Yo tenía la costumbre. Siempre de llegar a casa con unas cuantas copas en la cabeza, hasta que mi mujer se cansó de eso, y me dio una tremenda lección.
Relato
Bueno en ocasiones, reconozco que llegaba con más que unas cuantas copas encima, además con muchas ganas de comerle el culo a mí esposa. Y aunque Ángela a regañadientes, me complacía. Ya me lo había advertido, que un día de estos te voy a joder para que aprendas, y sepas lo que es bueno. Bueno la verdad, es que yo no le hacía el menor caso, además jamás me preocupé realmente, por lo que ella pudiera llegar hacerme, ya que desde mi punto de vista le faltaba lo principal.
Así que una noche que llegué bien entrado en tragos, mi mujer como cosa rara, me estaba esperando prácticamente desnuda, pero además de eso, lo primero que hizo al verme, fue darme un buen trago de ron. Cosa que a mí me encantó, no tan solo verla como me recibió, sino que además me diera de beber.
Ángela puso un video, y aunque ella no tiene preferencia por ese tipo de material, como a mi si me gusta, a medida que ella me fue desnudando, y acariciando por todos lados, yo seguí viendo los videos. En los que en la mayoría era de sexo anal, pero de momento me doy cuenta de que estoy viendo algo raro, en lugar de ser el tipo quien se clavaba a la tipa,, era la tipa quien le enterraba a su pareja, una tremenda cosa por el culo. Lo gracioso para mí era que al tío, parecía gustarle y mucho.
Fue en una de esas que mi mujer, acariciando mis nalgas me preguntó si me gustaría probar eso. A lo que yo en medio de mi borrachera, creo que no llegué a decirle que si, pero tampoco le deje que no. Por lo que de momento veo a Ángela con una cosa pegada a su cuerpo, por medio de unas correas, que me quedé con la boca abierta. Y antes de que yo fuera a decir algo, mi mujer me dio otro trago. Y sin dejar de acariciar mis nalgas, comenzó a decirme, vamos deja que yo lo pruebe.
Bueno lo cierto es que yo estaba tan y tan ebrio, que no lo único que recuerdo, de esa primera vez, fue que mi mujer comenzó a pasar sus dedos llenos de vaselina por mi ojete. De lo demás ni me acuerdo, ya que al parecer perdí el sentido, pero ella no perdió su oportunidad, ya que aun y estando yo así, me penetró.
Al siguiente día amanecí, además de mi dolor de cabeza, también sentí que me dolía el culo. Pero la manera de actuar de mi mujer fue bien distinta, me dio un beso, me acarició todo, y me dijo que lo había disfrutado tanto que le gustaría que lo repitiésemos. Yo la verdad es que ni idea tenía, de que ella me hablaba. Hasta que a la hora de la cena ese noche me dijo lo que me había hecho. Yo no lo podía creer, y creo que hasta me molesté con ella.
Pero como a la semana, apenas regresé medio entonado a casa, nuevamente Ángela me recibió, me volvió a traer un trago, y comenzó a desnudarme. Sus manos no salían de mis nalgas, hasta que ella me dijo, bueno marido mío, ahora te toca a ti. Yo ni idea tenía de lo que ella me hablaba. Hasta que la vi nuevamente con esa cosa colgando entre sus piernas. Diciéndome, bueno, ponte en cuatro, que hoy me toca a mi darte por el culo. Yo ni idea tenía de lo que ella me hablaba, hasta que de momento me dijo. Bueno si tú quieres volver acostarte conmigo vas a tener que cumplirme. Así que ponte en cuatro. Yo la verdad, como que no me quedó más remedio que hacerle caso. Sentí sus dedos, como me embadurnaban con vaselina mi culo, y luego como aquella tremenda monstruosidad, comenzó a enterrármela.
Lo raro fue que en ese instante, como que el que fuera mi mujer quien me estuviera comenzando a dar por el culo, lejos de molestarme, o dolerme. Me gustó. Si sentí como toda aquella cosa me fue penetrando, como mi esposa, lo empujaba con sus caderas, una y otra vez, al tiempo que yo no se dé donde ni como, yo comencé a mover mis caderas, buscando sentir eso que mi esposa me enterraba más y más dentro de mí. Bueno les seré franco, no es que me guste que me den por el culo, pero si lo hace m mujer me encanta. Yo he llegado hasta mamar aquella cosa que ella se pone entre sus piernas, de la misma manera en que ella me ha mamado mi verga, o yo su coño.
Lo que no termina de gustarme es que quiere que yo me ponga su ropa….
Mi Madre, a sus 42 años, es una hembra que está rebuena. Mi Padre, un pobre idiota. Así que una noche decidí darle marcha a ella con mis amigos, mientras mi padre miraba..........
Relato erótico enviado por domo54 el 12 de December de 2008 a las 11:35:56 - Relato porno leído 312204 veces
Era un día normal, común y corriente, yo regresaba de la prepa, yo soy un chavo moreno, alto, con buen cuerpo, bien dotado y muy atrevido, no tengo novia y ese día fue uno de los mejores en mi vida
Relato erótico enviado por Anonymous el 29 de August de 2008 a las 13:06:42 - Relato porno leído 212265 veces
Mi nombre es Alicia, y hasta no hace mucho mi familia, y yo desde luego vivíamos en un retirado pueblo, en el que apenas y nos enterábamos de las noticias, ya que ni tan siquiera llegaba la señal de la Tele. Por lo que cuando nos mudamos a la ciudad, lo que más me impresionó fue el baile del perreo
Relato erótico enviado por Narrador el 04 de June de 2012 a las 23:00:35 - Relato porno leído 149875 veces
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Comentarios enviados para este relato
katebrown
(18 de October de 2022 a las 22:18) dice:
SEX? GOODGIRLS.CF
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