Perdí mi virginidad en mi colegio de música

¡Hola! Me llamo Ana Laura y esta es la historia de cómo hace una semana fui desflorada de una manera maravillosa y con el chico de mis sueños. Tengo 17 años y soy mexicana, piel blanca, pelo negro largo y muy bien cuidado, ojos negros y mejillas coloraditas por naturaleza. Sin presumir les diré que soy hermosa pues me la han dicho y poseo una sonrisa muy tierna y coqueta con la que me gusta enamorar a los chicos. Me cuido perfectamente y gracias a ello gozo de un cuerpo perfecto con una cintura envidiable, por mi corta edad aun no se me notan mucho mis senos, más eso no importa pues presumo de unas nalguitas muy sensuales al igual que mis piernas perfectamente torneadas e igual sensuales. Gracias a la vida que mi familia está en una buena posición económica y por ello me conceden muchos caprichos, pero sin duda lo que más me apasiona en la vida es la música pues desde niña he soñando con cantar, a causa de esto durante algunos días estuve utilizando mis encantos de hija buena para que mis papis me concedieran estudiar música hasta que logre convencerlos y me metieron en un colegio de música muy prestigiado del estado de Tlaxcala, México que es donde vivo. Y por último les comentare que soy una chica muy divertida, alegre, sociable y muy coqueta pues en mi vida ya había tenido otros novios, más gracias a la educación de mis padres no me había entregado con ellos por lo que era yo virgen hasta hace una semana que por fin encontré al amor de mi vida con quien sin duda no dude en entregarle lo más preciado de una mujer como yo, mi virginidad.
Mi príncipe azul se llama Reynaldo, él tiene 18, es blanco, ojos color cafés claros, pelo negro con rayitos de rubio que lo hacen ver muy guapo, también tiene una linda sonrisa muy varonil y unos dientes muy bien cuidados, se afeita por lo que no tiene barba. Su cuerpo es delgado y muy fuerte a pesar de que no realiza mucho ejercicio, por su edad aun no tiene músculos. Algo que lo caracteriza es su muy buena educación pues pertenece a buena familia igual, es muy amable, tierno e incluso inocente en comparación con otros chicos de su edad que conozco. Él es estudiante de piano en este colegio, lleva tres años estudiando y gracias a ello es ya muy profesional con el piano, les diré que se sabe de memoria ya más de treinta piezas entre de música clásica e instrumental romántica. Cada que ejecuta sus temas lo hace con tanta pasión y amor pues sin duda ama la música en el fondo de su corazón al igual que yo. Siempre es muy caballero, tanto que no parece que vive en nuestra época pues su actitud es de caballeros de los años antiguos que acostumbraban regalar rosas o abrirle la puerta a la dama, eso hace él y hasta más caballerosidad tiene. Esto en conjunto con su belleza de hombre me hicieron enamorarme de él como loca y como soy linda y dulce no me costó enamorarlo igual para ser su novia.
Bien como les decía insistí a mis padres hasta que me concedieron estudiar música a parte de mi preparatoria normal. Mi primer día de clases de canto y solfeo fue maravilloso pero todavía no conocía a Reynaldo. En ese colegio imparten diversos talleres de música entre ellos este piano, guitarra, canto y solfeo, flauta dulce, saxofón, violín entre otras clases de música. La colegiatura está un poco cara por lo que como ya dije únicamente estamos alumnos y alumnas de familias con dinero. En fin a mi amado lo conocí dos días después de iniciar mis clases, desde el momento que lo vi quede enamorada de él y más al ver la perfección con que tocaba el piano, sin que lo notara todos los días inventaba ir al baño únicamente para irlo a ver a través de la ventana de su salón, también comencé averiguar sobre él y la alegría me desbordo al saber que no tenia novia, el colegio dispone de muchos salones pero los nuestros están en el segundo piso, únicamente nos separan las paredes pues el salón de piano y canto están juntos. Yo inventando excusas que también estaba interesada en piano me fui acercando a él como su amiga, pero él de inmediato noto que lo miraba con tanta ternura que no era de amigos, así continuamos nuestra amistad por semanas pero cada que lo conocía más mi amor por él era más intenso y él igual se iba enamorando de mí. Recuerdo con mucho amor el primer beso que nos dimos al volvernos novios, fue tan lindo con migo y como tiene dinero me regalo una gargantilla preciosa que nunca dejare de usar aun si no me casara con él en el futuro, siempre lo llevare en mi corazón. A partir de ahí comenzamos una relación llena de amor, ternura e inocencia pues como ya les dije uno de los atributos de Reynaldo es la caballerosidad, éramos discretos pues no queríamos que nadie se enterara de nuestro amor hasta el momento apropiado, no sabía que me pasaba pero mi amor por él era tan grande que de inmediato comencé a pensar en entregarle mi virginidad. Yo me moría de ganas de hacer el amor con él y para ello lo seducía con todos mis atributos de mujer pero no conseguía más que unos manoseos pues él decía que nuestra religión (católica) y por la familia a la que pertenecíamos deberíamos esperar a casarnos formalmente y eso sería en años sin duda, más yo seguí con mis seducciones para lograr tener sexo por primero vez en mi vida.
Sus besos llenos de pasión y amor eran tan lindos como jamás me había besado un hombre en toda mi vida, con eso supe que me amaba con todo su corazón tanto o más que el amor que tenia hacia la música, yo observaba maravillada como ejecutaba con perfección obras difíciles de Mozart o Beethoven, sin duda era un alumno estrella en el piano por lo que su profesor lo ponía en los conciertos del colegio, en unos de ellos fue donde paso, justo hace una semana cuando ya llevábamos un mes de novios sin pasar a más con mi coquetería logre seducirlo lo suficiente. No sabía que me pasaba pero esa noche de concierto estaba decidida a entregarle mi virginidad a él.

Como decía justo hace una semana el director del colegio invito a alumnos de otro colegio de artes y pintura a una exposición que se llevo a cabo en la sala de exposiciones del colegio y mi Reynaldo realizo un pequeño concierto musical para amenizar dicho evento. Esa noche como hacía calor únicamente me puse un ligero vestido color azul con puntos blancos, el vestido era de falda larga y portaba un moño igual azul que amarraba mi cintura. Porte unas hermosas zapatillas de tacón alto, unos aretes preciosos y la misma gargantilla que él me regalo, todo esto y también una adecuada fragancia ocasionaron que mi belleza sacara el mejor partido entre otras chicas que habían ahí. Reynaldo vistió un elegante traje color beige y una estupenda corbata que hacia juego con el traje. El interpreto varias sonatas de Beethoven con la que quedaron maravillados, en todo el evento se lucio con sus magnificas interpretaciones de piezas clásicas entre las que resaltaron la sonata no. 14 Claro de luna de Beethoven y la Sonata no. 11 Marcha turca de Mozart. Como les dije sin duda alguna es muy talentoso y siempre le pone sentimiento a sus temas. Pero sin duda lo más romántico fue cuando inicio a interpretar música instrumental, cuando toco el tema El guardaespaldas que es sountrack de la película del mismo nombre él mientras iba tocando iba mirándome con mucha ternura como si me dedicara la pieza exclusivamente para mí, con este gran detalle yo estaba aun más enamorada de él y completamente decidida a entregarme a él esa misma noche, pero no sabía ni como pues todo el colegio estaba lleno de gente a excepción de él salón de flauta que estaba hasta el fondo de la escuela donde nadie había, sin embargo tuvimos que esperar todo el evento que tardo más de dos horas hasta que por fin mi príncipe quedo libre, claro antes tuvo que recibir las felicitaciones pero en cuando termino ambos no esperamos ni un segundo más.

Cuidando que nadie nos viera nos fuimos retirando del público de manera separada pero con igual destino que eran los salones de el fondo del colegio, subimos las escaleras a prisa cuidando que nadie nos siguiera. Sabíamos que contábamos con poco tiempo así que nos apresuramos al entrar y asegurar la puerta antes que nada, además de por seguridad cerrar las cortinas igual. Reynaldo subió la falda de mi vestido y me bajo a prisa mis bragas, ambos nos comíamos a besos desesperadamente, nuestra respiración era agitada de nervios, yo tuve un poco de miedo de dolerme pero la excitación fue mayor. Igual con prisa baje el cierre de su pantalón liberando únicamente por ahí su pene precioso, al sentirlo entre mis manos mi calentura creció aun más, ¡hazme el amor! Le dije con todo mi amor. Me tomo en sus brazos y cruzo mis piernas a la altura de su cintura, yo bien que sentí como su pene estaba justo en la entrada de mi vaginita aun virgen, él como todo un caballero me pregunto si estaba segura y yo sin dudarlo le dije que si con otro beso aun más apasionado.

Con delicadeza inicio a metérmela, yo quería gritar de dolor pues sentía que m vagina se partía en dos, pero aun así no le detuve y cada centímetro que me la metía me dolía más, hasta que clarito sentí como se rasgo mi himen y me la metió completamente. A partir de ahí comenzó el mete y saca con delicadeza, sin lugar a duda me estaba ya haciendo el amor y yo me sentía en las nubes de tanto placer, fue el mejor sexo de mi vida.