Aquella experiencia horrible jamás lo olvidaré, por culpa de una maldita deuda de mi padre tuve que ser abusada, humillada y desflorada por unos malnacidos para evitar que le pasara algo malo a mi padre.
Relato
Aquella experiencia horrible jamás lo olvidaré, por culpa de una maldita deuda de mi padre tuve que ser abusada, humillada y desflorada por unos malnacidos para evitar que le pasara algo malo a mi padre. Esa fue una de mis peores noches, sucedió hace ya cinco años pero lo recuerdo cada día, yo soñaba con perder mi virginidad hasta casarme con el hombre de mi vida pero eso no pudo ser.
Tenía dieciocho años recién cumplidos en esos días, no es por hacerme la muy santita pero yo siempre había sido una niña bien. No me gustaba tomar, ni mucho menos el desorden, sólo había tenido un ex novio y nunca le permití ni tocarme, pero para lo que sirvió, vaya que si hubiera sabido mi maldita suerte mejor hubiera entregado las nalgas con algunos chicos que me gustaban y no con esos desgraciados pero ¡ya que! En fin, sólo vivía con mi padre pues mi madre había fallecido hace algunos años de cáncer, mi padre era un total fracaso; tomaba mucho y era jugador compulsivo. Constantemente se endeudaba jugando cartas con mucha gente, esto no era nuevo había sido de muchos años pero tuvo jugar y endeudarse con el menos indicado.
Ese desgraciado señor era un maldito delincuente que andaba con el crimen organizado aquí en Michoacán, ni siquiera mencionaré su nombre por mi seguridad personal. La primera vez que vi a ese maldito fue una tarde al regresar de la escuela, al llegar a casa vi que varios hombres armados estaban afuera de mi casa, yo quería huir de ahí pero al preocuparme por mi padre tuve que entrar. Vi como tenían sujetado a mi padre entre varios y ese maldito le estaba exigiendo que pagara lo que le debía, rápidamente se percataron de mí, yo estaba bien asustada, me pare a un lado tratando de actuar con naturalidad tomando un vaso de agua, note como ese maldito mientras hablaba con mi padre me veía de re ojo contemplándome con mi uniforme de escuela, podía presentir su maldita mirada morbosa. Mi padre los calmo por ese momento, sólo se dejaron llevado la computadora y otros muebles de la casa.
Mi padre no menciono ni una palabra tan pronto se fueron pero era obvio su preocupación, nunca supe la cantidad que debía pero era evidente que fue mucho. Por mi parte no hice mucho caso, sabía que no era la primera vez y que mi padre siempre encontraba la manera de pagar, pensaba que lo peor que podía pasar es que entregara las escrituras de la casa y nos mudáramos a un lugar rentado pero no me imaginaba que yo iba a ser el “chivo expiatorio”.
Días después mientras caminaba por las calles del barrio con una amiga, notamos que una camioneta nos seguía, cuando llegamos a un lugar sin gente esos tipos nos pararon y me ordenaron que subiera, a mi amiga la dejaron ir por suerte. Ahí iba ese maldito con sus hombres, se presento como un caballero, hasta me beso la mano el cerdo. Fue en ese instante cuando me dijo lo que deseaba.
El maldito sabía que era virgen, me dijo que podía saber cuándo una perra no la han chingado aun y que yo podía salvar a mi padre de su desgracia si accedía a acostarme con él. Me daba asco y me aterrorizaba la idea de que él fuera el primer hombre en hacerme mujer pero no tenia salida, aunque mi padre era un fracaso pero era mi padre a fin de cuentas. Con rabia y asco dije que si, fue entonces que me dio la dirección donde tenía que ir esa misma noche. Ya me había hecho a la idea de que él iba a ser quien me iba a poseer pero aun no pensaba la realidad, lo que realmente me iba a pasar. Ni regrese a casa, toda la tarde me la pase llorando con mi mejor amiga diciéndole lo que me iba a pasar, ella me aconsejaba que le dijera a las autoridades pero de sólo imaginar que la vida de mi padre estaba en juego no podía hacerlo. Ahí en casa de mi amiga me prepare, ella me prestó un hermoso vestido rosa y un saco negro, me puse zapatillas que hacían juego con el vestido, no es por nada pero a pesar de todo me veía bien bonita, me deje visto en el espejo por última vez conservando mi virginidad y me fui al lugar. Mi amiga me acompaño sólo hasta unos metros cerca de la casa donde era, al parecer tenían una party privada, habían varios autos y se escuchaba música hasta la calle, al llegar unos tipos me revisaron totalmente y me dejaron pasar.
Tan luego ese maldito me vio me mando a traer con sus hombres, había mucho alcohol del caro, cigarros y hasta drogas. Note que no era la única chica, había varias semi desnudas dejándose tocar por todos los hombres presentes, eran unos quince o veinte malditos, todos con aspecto de asesinos y drogadictos. En esos momentos comenzaba a presentir mi suerte, el me presento con cada uno de ellos. Pero primera dejo que hiciera confianza, me sirvió una copa de whisky. No deseaba tomar pero tenía que hacerlo para que me calmara al menos, termine mi copa y me sirvieron algunas otras. No conté cuantas me había tomado pero ya estaba algo pasada, quizá por mi falta de costumbre de tomar. El tiempo pasaba sin que algo mas sucediera, creo estaba empezando a confiarme demasiado pronto.
Sin embargo no tardo mucho en que ese maldito se me acerco, inicio a besarme y a meter sus manos entre mis piernas, sabía que el momento había llegado. Luego se aparto de mí y me ordeno que me quitara el saco y el vestido. Sin duda por las copas ya estaba más alivianada, podía decir que casi ya no me importaba. Aunque no tenía experiencia me di ideas, sensualmente inicia a subirme la falda del vestido enseñándoles mis muslos, estaba haciendo un perfecto striptease ante todos al ritmo de la música que había, luego casi sin pensarlo me baje mis pantis dejándolos caer hasta mis pies, luego me desabroche el vestido y lo deje caer totalmente. Quedando perfectamente desnuda ante todos, yo seguía bailando. En esos momentos todos varios se me acercaron y comenzaron a darme de nalgadas, me tocaban mi culo, mis senos, mi vagina a su antojo. Mientras esos me seguían manoseando yo veía como las demás mujeres presentes igual se estaban quitando la poca ropa que tenían e igualmente se dejaban tocar por todos.
Debo admitir que los toques de esos hombres ya habían despertado en mi; sensaciones que nunca había experimentado, sentía mis senos duros y un raro cosquilleo en mi vagina ya bien humada. Uno de ellos vacio una botellas de whisky completa y todos se bebían el licor de mis senos, de mi culo, de todo mi cuerpo, otro más ya estaba bajo mis piernas chupándome mi intimidad. Me sentía un tanto culpable pero sin querer empezaba a disfrutarlo, ya iniciaba a dar leves gemidos de placer. No tardo mucho en que claramente escuche la voz de ese maldito que le dijo a otro ¡Ven, rómpete a esta puta cabron, te la regalo es tuya! Aunque tomada no pude evitar sentir miedo inmenso pero ya no había vuelta atrás, ese maldito me tomo por detrás, sentí claramente su miembro en mis nalgas, con prisa buscaba la entrada de mi vagina, sentí ese miembro que me iba desflorar en mi entradita aun virgen, iniciaba a empujar, poco a poco que mis labios vaginales se abrían yo sentía un fuerte dolor, sentía que partían mi intimidad, apretaba mis dientes para no gritar pero ese desgraciado como bestia me dio un golpe y me la metió totalmente, di un fuerte grito y lloraron mis ojos, sentía su pene como un fierro caliente dentro de mí y me ardía, baje la mirada en esos momentos y pude ver como un leve hilo de sangre bajaba por mis muslos, ya no era virgen más.
Como fiera salvaje me estaba follando a más no poder, metía y sacaba su pene a toda velocidad. Mientras que los demás seguían tocándome por todas partes, incluso otra chica me estaba tocando, ella misma me dio a tomar una pastilla de éxtasis, a los pocos segundos casi no tenía conciencia y veía bien borroso pero si notaba todo lo que pasaba. Ese maldito que me desfloro dejo de poseerme, pero casi al mismo tiempo otro más llego y me penetro de nuevo, otro más de dio a mamar su miembro. Ellos me pusieron a gatas y sentí como otro de ellos me penetro, ni lo sentí pero en cuando vi ese me la estaba metiendo por mi ano, otro más llego y también me penetro vaginalmente, ahora tenía dos miembros dentro de mí. Yo estaba volviéndome loca, gritaba a más no poder de placer incluso a un dolor. Esos dos malditos se vinieron dentro de mis dos hoyos, me sentía bien mojada. Luego otro más llegó detrás de mí y volvió a metérmela por el culo, aunque a gatas podía ver como también se estaban chingando a las otras morras que habían, el maldito ese se estaba cogiendo a otra, era el único de todos que no me había tocado.
No sé ni cuantos me penetraron pero me sentía bien cansada, me ardía mi intimidad y no aguantaba ya más. Casi todos gozaron de mi a su antojo, minutos después me dejaron un poco en paz para irse con las demás mujeres, yo estaba ahí tirada en un sofá sin poder moverme por las drogas y el alcohol, mi culo y vagina estaban escurriendo del semen de todos ellos, casi estaba en shock pero aun no terminaba. Pude ver como ese maldito se aparto de la mujer que se estaba cogiendo y ahora venia hacia mí, se poso sobre mí y dijo ¡Ahora es mi turno puta maldita! Y sentí como su miembro rápidamente entro dentro de mí por la lubricación del semen, ya no sabía si sentir dolor o placer, simplemente estaba mirando hacia arriba mientras me hacia suya a su antojo, pero no tardo en venirse también dentro de mí. Tan luego termino se aparto de mi dejándome ahí tirada, para esos momentos ya nadie me hacía caso, todos estaban entretenidos con las demás mujeres que eran unas profesionales y le hacían a todos cosas sucia e increíbles. Yo trataba de levantarme pero aun no me recuperaba, me sentía fatal por las drogas. Pero aun así como pude me levante, en esos momentos todo el semen me escurrió por mis muslos, ya no tenía control de mi misma, mientras me vestía me orine pero nadie se dio cuenta. A como pude me vestí y casi cayéndome de lado a lado fui abandonando el lugar. Aun tuvo miedo de que sus hombres me marcaran el paso pero todos nada más me veían sin decirme nada, al salir de la casa corrí tan rápido como pude tratando de no caerme, varios metros de ahí mi amiga me estaba esperando, aun pude abrazarla y romper en llanto ante ella y no supe más. Al día siguiente amanecí con un terrible dolor de cabeza en casa de mi amiga, podía recordarlo todo. Pero por más arrepentida que estaba ya nada tenía remedio.
...Hermanito, ya no sigas. No sabes lo que haces”.-Me decía llorando Astrid.
Yo, cegado me dije a mí mismo que si ya había llegado hasta ahí, no podía irme sin meterle el polvo...
Relato erótico enviado por charly_bo el 11 de June de 2012 a las 00:00:02 - Relato porno leído 247198 veces
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Comentarios enviados para este relato
katebrown
(18 de October de 2022 a las 19:53) dice:
SEX? GOODGIRLS.CF
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