Perro testigo mudo ...

Hola soy Katya tengo 19 años y hace tiempo tuve varios novíos, algunos llegaron a tocarme mi panochita y hasta a mamarme las tetas, pero con fabio fue disntito.

CIerta noche que estabámos regularmente agasajandonos atrás del edificio en que vivo y que colinda con una enorme barda de tres metros, como ya era habitual entre nosotros, él me tocaba la pancohita y yo hacia lo mismo con su verga, hasta llegué a mandarlo unas cuatro veces con venidas interiores dentro de sus calzones, en eso estabamos cuando comenzó a mamarme las tetas y me calenté de más, luego bajó un poco mis mallas y me chupó un poco mi anorme vagina ya que soy de labios grandes, casi me vengo en su boca ya que no había sentido algo parecido...

Fabio tiene 23 años, de pelo negro y cuerpo muy bien proporcionado de gym, en eso estabámos cuando se apareció un perro callejero y se quedó mirando, luego fabió me volteo a un muro y comenzó a tocarme las nalgas y en medio de los dos hoyitos, yo estaba bien cachonda, muy caliente y escurrían ya mis jugos, luego sacó su verga y me bajó un poco más la mallas, me estuvo buscando mi ragita y yo tenía duda ya que al ver su cosota me dió miedo que me fuera a doler mucho, pero pudo más mi calentura y comencé a sentir como me entaba la cabezota y como me desgarraba tapandome la boca y los gemidos...

Luego sentí que me entró un poco más y ¡ pum ¡ me tronó el himen, sentía como me escurría mi ragita bien caliente, y no me la saco aunque se lo pedí, sentía como me ardía todo el coño pero al mismo tiempo, me sentía muy caliente y comencé a mover el culo, sientiéndo dentro mío toda la cosota...

El pujaba diciendo que estaba bien apretadita, bien rica, y caliente, me estuvo culeando como 10 minutos y el perro comenzó a cachondearse ya que se me pegaba como queriendo cogerme también , pero lo aventé a la chingada, ya casi me veía, al sentir la vergota adentro y afuera de una forma muy rápida, luego me volteo frente a él y me metio la verga de nuevo ...

Yo gemia en sus brazotes y sentía toda su respiracíon bien agitada, me entró de nuevo con nuevos bríos y esa verga era un pistón, que entraba y salia ya bien mojada de mi gruta, comencé a convulsionarme con la venidota, y Fabio me aventó toda la leche dentro de mi puchita, cuando la retiró salío de golpe una cantidad enorme de leche al piso, el perro coleaba desesperado, y la verga seguía muy dura, luego se limpió con un pañuelo y seguimos besandonos, yo aún con las mallas a media nalga.

A los pocos minutos Fabió descendió y comenzó a mamarme el culo, me abría toda y yo sentía pena pero rico, me estuvo mamando el ano y el perro se largó, yo le ofrecía todo mi hoyito ya que no apartaba su boca de esa entrada, luego se puso de pie y dijo ¡ ahora por la colita mija ¡ yo le dije me va a doler mejor de nuevo por acá, pero me interrumpio y dijo ¡ Yo soy experto de colas nena, no te va a doler ¡

Me mamó nuevamente el hoyito y sentí delicioso, apunto su cosota y me entró la cabezota, senti ganas de gritar pero me tapó la boca nuevamente y comenzó a moverse lentro hasta que la sentía toda dentro y entroces si goce se lo lindo, ahí me estuvo cogiendo bien empinada, ya con las mallas sin cubrir mi cola, yo rogaba a dios que nadie nos viera, y siguio dandome unos diez y siete minutos y se vino todo adentro de mi chiquito , sentí delicioso cuando me aventó su baba en la cola desflorada y cachonda.

Me limpie el culo y nos acomodamos la ropa, otros días me cogio nuevamente en ese lugar y cuando me daba por el coito bien duro, se nos quitaron las ganas porque llegaron tres muchachos y nos vieron cogiendo, nos acomodamos todo mientras ellos reían y nos fuimos a coger a otro lado.