20:30) dice:
QUE DELICIA, LA EXITACION DE CADA SER ES SUMAMENTE DISTINTA, MAS UNA AL BUSCAR PERSONAS SE ENCUENTRA QUE HAY MAS CON SEMEJANTES DESEOS U ABERRACIONES, ES DIFICIL ASEPTAR Y QUE LO ACEPTEN, GRACIAS POR CONTAR TUS EXPERIENCIAS, DEJO MI CORREO POR SI TE APETECE MANDAR ALGUNO MAS EN PARTICULAR, SOY TRAVESTI DEL D.F., BESOS ATI Y A TU ENCANTADOR ESPOSO, FELIZ DIA HOY Y MUCHO MAS MAÑANA. ATTE. KAROL. jorge vargas
(28 de December de 2010 a las 05:16) dice:
VALE LA PENA MIRARLE DESDE EL ANGULO DE LA MOTIVACION DE ELLA QUE TODO SURGE A PARTIR DE LA DESINHIBICION DE ELLA CUANDO TIENE INGESTA DE LICOR SOLO ASÍ SE MANIFIESTA SU CALENTURA EROTICA CONTAGIOSA A SU PAREJA O CONVIVIENTEALGUNA ACLARACION POSTERIOR ME GUSTARIA RECIBIRLA jorvarcor1111@hotmail.com RIKK@
(19 de November de 2010 a las 06:55) dice:
hola me encanto tu relato muy bueno tenemos mucho en comun te dejo mi correo podriamos comenar algo mas aviri9@live.com jelipz
(19 de November de 2010 a las 03:49) dice:
muy exitante tu relato, pero deja tu msn katebrown
(18 de October de 2022 a las 20:38) dice:
SEX? GOODGIRLS.CF carmelo
(12 de September de 2011 a las 18:17) dice:
Me encanto tu relato te felicito y tambien a tu marido por haber sabido abrir la puerta de tu realidad y compartir ambos esas cosas que a muchos nos gustan .Yo tambien vivi esas expriencias con mi mujer y solo puedo decirte que lo disfruten y seguiran siendo felices cada dia mas asi nos ha ocurrido a nosotros ademas mi mujer es insaciable se vuelve loca culiando somos muy felices somos nosotrosmisos .Que bueno que ustedes tambien se conoceny como pueden ver eso es muy importante en la pareja eaco
(11 de April de 2011 a las 20:12) dice:
La tengo bien dura nada mas de pensar en esa pucha peluda que tiene que rico felicidades Ricardo1902
(10 de February de 2011 a las 15:43) dice:
Buem relato amable
(1 de July de 2011 a las 00:39) dice:
exitante tgu relato asi me gustaria que fuera mi esposa como tu toda una perra manuelmayjimenes@yahoo.es
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