Por dinero hago cualquier cosa…

Realmente según me dijo, quien me contrató. Los tres viejos, habían sido amigos durante muchísimos años, y los tres tenían la fantasía, de entre ellos tres juntos, supuestamente violar a una mujer. Pero como son realmente, tres viejos pendejos. Jamás ni nunca se atreverían hacer algo así. Hasta que al parecer a uno de ellos se le prendió el bombillo, y se le ocurrió hacer un video, en el que los tres, supuestamente violan a la mala, una mujer.

Cuando el amigo de mi marido me habló de eso, aparte de que me dijo que me pagarían muy bien, yo no podía creer que hubiera viejos tan enfermos, como para hacer algo como eso. Como ya dije, no tan solo me pagaron muy bien, sino que además insistieron en hacerlo por adelantado, cosa sumamente rara en mi negocio.  

 Bueno finalmente acepté, y disfrazada de colegiala, supuestamente fui secuestrada, después de estar media tarde realizando, algunas tomas. Junto con los tres viejos fuimos a una casa, en la que los tres supuestamente, sobre actuando, me violaban. Realmente lo que más me gustó de todo eso, fueron las muchas veces que los tres viejos, se dedicaron a mamar mi coño. Aparte del pago que fue muy bueno.

En otra ocasión en que la estaba pasando muy mal ya que a mi marido, lo habían metido preso, por haberle roto la cara, a otras de las chicas. Se me acercó su amigo, y me preguntó si me atrevería a dejarme grabar en video, manteniendo sexo con un perro. Yo la verdad, nunca había ni tan siquiera pensado en llegar hacer algo como eso, pero como para esos momentos, necesitaba dinero, tras informarme un poco, decidí hacerlo.

Esa tarde fuimos a un apartamento de la playa, en el que había un gran perro, del cual ignoro de que raza era. Tras él explicarme todo lo que debía hacer, y cómo hacerlo, pero a medida que fuimos charlando, y él explicándome todo, también me dio de beber, supuestamente para que me sintiera un poquito más relajada. Yo la verdad, como no soy alérgica al alcohol, comencé a beber, y después del cuarto o quinto trago que nos dimos, me sentía tan y tan cómoda, en ese apartamento, que cuando comenzó la grabación, todo salió a pedir de boca.

Después me enteré que hay tipas que cuando el perro está a punto de montarlas, se rajan, otras les da asco, en fin nada de eso pasó conmigo. Yo modestia aparte, traté no de actuar, sino de disfrutar lo que estaba haciendo. Por lo que cuando tras quitarme las pantis, y el perro acercarse a mi coño para comenzar a olfatearlo, el sentir su resuello contra la piel, me excitó, y no se diga nada, cuando comenzó a pasar su áspera y cálida lengua por sobre la piel de todo mi depilado coño. Quizá lo que me tomé me relajó algo, pero yo también puse de mi parte. Así que cuando me indicaron que me tirase al piso y me pusiera en cuatro patas, no dudé ni por un segundo en hacerlo.

Yo había visto el miembro del perro, y aunque me habían dicho que iba a crecer bastante dentro de mi coño, y que por un rato quedaríamos pegados, No fue hasta que me sucedió, que tuve una clara idea, de lo que estaba sucediendo dentro de mí. En mi vida había gozado tanto, no pensé realmente que aquella pedazo de verga que se asomaba completamente de color rosado, fuera a ponerse tan y tan grande dentro de mi coño.

En esos momentos disfruté de múltiples orgasmos, pero lo mejor de todo fue momentos después de que finalmente nos pudimos despegar. El perro que seguramente ya lo tiene que muy bien amaestrado, una vez que sacó su verga de mi coño, se dio la vuelta, y se dedicó a lamer, nuevamente todo mi coño, hasta bien adentro, produciéndome un nuevo e insospechado placer.

Yo por mi parte tras darme otro trago, le pregunté al tipo a cargo de la grabación, que le parecería si yo me dedicaba a mamarle la verga al perro. Eso para él era algo fantástico. Según me comentó de inmediato. Así que tal y como me encontraba, me puse a retozar frente a la cámara, con el perro en el piso, y a los pocos minutos, ya me encontraba mama que mama, chupa que chupa toda su verga, hasta hacerlo venirse nuevamente.

Al salir del edificio donde se realizó la grabación, de inmediato me dirigí al banco y deposité todo, ya que sabía de sobra que de seguir con ese dinero encima, terminaría gastándolo, en un dos por tres. A pesar de haber bebido mucho, pude depositar en mi cuenta todo el dinero, y estando en el cajero automático del  banco, fue que me di cuenta, de que andaba sin pantis, definitivamente había salido de aquel apartamento, sin tan siquiera acordarme de ponérmelas.

Por eso cuando llegué al casino, para jugar en las tragamonedas, no había tipo que pasara a mi lado que no se fijase en mi descubierto coño. Lo que por otra parte, me permitió conseguir durante el resto de la noche varios clientes mientras apostaba en las tragamonedas. Pero eso es lo que esperaba que sucediera.

Unos meses después la persona a cargo de las grabaciones, me volvió a contactar, preguntándome si me atrevería hacerlo con un caballo. Yo de plano pensé que ese tipo está loco, mira que hacerlo con un caballo. Abrase visto semejante loquera, pero cuando me dijo la cantidad que pensaba pagarme, me dije, bueno si se puede lo hago y si no por lo menos le cobraré bien caro.

Él me recogió en el centro de la ciudad, y tras manejar como una hora llegamos a una apartada y escondida finca, en lo que más destacaba era su caballeriza. Durante el camino, no tan solo me contó lo que esperaba que yo hiciera, sino que también me sugirió como hacerlo. Además por medio de su tablet, me fue mostrando algunos videos, y fotos de chicas, manteniendo supuestamente sexo con distintos y diferentes caballos.               

Ese día en lugar de darme a beber alguno que otro trago, el muy hijo de la gran puta, me ofreció un tremendo tabaco o porro, de marihuana, cosa que buena y sana, no sé como rechazar. Por lo que cuando llegamos al lugar donde íbamos a grabar, ya yo cargaba tremenda nota. Por lo que cuando estando frente a un par de tipos, que después supe que eran lo peones de esa finca, me dijo que me desnudase, yo de lo más confiada así lo hice de inmediato. Y tras un supuesto ensayo, y de que le amarraron la cola al caballo, y le maniataron sus patas traseras, para evitar que no fuera a darme una patada, comenzamos.

Realmente no era nada del otro mundo, simplemente, yo acariciaba seductoramente al animal, y después echaba mano de su larga verga, para comenzar a pasar lo que sería su cabeza, por entre mis tetas, mis nalgas, mi coño, y mi boca. Claro que el pobre caballo, se pone nervioso, al sentir que le toquetea su cosa. Pero en cierto momento quizás por la tremenda nota que cargaba encima, se me ocurrió decir, que si me conseguían un banco, en el que yo me pudiera recostar, bajó el caballo, quizás y podría hacer una buena toma.  

Por lo visto, a pesar de la tremenda nota, que cargaba encima, me pude explicar de lo mejor, ya que en un abrir y cerrar de ojos, uno de los peones a cargo de cuidar la finca, trajo un banco, muy similar al que yo describía.

Después de que se me llegó a pasar la nota, fue que me di cuenta del peligro en que yo misma había puesto mi vida. Ya que si en el momento en el que yo mantenía la verga del caballo, dentro de mi coño, ese animal se hubiera calentado aunque tan solo y fuera un poquito, seguramente me hubiera atravesado del coño a la boca.

Pero por suerte eso no sucedió, lo que si sucedió fue que al terminar de hacer la grabación, por aquello de mantenerme bien aseada, comencé a utilizar una manguera que se encontraba en la caballeriza, y con ella me estaba lavando, cuando los dos peones regresaron después de guardar el caballo. Se me quedaron viendo mientras completamente desnuda,  y agachada, me lavaba el coño.

Yo no estudie en ninguna universidad, pero de algo que me doy cuenta con mucha facilidad es cuando un hombre desea acostarse con migo, y en este caso eran dos, así que cuando el camarógrafo se me acercó, le propuse que nos grabase a los tres, o sea a los dos peones y a mí, manteniendo un trió. Él al escucharme quedó encantado con la idea, y nada más me bastó hablar un momento con los dos tipos esos, para que al poco rato ya el camarógrafo nos estuviera gravando, mientras que uno me daba por el coño, el otro tipo o me daba por el culo a me mantenía mama que mama.

Desde luego que recibí un pago extra, por hacer eso. Bueno ya saben, seguramente si desean grabar algún video íntimo, búsquense a una profesional, y les aseguro que lo hacemos mejor…