Esa cama esa tarde como rechinaba…, a Berta le empecé a meter mi pene, era tan rico y tan calientito entrar y salir de la vagina de mi amada, entraba y salía lentamente de ella hasta que le metí todo mi pene en ella de un solo golpe, mis manos entre sus piernas apretándolas, comienza un zarandeo que debo acompañar me tenía abrazado por mi dorso y sus piernas se habían subido y cruzado por detrás de mi trasero, estaba atrapado entre sus miembros
Relato
Vivía en un sector de la población aislada por un canal de regadío, habían cuatro casas en este lado del riachuelo en una vivía doña Berta con su familia esta mujer era madura de unos 33 años, pero se mantenía en optimas condiciones física, eso si era muy criticona, vivía con su marido y sus hijos el mayor de 12 años y la beba de cinco años…, ¡ah! me olvidaba me llamo Ricardo tengo 14 años y estoy a una semana de cumplir los 15 años para mi una edad ideal por que sería tratado como adulto…, siempre ayudaba a esta señora en cargar sus compras al bajar del autobús…, ella me lo agradecía y me decía deberías ser mas grande para entendernos …, a una semana de mi cumpleaños estando en el patio de sus casa y escucho como ella sermonea al marido por tenerla tan abandonada y ya casi nunca compartían la cama para satisfacerse mutuamente, el marido enojado se va de casa al club llevándose a los niños iba súper enfadado.
Entro con los paquetes y veo a doña Berta secándose las lágrimas de sus ojos , me acerco a consolarla y me dice deberías ser mayor así me consolarías…, le digo el próximo fin de semana cumplo quince años seré mayor para consolarla, me mira y me dice cumples los quince y no tengo dinero para comprarte un regalo, si me quiere complacer déjeme abrazarla recorrer su cuerpo y estaré muy bien regalado y como estaba en su cama sentada me arrodillo a sus pies y juega mi mano con sus rodillas , ella nada dice y me mira sorprendida como la acaricio y con poca reflexión las introduzco entre sus muslos, rápidamente atrapa mis manos entre sus piernas apretándolas y bajando sus manos en auxilio de estas, me mira a los ojos y dice eres un chiquillo si fueras mayor me recompensaría contigo de todos los sufrimientos que me apesadumbra mi marido…, eres exquisito, pero un chiquillo…, cuidado le digo que este chiquillo puede transformarse en una fiera africana y atacar, si me dice, ataca a ver…, y presiono metiendo mis manos entre sus piernas llegando a su entrepiernas acariciando su vulva por sobre el calzón, al sentirse tocada en sus partes íntimas suspira protestando y desea abriendo sus piernas ser manoseada…, aparto el calzón e introduzco dos dedos en su vagina se sacude, se menea, solloza, casi sin querer atrapo su clítoris entre mis dedos, se revuelca recostándose en la cama y me dice no… no seas malo estoy activada y caliente por un coito y tu me desesperas, bajo mis ropas inferiores y su calzón, subo sus faldas hasta su cintura pegando mis labios a esta fabulosa vagina que por primera vez veía un de una mujer adulta la cual tenía bien cuidada y rasurada… ella solo gemía seos gemidos me excitaron y me monto a esta mujer era la primera vez no sabía como realizar este apareamiento sexual…, ella noto mi vacilación…, ¿es tu primera vez me dice…, soy tu primera hembra en los placeres del encanto como es un apareamiento?
Luego me abraza y dice yo te guiaré eres mi encanto y te quitaré tu niñez, eres mío.
Comienza un zarandeo que debo acompañar me tenía abrazado por mi dorso y sus piernas se habían subido y cruzado por detrás de mi trasero, estaba atrapado entre sus miembros…, no era capaz de soportar la presión de mi pene, ella nota mi entusiasmo carnal y toma a mi pene …, oye me dice mirándome sorprendida es de buen tamaño y gordo…, si lo metes en mi vagina y ambos nos degustamos de un buen apareo y nos satisfacemos como corresponde a una mujer ser satisfecha por un macho, la acomodo en la cama no era una hermosa mujer, pero era una mujer de buen aspecto y de un agradable cuerpo además de limpia…, nos desnudamos y si esa hembra me calentó mis pasiones excitándolas.
Nos acostamos en ella, era una cama de dos plazas así que era amplia, sería un adolescente, pero mis hormonas se erguían y alteraban con el contacto del cuerpo de esa madura hembra, diez minuto después se meneaba ella y mi pene comenzó a crecer y yo no encontraba posición para ocultarlo, tanto se refregaba ella en contra de mi cuerpo que mi miembro creció y se desarrolló a totalidad , engrosando en su diámetro a lo menos del tamaño de una botella de bebida individual en su grosor, no acertaba que hacer, para que ella al notar mi excitación, dándose vuelta me lo toma o trata de tomarlo se da cuenta del tremendo grosor y que lo tenía excitado a lo menos de unos 17 o 18 centímetros, diciéndome… oye lo tienes tremendo, no me cabe en mi mano y si quieres poseerme este pene me hará salir lagrimas por duro , tieso y grueso que es y no creo logre entrar en mi vagina, es muy descomunal parece uno de animal, y comienza a sobármelo, imagínense como estaba, mas aún cuando ella lo lleva a su vagina para que presionara su sexo, déjame yo me lo meto…, a continuación se sube sobre mi a lo jinete y tiene el cuidado de ensartarse suavemente en su vagina mi miembro. Metiendo despacio mi pene, me detenía para besar esos ardientes labios cuando se lo pedía, para volver a meter otro pedazo y así tomándome mi tiempo logro clavárselo toda hasta dentro, me pidió que no me moviera, la disfrutaba al máximo, comenzamos a movernos, gritaba pataleaba, ponía sus manos para detenerme sobre mi pecho, logre sacarle dos orgasmos más. Comencé a aumentar la velocidad, ella movía la cabeza de un lado para el otro desesperada, gritaba, gemía suspiraba…, años sin probar sexo a mi satisfacción, gemía, la gire en la cama, puso sus piernas alrededor de mi cintura y me jalaba como para tenerme ahí todo el tiempo, de pronto dio un grito fuerte y su cuerpo comenzó a temblar y soltaba su venida, me pedía que no me moviera pero hice todo lo contrario me moví más rápido y ella con un ronco jadeo cae abatida ante este coito que le arrebató su pasión. Había sido cubierta por otro macho, no por su marido, pero que bien la estaba saciando, ahora tendría a este macho como dueño de su cuerpo, metiendo despacio mi pene, me detenía para besar esos ardientes labios cuando me lo pedía, para volver a meter otro pedazo y así tomándome mi tiempo logro clavárselo toda hasta dentro, me pidió que no me moviera, la disfrutaba al máximo, como gritaba, pataleaba, ponía sus manos para detenerme sobre mi cadera, logre sacarle dos orgasmos más. Comencé a aumentar la velocidad, ella volvía a mover la cabeza de un lado para el otro desesperada, gritaba, gemía suspiraba, de pronto dio un grito fuerte y su cuerpo comenzó a temblar y soltaba su venida, me pedía la besara y ella con un ronco jadeo cae abatida ante este coito que le arrebató su pasión. Este era un joven casi un bebé, pero como la había saciado y ella hasta había gritado y sabía que los hombres escuchan sus lamentos y se excitan, como había gozado.
Nos relajamos en la cama ella me dice estos, por sus hijos y marido, van al estadio no vuelven en una hora mas así que aprovechemos de descansar. Agotado me duermo, despierto media hora después y Berta me mira diciéndome ¿cansado el bebé?
Luego me dice debes irte pueden llegar y eso me perjudicaría… vuelve el pronto te estaré esperando, eso si vigila que no estén ni mis hijos ni mi marido.
La oportunidad se me presenta un día de lluvia, cae agua, truenos y relámpagos, sus hijos y marido andaban donde los abuelos… entro en su casa…, en eso suena un trueno ronco y fuerte Berta a asustada salta a mis brazos, por supuesto aprovecho la ocasión y a pesar de su oposición modelo su cuerpo desnudándola y besando su piel desnuda la excito y activo para ser pareada en su cama… espera me dice mi marido puede llegar deja llamarlos y así estaremos tranquilos y coge el teléfono llamándolo mientras la beso y acaricio sus partes íntimas… ¡hola! le dice, donde están por que como llueve … si…si…si mejor ¡ahg! Se queja, no, no pasa nada me asuste con el trueno dice ella.., cacheteándome para que no le introdujera mi pene a lo perito por su vagina… si quédense hasta mas tarde cuando calme la lluvia… ¡ay!... gime…, si me asustan los truenos miente, mientras mi pene se introdujo en su vagina. Cuelga el teléfono y me dice salvaje chiquillo fastidioso, me insertaste tu pene justo cuando hablaba con mi marido, despacio que duele, por favor… cálmate…, yo estaba furia enterrando y sacando mi pene en su vagina mi excitación era formidable y lo único que quería era vaciar mis leches en ella… tenemos toda la tarde…, cálmate, en eso salen mis chorros de semen y esperma en su matriz inundándola… ahí recién me calme.
Eres un salvaje cuando estas excitado y caliente me dice…, tienes que dominarte o sino no vengas mas a mi lado. Ahora mi marido esta con sus padres y tiene los niños no se vendrá hasta después de las cinco y son recién las tres… tenemos tiempo para aparearnos por que yo también quiero recompensarme gozando.
Que tarde nos apareamos dos veces más y ella gimió, gritó, vocifero, caliente cuanto quiso mientras la empalaba con mi tieso y duro pene, estuvimos acariciándonos y recorriéndonos mutuamente nuestros desnudos cuerpos por mas de dos horas, después me envió a casa por que llegaría su marido y sus hijos, comentando como se va a poner Katia cuando le cuente, Katia era una vecina de precioso cuerpo casada con un contador de una empresa, tenían dos hijas de ocho y cinco años…, esa joven mujer de unos 27 años era muy bien dotada físicamente por la naturaleza, eso si su marido era una fiera y la trataba mal.
Me fui a mi casa y como llovía tanto y yo estaba agotado por que si era cierto, a pesar de mis quince años era capaz de copular con una mujer madura madre de hijos y casada de 33 años y a esta le gustaba mi grueso pene diciéndome que era mejor que el de su marido, en verdad me agotaba y me llamaba a un reparador descanso.
Y el no perdió ni un segundo de el momento, me dijo con mucha morbosidad ¡Ahora puta súbete la falda y retráncate en la pared! Yo con rabia fui subiendo lentamente la falda de mi vestido hasta mi cintura, el se alejo unos metros deleitándose con mis piernas, yo vi clarito como su verga creció dentro su pantalón, tomo una cama fotográfica sacándome varias fotos en esa pose tan humillante para mí.
Relato erótico enviado por Anonymous el 11 de September de 2009 a las 23:52:41 - Relato porno leído 160844 veces
Lucia es una mujer casada, pero aun joven de unos 34 años senos grandes y un culo generoso además que tenia un rostro muy bello, pero lucia aunque tenia esposo y tres hijos que le hacia parecer una dama, a ella le encantaba follar a menores entre 13...
Relato erótico enviado por sexolito el 10 de April de 2005 a las 00:02:30 - Relato porno leído 156479 veces