No es que yo sea un enfermo sexual masoquista o sádico, pero Sofía mi esposa llevaba muchos años jode que jode, quiero decir, si pasaba otra mujer por mi lado, mi esposa de inmediato comenzaba con sus estúpidos celos, acusándome falsamente de estar mirándola, y si por mala suerte me topaba con alguna mujer, ya fuera una vecina o empleada de mi negocio en la calle, y la tipa me saludaba, para mi esposa eso era señal inequívoca de que me estaba acostando ya fuera con la vecina o con la empleada.
Relato
Para colmo de mis males, mi esposa es sumamente religiosa, rayando prácticamente en el fanatismo, pertenecía a la legión de María, a las Hijas Católicas, y cualquier otra institución de ese tipo, además que no había día en que no dejase ir a la iglesia, al punto en que hasta llegué a sospechar que podía tener algo con el cura, pero eso fue falsa alarma, por una parte uno de los curas era extremadamente viejo, que la mayor parte del tiempo se la pasaba hospitalizado, y por otra parte, su sustituto aunque era bastante joven, y hasta buen mozo, nada más bastó que abriese la boca para que todos nos diéramos cuenta de que en realidad era un gay con sotana. Yo cometí el error de comentárselo a mi esposa y me acuso de ser el diablo blasfemo en persona, y eso fue lo menos malo que me dijo, aparte de que me dejó de hablar por varios días y hasta me cerraba las piernas, que de yo, haber intentado tener sexo con ella, hubiera sido capaz de acusarme de intento de violación, lo digo porque ya me lo hizo una vez. Lo bueno de todo eso, fue que finalmente se descubrió que el curita tenía novio.
Pero aparte de los celos infundados, y de su fanatismo religioso, y de que todas las cosas que me ha hecho, yo la amo, pero no olvido nada. Por lo que ya extremadamente cansado de todo eso, pensé que tenía dos opciones, o me divorciaba de ella, o le daba una buena lección. Así que opté por la segunda alternativa, darle un buen escarmiento. La cosa es que no se me ocurría nada especial, hasta que me acordé de otra de sus tantos defectos, y es que Sofía en ese tiempo tenía muy mala bebida, aparte de que cuando se emborrachaba, como que le entraba el espíritu de la contradicción, bastaba que yo le dijera que había bebido mucho, para que lo siguiera haciendo. Si le decía que no hiciera tal cosa, prácticamente era como ordenarle que la hiciera. Aparte de que se ponía a pelear conmigo por cualquier estupidez. Al punto que cuando se encontraba así, o la tomaba por el brazo y a la mala la llevaba al auto, o yo me iba me sentaba en el auto y ella llegaba a los pocos minutos, y una vez en el auto se quedaba completamente dormida. También es cierto que en más de una de esas ocasiones, me aproveche de Sofía, ya que no importa lo que yo le hiciera no se despertaba, con decirle que estando así, en varias ocasiones hasta le di por el culo, y ella al parecer ni se había enterado, si me comentaba al siguiente día que tenía algo de dolor en las hemorroides, y yo le decía que eso se debía a lo mucho que había bebido la noche anterior, y como sabía que eso era cierto, se quedaba callada.
Así que aproveché que una de las compañías con las que hago negocio, me invitasen a su fiesta anual. Por lo general Sofía no le gustaba acompañarme a ese tipo de fiesta, pero bastaba que me escuchase hablando por teléfono con alguna de mis secretarias, para que en su calenturienta mente pensara que nos estábamos poniendo de acuerdo para vernos en la fiesta, y aunque me hubiera dicho en principio que no iba a ir, se vestía y en el último momento me decía que ella había cambiado de opinión.
Esa noche como de costumbre bastó que yo le dijera que se acordase que tenía muy mala bebida, para que Sofía inmediatamente prácticamente se dedicase a beber la mayor parte del tiempo. Mientras yo hacía uno que otro arreglo relacionado con mi negocio, Sofía comenzó a dar un espectáculo, bailando, cantando, y haciéndose la graciosa. En condiciones normales, yo hubiera intervenido y me la hubiera llevado a casa, pero esa noche decidí que ella tendría su merecido. Así que la mayor parte de la noche me hice el desentendido, ya serían cerca de las doce de la noche, cuando la gran mayoría de los invitados se habían marchado, y los empleados del salón de fiestas donde se celebraba la actividad, comenzaba a recoger las mesas. Pero en torno a mi esposa se encontraban unos siete tipos, vacilando con ella, dándole de beber, me imagino yo que con la esperanza de agarrarla bien borracha y acostarse con ella.
Como parte de mi plan, me le acerqué a mi esposa y le dije al oído que nos marchábamos, sabiendo que respondería groseramente, y hasta mandándome para el coño de mi madre. Sus palabras preferidas cuando está así de borracha y quiere insultarme. Yo disimuladamente me retiré, llegué al auto, me quité sacó, los lentes, y me puse una gorra y agarrando un vaso con ron me volví a sumar al grupo, al mismo tiempo que Sofía en medio de su borrachera estaba bailando sola, algo que le dicen el perreo. Desde luego que todos hicimos un gran círculo a su alrededor, y dando palmadas, la coreábamos, hasta que yo engolando un poco la voz le grité, muéstrame tus nalgas. y como si fuera algo que ella hiciera todos los días, a medida que continuó bailando se quitó las pantis y levantando la parte trasera de su falda a todos los presentes nos mostró sus blancas y apretadas nalgas, y hasta gran parte de su peludo coño.
Aprovechando que todos la estaban mirando con ganas de darle una buena revolcada, comencé a decirles a varios de esos hombres. Esa tipa lo que está buscando es una buena verga, que le quite lo que tiene de loca. Y después continué diciendo, está como para darle una buena revolcada entre todos nosotros. Creo que eso nada más bastó para que un par de esos hombres se pusieran a bailar con ella, al mismo tiempo que continuaban dándole de beber. Y entre el bailoteo, y la bebida, fueron desnudando a Sofía sin que ella presentase o opusiera la menor resistencia, es más hasta los ayudó a soltar los botones de su blusa.
En ese momento se me presentó un conflicto, o detenía todo, o dejaba que el agua corriera, pero además de eso al verla ya casi medio desnuda, sentí un morboso placer al saber lo que le iba a suceder, y como se iba a sentir al siguiente día, ya sea porque yo se lo contase, o porque ella se recordase. Así que opté por seguir sembrando cizaña, diciendo que lo que ella pedía era que le dieran bien duro. Lo bueno en parte de todo eso, es que la muy puta de Sofía en esos momentos, invitó a sus compañeros de baile, para que en medio de la salón, los dos le metieran mano. Así que frente al resto de los presentes, mientras uno se lo clavaba por el coño, el otro se las arregló para meter su verga por el culo de Sofía. Mientras que yo sacando mi verga se la puse en la boca, la cual ignorando ella de quien era se dedicó a mamar al mismo tiempo que le daban por donde le gustaba en esos momentos.
Yo después de un buen rato, finalmente acabé no tan solo dentro de su boca, sino que por toda su cara. Al retirarme yo, a los pocos momentos los otros dos tipos también se vinieron, dejando a Sofía espatarrada con las piernas bien abiertas y pidiendo más verga. El resto de la noche, a Sofía le dieron por todas partes y de todas las formas habidas y por haber. Mientras que yo algo asombrado disfrutaba del morboso placer de verla acostada con otros hombres. Sabiendo que al siguiente día estaría completamente arrepentida de todo lo que había hecho esa noche.
Sofía parecía toda una puta, pidiendo a gritos más y más vergas. Fue cuando decidí regresar al auto dejar la gorra, ponerme mis lentes y mi chaqueta, y regresar. Apenas llegué comencé hacer una escena, y la muy perra de Sofía en esos momentos borracha como una loca, me decía. Papacito, vete pal carajo, pendejo. Claro que continué haciéndome el indignado, hasta que un par de sus nuevos amigos me recomendaron que saliera del salón, por lo menos hasta que ellos se marchasen. Después que todos los hombres que se acostaron con ella se marcharon dejándola tirada en el piso, los tres o cuatro empleados del salón también se aprovecharon de la condición de mi mujer, pero como estaba tan sucia de semen, y quien sabe de qué más únicamente la obligaron a que les mamara las vergas. Sofía se había orinado encima, y hasta vomitado, cuando la recogí finalmente la tiré tal y como se encontraba en el asiento trasero, y me la llevé a casa, pero estaba tan y tan sucia y hedionda, que así mismo la dejé durmiendo en el asiento trasero. Mientras que yo me fui a dar un baño y luego me fui a dormir.
Mi mujer se despertó a eso de las tres de la tarde, en el asiento trasero de mi auto, asustada al verse completamente desnuda, y hedionda a sexo, orine, vomito, en fin echa un verdadero desastre. Yo la había estado vigilando así que cuando entró a la casa en esas condiciones la sorprendí. Y con cara de no saber qué es lo que sucede me preguntó que le había pasado.
Yo en mi papel de súper indignado, le comencé a contar todas las barbaridades que ella hizo estando borracha, de cómo hasta me mandó para el coño de mi madre, como se burló de mi y como pedía que le dieran más verga. Algo de las muchas cosas que le dije, le debieron recordar lo sucedido, de lo contrario se hubiera muerto negando todo, llorando me pidió perdón, que jamás volvería a suceder, que fue culpa del alcohol, ya se saben ese cuento, verdad. Yo le dije que para yo considerar tan siquiera pensar en perdonarla ella se debía confesar, y desde luego darse un buen baño, ir al médico no fuera a ser que le hubieran contagiado alguna enfermedad, y después de todo eso hablaríamos.
Yo me adelanté y llamé a un nuevo sacerdote, que había en la parroquia, y Sofía al salir de darse un buen baño, lo recibió en la sala, donde le confesó todo lo que había hecho. El padre asombrado le impuso la penitencia que consideró apropiada y creo que debió haber marchado, tremendamente excitado.
Al día siguiente fuimos a su ginecóloga, y ante la sorpresa de su doctora yo entré. Le pedí a Sofía que le contase toda la verdad, y una vez comenzó, y vi que no estaba inventando alguna mentira, me marché y la esperé fuera. Yo no sé cuantas inyecciones le pusieron, además de un sin número de lavados, y otras tantas pastillas. Hoy en día Sofía es una nueva mujer, los celos desaparecieron, y su fanatismo religioso también. Ahora solo vive para hacer todo aquello que yo le ordeno o mando, de lo contrario, ella sabe dónde está la puerta de la casa.
Hola saludos mi nombre es joselyn,
Tengo 43 anos ,
vivo en el DF,Mi marido es pablo tiene 52
anos ,Tenemos un hijo de 18 anos ,
Relato erótico enviado por Andytorres el 08 de December de 2015 a las 21:47:15 - Relato porno leído 147189 veces
Si te ha gustado Por fin me vengué de mi esposa… vótalo y deja tus comentarios ya que esto anima a los escritores a seguir publicando sus obras.
Por eso dedica 30 segundos a valorar Por fin me vengué de mi esposa….
narrador
te lo agradecerá.
Comentarios enviados para este relato
tecnmedx
(28 de August de 2012 a las 07:51) dice:
jajajajaja. excelente lección, felicidades erotiko y mas
(27 de April de 2013 a las 02:20) dice:
creo que no era venganza era otra cosa je je
gjfs
(19 de February de 2013 a las 14:40) dice:
Tremendo relato me puso muy cachondo. katebrown
(18 de October de 2022 a las 22:06) dice:
SEX? GOODGIRLS.CF katebrown
(18 de October de 2022 a las 19:38) dice:
SEX? GOODGIRLS.CF delicius
(1 de June de 2013 a las 02:26) dice:
es toda una puta tu esposa ponla a trabajar de prosti asi matas dos pajaros de un tiro te lo va a agradecer je je je
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