Como convencí a una casada de ser infiel y como le estrene el culito.
Relato
Lo importante en el sexo
Después de los meses en los que tuve la oportunidad de aprender cosas importantes sobre el sexo, con mi "maestra" del metro, llegue a la conclusión de que lo más importante es hacer llegar a una mujer a un estado de excitación en el cual lo único que pueda hacer es gozar.
Esto lo aprendí de la siguiente manera:
Trabajando en el METRO de la ciudad de México, uno puede estar rodeado de mucha gente, pero no aprovechar esa oportunidad (como ocurre en la mayoría de los casos), sin embargo, si algo siempre me ha caracterizado es el ser atento con las damas, así que aprovechando esa virtud, es que acostumbraba saludar a todas aquellas que pasaban por ahí.
En un principio, algunas por educación me respondían el saludo, algunas más porque les agradaba, y otras que era necesario repetir la táctica durante algunos días hasta que finalmente te contestaban, había algunas que finalmente nunca lo hacían, pero que ya las tenías identificadas y no pasaba nada.
En una ocasión, después de haber estado platicando con una chica a la que llamaré Silvia, me enteré que esa hermosa mujer de 22 años de edad, estaba casada con un tipo que viajaba constantemente por su trabajo, ella era morenita, de 1.60 m de estatura, delgadita, con unos senos maravillosamente formados de talla 36 B, una cinturita de avispa, unas hermosas y bien formadas piernas que remataban en unas increíbles nalgas, perfectamente bien formadas y paraditas, las cuales fueron las primeras en llamar mi atención.
Después de platicar durante varias ocasiones sobre su trabajo, ella me comentó que después de terminada su jornada, ella se sentía muy sola, ya que durante varios días su esposo se encontraba de viaje, así que llegaba a casa y solo se tendía en la cama a ver la tele y pasar así el rato, pero que en muchas ocasiones era necesario el masturbarse para poder conciliar el sueño.
Era un viernes en la tarde cuando le llamé por teléfono y la invite a salir al cine, ella un poco extrañada me dijo que no acostumbraba salir, ya que estaba casada, pero después de insistir un momento acepto.
Salió vestida con una minifalda de color rojo, y una blusa ,muy conservadora pero sensual.
Estuvimos en el cine viendo la película y aprovechando una escena sensual, poco a poco la comencé a acariciar, le pase el brazo por el cuello y la bese de manera delicada.
Salimos del cine, fuimos a tomar una copa y estando en el bar, comencé a besarla pero ya con mayor confianza, a lo que ella inmediatamente respondió, fue excitante descubrir cuando le metí la mano debajo de la mini que llevaba que estaba completamente mojada y muy excitada, le pedí que nos fuéramos de ahí e inmediatamente acepto.
No quiso que fuéramos a su casa, ya que nunca había sido infiel, así que fuimos a un hotelito muy bonito en el cual había un jacussi, y después de besarnos de manera muy cachonda, la fui desnudando poco a poco para romper sus defensas, ya que comenzaba a sentir remordimientos.
Lo más interesante fue cuando comencé a robarle con mis manos y mis labios primero todo el cuerpo hasta que logré que se pusiera muy caliente, y en ese momento pude comprobar que se transformó en una verdadera perra en brama.
Cuando me puse a lamerle su rajita, inmediatamente comenzó a bramar de placer, pero cuando me di pequeños mordiscos en el clítoris, materialmente gritaba de una manera que nunca me imagine, me decía: así cabrón, chupame y hazme sentir una verdadera puta.
Fue sensacional poder observar la transformación de una mujer muy seria en una puta caliente dispuesta a obedecerte plenamente en la cama.
Después de que tuvo su primer orgasmo con mi lengua en sus labios vaginales, ella se metió la verga hasta lo profundo de su garganta, le chupaba los huevos y se los metía completos en la boca, uno y luego el otro hasta que logro que me viniera en el interior de su boca, fue una venida estupenda.
Pero como siguió chapándome la verga inmediatamente se paro, en el momento mismo en el que la puse boca arriba con sus piernas sobre mi velludo pecho le metí toda la verga en esa panochita mojada que pedía a gritos ser bombeada, después de un grito de placer comencé a incrementar la fuerza con la que la penetraba, hasta lograr que tuviera otro orgasmo que le duro varios segundos
Mientras seguía bombeando mi verga dentro de su panochita, moje un dedo en sus jugos y comencé a meterlo poco a poco por su culo, inmediatamente ella se puso tensa y me dijo que por ahí no loo hiciera, ya era virgen y que nunca había pensado en ser sodomizada.
Pero como estaba tan caliente y no hice caso, entonces ella comenzó a sentir placer, ya que fue con mucho cuidado, después de un rato, ya tenía en el culo tres dedos y no se quejaba de nada, solo pedía que siguiera dándole verga.
Volvió a tener otro orgasmo y aproveche para ponerla en cuatro y antes de que pudiera repelar, le puse la verga en la entrada de su culito virgen, ella con un poco de temor me dijo que lo hiciera con cuidado, y le prometí que si le dolía se la sacaba, entonces después de jugar un poco con la cabeza en su culo, se la metí poco a poco hasta lograr tener adentro de su intestino la mitad de mis 18 cm, ella estaba un poco tensa, pero cuando sintió que me pare para que su esfínter se adaptara, nuevamente se sintió en confianza y me dijo con un grito, rómpeme el culo cabrón, eh inmediatamente y de una sola embestida le metí el completo de la verga hasta que sus nalgas me impidieron seguir adelante, e inmediatamente le comencé a bombear y ella gemía de placer, mientras con mi mano derecha continuaba robándole el clítoris, hasta que tuvo un doble orgasmo que la hizo gritar de placer, y en el momento en el que se estremecía y me apretaba la verga con su culito, me derramé en su interior hasta la última gota.
Quedamos en la cama durante un buen rato antes de llevarla a su casa, y desde ese momento nos convertimos en amantes cada vez que su marido salía a trabajar.
Me agradaría saber tu opinión y si a alguna le ha pasado algo similar
Ambos iniciamos a besarnos con toda pasión, con aun más pasión que la primera vez, mientras nos besamos Armando comenzó a tocarme mi zona intima debajo la falda de mi vestido y como consecuencia a esto de inmediato me moje toda, ¡Quiero hacerte el amor! Me dijo suavemente al oído, -Lo sé y también quiero- le conteste.
Relato erótico enviado por putita golosa el 29 de August de 2010 a las 23:31:22 - Relato porno leído 513563 veces