Creo que más, o menos esas fueron las palabras que le dije al dueño de la tienda de alimentos, cuando después de que me agarró robándome unas barras de chocolates, me encerró en la tras tienda, y me dijo que llamaría a mí madre.
Relato
Yo la verdad es que de momento justo cuando iba saliendo de la tienda después de tomarme un refresco, fue cuando vi los chocolates, y de momento que me antojé de comerme uno, lo malo es que con el poco dinero que tenía encima, no me alcanzaba ni tan siquiera para comprar una pequeña tableta.
Por lo que pensé que el dueño no se daría cuenta, me atreví a tomar uno rápidamente, y meterlo en mi bolsillo. Lo malo fue que el dueño de la tienda si se dio cuenta, y apenas di un par de pasos, me detuvo agarrándome por el hombro al tiempo que me dijo. Acompáñame al fondo de la tienda, y no me hagas berrinches.
Yo comencé a sudar frío, y al cerrar la puerta me dijo. Sácate todo lo que tienes en los bolsillos, y ponlo sobre la mesa. No me quedó más remedio que obedecer. Cuando él vio la tableta de chocolates, la tomó, y cerrando la puerta me dijo, no te muevas que ya regreso. Yo completamente asustado, le seguí haciendo caso, fue cuando a los pocos segundos escuché como cerraba los portones metálicos de la tienda, para aparecer a los pocos segundos nuevamente, diciéndome.
Vamos, tú eres el hijo de Ana, deja que la llamé para que resolvamos esto de una vez y para siempre. Ya estoy cansado de que a diario me estén robando mercancía, al tiempo que sacó de su bolsillo un teléfono móvil. A mí lo único que se me ocurrió decirle, fue. Por lo que más quiera, no se lo diga a mi mamá. Yo se que para un chico que estaba a punto de terminar la secundaria como yo, el que le llamen a su madre, por una cosa como esa es bien vergonzoso para ella, máxime, cuando recientemente a mi me habían expulsado de la escuela, por haberme robado unos exámenes.
El dueño de la tienda se me quedó viendo de pies a cabeza, y lo único que se le ocurrió decirme fue, quítate toda la ropa, quiero revisarla personalmente, no sea que te hayas llevado otra mercancía y yo no me haya dado cuenta. Yo comencé a decirle, no agarré más nada, pero de inmediato él me respondió, si como no, y piensas que voy a creerte, anda quítate toda la ropa, o no respondo.
Muerto de miedo, comencé a quitarme todo, a medida que él fue revisando los bolsillos, y luego tirando a un lado mi ropa, hasta que me quedé en medias e interiores. Fue cuando nuevamente me ordenó que me quitase todo, diciendo. Quiero estar seguro que no te escondes nada. Por lo que muerto de vergüenza, finalmente me quité las medias, y hasta el interior, quedando completamente desnudo.
Yo le dije, ya se dio cuenta de que no me llevaba más nada, pero le aseguro que pensaba regresar a pagar. Si como no, eso dicen todos, y al tiempo que dijo eso caminó a mí alrededor, viendo fijamente todo mi cuerpo, en especial mis nalgas. Cosa que me dio más miedo aun que el que podía sentir en esos momentos.
Así que cuando lo escuché decirme que llamaría a mi mamá, sumamente asustado, di la vuelta, casi llorando le pedí por lo que más quisiera no la llamará. Fue cuando él viéndome directamente a los ojos me preguntó. Bueno si no quieres que la llamé, que estás dispuesto hacer, para hacerme cambiar de parecer.
Lo cierto es que estúpidamente lo primero que se me ocurrió decirle fue, lo que usted quiera, yo hago lo que usted desee, pero por lo que más quiera, no llame a mi mamá. En ese instante, él colocó sus enormes manos sobre mis hombros, y ejerciendo algo de fuerza, me obligó a que me arrodillase. Yo la verdad es que ni idea tenía de lo que él quería hacer, hasta que lo vi sacar su verga del pantalón.
De inmediato traté de incorporarme, pero con su peso sobre mis hombros, me fue imposible. Al tiempo que me dijo. Bueno si tú no cumples, yo llamó a tu mamá, y a la policía también. A ver que te sucede. Pero si de ahora en adelante haces todo lo que yo te ordene, te prometo que no vas a ir preso.
Sumisamente cerré mis ojos, al tiempo que con bastante asco abrí mi boca, casi de inmediato comencé a sentir su verga dentro de ella, al tiempo que escuché su gruesa vos decirme, ponte a mamar. Por lo que a pesar del asco que todo eso me producía, comencé a chupar su verga con mi boca. Al principio él lentamente me la fue empujando hasta donde más y no podía yo tragar, pero de momento se detuvo, y sacando su gruesa verga de entre mis labios, diciéndome. Ponte en cuatro patas, y sin negarte, o ya sabes que llamó a tú madre.
Me corrían las lágrimas por mi cara, de vergüenza, de indignación, y hasta de rabia. Pero a pesar de todo lo que podía estar sintiendo en ese instante, le obedecí. Por lo que me puse tal y como me ordenó, en cuatro patas. Pensé que era preferiblemente eso, a que mi pobre, y enferma madre pasara por otra vergüenza, por culpa mía. Así que tomé eso que me estaba por pasar, como el merecido castigo que me correspondía.
Por unos instantes, sentí sus gruesos, y firmes dedos, ensalivados penetrando mi apretado esfínter, al principio seguramente fue uno solo, pero al poco rato, sentí como me introducía un segundo dedo por mi culo, y así sucesivamente, hasta que por lo menos prácticamente me estaba penetrando con toda su gruesa mano.
Nuevamente de momento, se detuvo, extrajo todos los dedos, y casi de inmediato comencé a sentir esa cosa, caliente, y bien dura con la que nuevamente me penetraba. No me quedaba la menor duda de que me estaba enterrando toda su verga por mi culo. Y aunque el dolor en gran parte al principio fue algo casi insoportable, cuando sentí que su cuerpo se unió al mío, se detuvo.
Fue cuando dándome una ardiente nalgada me dijo, bueno pendejo mueve ese culo. Yo sin la menor idea de que o de cómo hacerlo, comencé a mover mis caderas, al tiempo que él comenzó a sacar y meter nuevamente toda su gruesa verga dentro de mis adoloridas nalgas. Sentí sus gruesas manos sujetándome por las caderas, y como una y otra vez me penetraba, al tiempo que yo continuaba moviendo mi culo, para satisfacción de él.
Pero a medida que todo eso fue sucediendo, comencé a sentir algo completamente nuevo y diferente, algo que jamás en toda mi vida había sentido. Mientras que él continuaba enterrándome una y otra vez su verga, yo continuaba moviendo mi cintura, con más fuerza, y placer. Hasta que de momento, sentí como con sus fuertes brazos me abrazaba con fuerza, al tiempo que enterrando completamente toda su verga dentro de mi culo, se detuvo.
Seguramente él se había venido, mientras que yo, de manera casi inconsciente restregaba mis nalgas contra su cuerpo buscando sentir más y más dentro de mi toda su sabrosa verga. Al poco rato sentí como sacó su verga de mi culo, quedando yo prácticamente tirado en el piso de la tras tienda, con todo mi culo adolorido y bien abierto. Mientras que él se lavaba la verga, en un pequeño lavamanos cercano.
Yo pensé que todo a había terminado, pero me equivoqué, cuando comencé a ponerme de pie, me agarró por la nuca, y sin mucho esfuerzo de su parte, volvió a llevar mi boca hasta su verga. Yo sin ofrecer resistencia alguna, nuevamente me dediqué a mamar su verga, hasta que a los pocos minutos, la sentí caliente y bien dura dentro de mi boca, y gran parte de mi garganta.
Así seguimos teniendo sexo cada vez que a él se le ocurría, o me veía pasar, con el tiempo le fui agarrando el gusto a ser tratado así, y de manera discreta se lo conté llorando a uno de mis mejores amigos, al que le confesé que lo malo de todo eso era que me estaba gustando, y mucho, tanto que me dieran por el culo, como ponerme a mamar verga.
Así que cuando mi amigo me dijo que él nunca le había dado por el culo a nadie, y mucho menos le habían mamado su verga, yo voluntariamente me ofrecí. Me acuerdo que en esos momentos nos encontrábamos en el edificio que él vivía con su familia, cuando me escuchó decirle que si lo deseaba yo podía dejar que me diera por el culo, no lo pensó dos veces, y montándonos en el ascensor, llegamos a la azotea del edificio, donde alguna señoras tienden la ropa después de lavarla, de ahí pasamos frente al tanque del agua, y entramos en la caseta del ascensor.
Tras cerrar la puerta, y prender la luz, me dijo sonriendo. Aquí nadie nos va a molestar. Yo de inmediato me quité toda mi ropa, y recostándome en el piso le ofrecí mis nalgas. Pero mi amigo me pidió que primero se lo mamase aunque fuera un poquito. Por lo que yo me quedé agachado y saqué su verga del pantalón, para dedicarme a mamársela de inmediato. En cosa de segundos se le puso bien dura, y yo mismo tuve que decirle que se esperase no fuera a ser que se viniera.
Así que después de estar mamando por un corto rato, nuevamente me recosté en el piso y le ofrecí mis abiertas nalgas. Cuando él comenzó a metérmelo, le gustó tanto y tanto que me dijo que yo sería su novia en secreto, claro que yo me sentí súper orgulloso, y con más ganas moví mis nalgas, hasta que lo hice venirse dentro de mí.
Después de un corto rato, después de que se lavó su verga en una pluma que había fuera de la casucha, tal y como yo estaba continué mamándosela, hasta que nuevamente se vino pero dentro de mi boca tragándome yo toda su leche.
Durante unas cuantas semanas, únicamente dejaba que me dieran por el culo el dueño de la tienda, y mi amigo. Pero al parecer mi amigo se lo contó a otro, y este también quiso saber cómo era eso de comerse un culo, o de que le mamasen la verga. Por lo que poco a poco me fui convirtiendo en la putita de todos los chicos de nuestra calle.
Entramos al cuarto y empezó todo, él me tomó por detrás y empezó a tocar mis nalgas y me susurraba cosas al oído: ¡eres una puta q aprenderá de mí!, ¡eres mi perra! Y yo se lo confirmaba le dije q seria su perra, el me volteo y quedamos frente a frente, y acercó su boca a la mía, pero mas q besarme su lengua paseaba por mi boca.
Relato erótico enviado por Putitacachonda el 29 de December de 2009 a las 23:34:17 - Relato porno leído 140392 veces
Aventuras en Paris
Jesús y Pablo marcharon a Paris para poder vender el video. Dejaron a sus tres amigos en una casa que habían alquilado en un pueblo muy pequeño en Huesca. Los dos habían quedado con Pierre, un ejecutivo muy interesado en esta clase de material.
Relato erótico enviado por mena55 el 24 de August de 2008 a las 13:55:00 - Relato porno leído 114055 veces
Si te ha gustado Por lo que más quiera, no se lo diga a mi mamá…. vótalo y deja tus comentarios ya que esto anima a los escritores a seguir publicando sus obras.
Por eso dedica 30 segundos a valorar Por lo que más quiera, no se lo diga a mi mamá…..
narrador
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Comentarios enviados para este relato
katebrown
(18 de October de 2022 a las 20:47) dice:
SEX? GOODGIRLS.CF
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