Practicamos sexo por placer y ella es una esposa abierta porque así lo hemos pactado .
Su profesión le permite acceder a un abanico amplio de posibilidades.
Relato
Pero hay ocasiones en las cuales estoy presente .
La complicidad es un aderezo sutil y muy erótico.
Y el placer se oculta donde menos lo esperas .
La última sesión que tuvo ella , la acompañé y lo más perverso eran nuestras miradas afiladas .
De tal forma que el asistente sexual acabó un poco perplejo porque no se imaginaba el placer tan íntimo que los dos sentíamos al vernos en tal situación compartida.
Dicen que a esto le llaman candaulismo , lo de menos es el nombre , lo de más es la perversión.
Entre lo que participamos y lo que más tarde describimos mutuamente nuestras mentes vuelan alto y preparan otro asalto a la cueva de ella que por cierto está muy bien atendida últimamente .
Nada de juegos florales ni romanticismos caducos . Apertura total. De tal forma que hemos animado a alguien muy íntimo para ella a participar en la orgía.
Es un colega de su trabajo , casado también pero que le hace la corte a ella siempre que puede .
Ella le ha confiado nuestra aspiración y está de acuerdo en los términos .
Ha preguntado si hay consentimiento total y va a ser una fiesta íntima de tres pero además bien regada.
El colega pone el champán que dice que es bueno para la almeja .
Bueno siempre que me quede algo para mi y no derrame por ningún agujero indebido.Bueno , al grano que ya es tarde .
Mi mensaje es que en estas ocasiones ella ofrece placer y recibe placer pero el mayor placer es el mío.
Le dije ¡esto! He inmediatamente le subí la falda metiendo mi mano entre sus piernas tocando su zona vaginal, puso resistencia y trato de gritar pero yo le dije severamente que o me entregaba su cuerpo o la denunciaba.
Relato erótico enviado por reycolegial el 30 de July de 2009 a las 12:08:52 - Relato porno leído 100254 veces