Pillo a su hija robando y la madre da la cara por ella.

Llego al negocio de mi padre cuando este está muy abrumado atendiendo a dos clientas en sección frutería, mientras en la parte de mercadería una chica de unos 13 años está tras el mostrador robándose unas galletas y barras de chocolates, al sorprenderla se asusta arroja las galletas y sale con los chocolates en los bolsillos de su vestido, al salir persiguiéndola esta escapa mientras hago detenerse a una patrullera policial y comunico del robo, los policías llaman a la chica quien escapa rauda por unos pasajes, en verdad conocía a la chica , pero no sabía donde vivía.

Al cierre del negocio casi a las diez de la noche llega una mujer vestida con ropas muy usadas, pero muy digna en su figura, en verdad llamaba la atención su figura por un bonito cuerpo con dos inmensos senos y un proporcionado trasero, se presenta diciendo que es la madre de la chica Rebeca la ladrona, y que supo por la niña quien llorando le comunica su mala acción y que fue acusada a la policía y esta la andaba buscando…, me sorprendí por que aun no había presentado la denuncia en la comisaría…, bueno ella me solicita que no siga con la denuncia que ella cancelara los daños y trata de devolverme dos destrozadas barras de chocolates. Le digo que esas barras así destrozada de nada valen…, y los daños digo exagerando, son mayores por la rotura de los frascos y eso no era verdad.

Asustada esta me dice que hará lo que yo quiera por los daños y que no la acuse a su hija ni a la policía y menos al padre por molería a palos a la hija.

Le miraba los grandes senos y su profundo valle mientras cerraba el negocio, ella se da cuenta de que la miro con ansias, si deseas me saco la blusa para que me mires mejor los senos dice…, mirarlos es poca cosa me gustaría acariciarlos, besarlos y chuparlos le digo… cierro la cortina del negocio y estamos solos en el negocio, mira para todos los lados y se saca la blusa para que viera sus senos, mis manos inconcientemente sacan el sujetador de estas y sus senos bambolean ante mis ojos, una delicia de senos…, los tomo entre mis manos acariciándolos. Gime al sentirse arrasada en su dignidad por mis dedos, y me permite besarlos y apretarlos, son exquisitos esos senos, chupo sus pezones y acaricio su vientre, cierra los ojos al sentirse manoseada y deseada…

Beso sus labios y sus senos para volver a sus labios besándola, no se aparta sino que me devuelve el beso…la atrapo entre mis brazos, respira agitadamente y resuella deseosa ante mis arremetidas.

Le suelto su falda y queda solo cubierta por sus calzones, miraba su bien proporcionado cuerpo, lo deseaba…, ella sabía lo que le pasaría luego. Le di la vuelta y la puse en cuatro patas, pensaba que ya me la iba a meter y no, empezó a meter su lengua en mi vagina, me daba lengüetazos también a mi ano, se sentía tan rico y yo le decía: siga, siga, no pare, cómase mi culito, mm, que rico, cómame. Y el me decía: que rica esta, ya sabía que me entregaría como una putita.

Me estuvo metiendo y sacando salvajemente su pene hasta que ya no pude mas y ni el y los dos nos vinimos juntos en un rico orgasmo.

Me sentía halagada de atraer a un muchacho joven teniendo yo 39 años y este adolescente de 19 años me deseaba y me había poseído, pues tenía excusa, lo hacía por mi hija y no por infidelidad, a cambio de no demandar a mi hija recibía el premio de gozar conmigo.
Fue un día sábado lo acontecido, el domingo Leo el adolescente me busca y encuentra en mi casa, mi hija se atemoriza al verle yo le digo que no se preocupe que mamá arregla todo y envío a esta con su hermano menor de 8 años a la plaza, al quedar solos este no demoro mucho en conquistarme y lograr lo que quería quince minutos y estábamos pataleando en mi cama, besándonos cual enamorados y sin calzones por mi parte y él con sus ropas caídas de su cintura para abajo con su tieso pene penetrándome en mi vagina, como abría mis carnes vaginales, como gemía adolorida con esa masa de carne profundizándose en mi vientre…, diez minutos después estaba entregándome totalmente embriagada a sus duros embates contra mi cuerpo, pronto recibe mis orgasmos que se los entrego alocadamente apretándolo con mis piernas por su cintura y gritando de placer al sentir su tibia leche en mi matriz, este chico me enloquecía mi marido rara vez obtenía mis orgasmos y casi no sentía el placer del coito, con este irreverente macho me enloquecía entregándole mis orgasmos y toda mi pasión por ser apareada.

Pobre de mi marido, catorce años casados y en un dos por tres aparece este semental que lo destrona, ahora este era mi nuevo amo y señor de mi cuerpo, seguiría con mi marido, pero deseaba a este chico.

Vuelve mi hija con su hermano y Leo la envía a comprar donde la vecina para que tomemos onces con emparedados de queso y jamón, mis hijos quedaron agradecidos y entusiasmado con las golosinas.

En la semana no lo veo hasta el otro domingo donde llega con hamburguesas y bebidas para mis hijos, quienes comen y deben salir a la plaza nuevamente a tomar helado con dinero dado por Leo, claro que apenas se fueron fui acomodada en la cama y desnuda fui poseída por este semental no una sino dos veces irrigo mis entrañas con sus espermas que acompañaban a su tibia leche en nuestras maravillosas delicias del coito.

Llegan los niños y Leo me dice hasta el otro domingo, avísame cuando tu marido no trabaje ese domingo.

Al siguiente fin de semanas no pude entregarme a mi semental por estar con mi menstruación, pero no deseaba perderlo así que envié a mi hijo a jugar con sus amigos y con mi hija comenzamos a jugar en la cama haciendo un trío, Nos desnudamos los tres y veía ese tremendo pene que quería penetrarme…, pero no podía satisfacerlo, mi hija me dice mamá yo lo puedo hacerlo por ti, estas loca le digo ese pene te partiría en dos…, seguíamos chupándosela y cada momento mas dura estaba esa masa de carne, nervios y músculos… mi hija se hace la valiente y se monta sobre este semental enterrándose lentamente ese miembro en su entrepiernas como gruñía mi pobre hija adolorida, pero una leona aguantado… como entraba ese pene en ella abría la pobre al máximo sus piernas para no ser tan mal tratada, gemía y sollozaba ensartada, el macho la gira y la ubica en la cama enterrándole todo su pene en su Nóbel vagina hasta el fondo, gritó, pataleo sus piernas adolorida, enterrándome sus uñas en mis manos que las tenía tomadas y supe que mi hija no era mas una niña, ahora se había trasformado en una mujer la estaban apareando y ella se meneaba feliz con su cintura meneándola como batidora y gimiendo ante las profundas penetraciones que la llegaban a tener con su boca abierta, pero resistió la profundas penetraciones y entrega sus primeros fluidos al macho que ahora tenia en esta casa a dos mujeres a su disposición, de pronto mi niña gime se revuelca y entrega sus primeros orgasmos al macho que a su vez la riega por primera vez sus entrañas con ríos de semen. Como gozaban ambos combatientes…luego calma.

Mi niña casi destrozada se relaja en la cama, en eso llega mi vecina y amiga y nos ve a los tres desnudos y entre las piernas de mi hija ve hilitos de sangre y semen entendiendo inmediatamente que fue desvirgada en esa cama , me mira y comienza a denudarse diciéndome yo también quiero leche, se recuesta en la cama y Leo quien nuevamente con mis caricias había recuperado su pene en longitud se recuesta sobre esta y la empotra con grandes demostraciones de jubilo por parte de mi vecina que estando su marido en la casa vecina no sabe que su mujer estaba siendo empotrada por este joven semental. Como goza mi vecina si deliraba moviendo locamente su cabeza mientras el macho ensartaba en ella su duro pene sacándole gemidos de gozo y placer.

Sentí relata luego la vecina, como su pene se clavaba en mi entrepiernas, asustada trato de apartarlo, pero mis ansias de ser apareada liada en un enlace de conexión carnal amatoria es superior a mis fuerzas, deseo sentirme emparejada y pronto ceso en mi rechazo entregándome a este joven macho mis manos vuelven a su cuello y lo apreso contra mi busto el cual este muchacho a abierto mi blusa apartando mi corpiño manoseando mis senos, mi respiración ahora es loca y impetuosa, estaba ardiente de pasión, arrebatada por mis apetitos de ser poseída por un macho, aunque fuera un muchacho. Olvide que era una mujer casada y que mi marido estaba en la cabaña vecina mirando televisión solo sentía los movimientos de este mozuelo que trataba de unirse sexualmente conmigo, olvide todo solo quería ser disfrutada por este macho.

Leo vuelve al otro fin de semana y antes de empotrarme a mi llega mi vecina que gustosa toma posición de mi cama apareándose con mi semental entre gritos y gemidos ante el placer de ser tratada duramente en cada clavada de este pene fabuloso. Estuvimos gimiendo, suspirando…, ansiaba su leche en mi matriz, solo se que cuando esta comenzó a llegar era tibia potente y en gran cantidad, parecía un grifo abierto de cómo me llenaba de sus semen y sus derrames de espermas en mis entrañas, tenía un nuevo amo y señor de mi cuerpo, lo abrazaba, besaba, acariciaba mientras este macho vaciaba sus emisiones en mi matriz luego silencio y solo se escuchaba nuestra respiración alterada por el desplante apasionado amoroso del coito que habíamos sostenidos.