Creo que mi nombre no viene al caso, pero si lo que me ha estado sucediendo, meses después de que comencé a prestar labor voluntaria, ignorando cuando comencé, que eventualmente terminaría mamándole el miembro a un retardado.
Relato
Yo a mis cincuenta y tantos años, soy viuda, retirada y como tengo un buen sustento económico, decidí dedicar mucho de mi tiempo libre a prestar labor voluntaria, en un programa dirigido a personas ancianas, incapacitados, o impedidos. Lo que me llevó a la casa de Hortensia, una anciana de un poco más de ochenta y tantos años, que a su vez está a cargo de uno de sus nietos, un chico de aproximadamente treinta años, al que ella y sus allegados cariñosamente le dicen el Nene. Nene tiene un diagnostico de retardo mental, entre moderado y agudo por lo que Hortensia me pudo explicar.
El chico ni tan siquiera se sentía, se la pasaba la mayor parte del día o viendo televisión, o jugando con una bola, por horas en el patio trasero de la casa de Hortensia, cuando no era que me espiaba de lejos, cosa que no me molestaba en lo más mínimo, ya que me bastaba decirle. Nene ya sé que estas ahí, y él de inmediato se marchaba a su juego o ver la tele.
Bueno desde que llegué a su casa, Hortensia quedó encantada con toda la ayuda que le prestó, ya que le da tiempo para asistir a misa, y darse su vuelta por el programa para personas de su edad. Pero más o menos a la semana de estar ayudándola, me di cuenta de que la señora se encargaba de bañar a su nieto, y cuando me ofrecí para ayudarla, de inmediato llamó a Nene y le dijo. Nene es hora de darte tu baño.
El chico sin más ni más, obedientemente se dirigió a la ducha, donde sin vergüenza alguna se quitó toda su ropa, quedando completamente desnudo, frente a nosotras dos. Para Hortensia era algo sumamente normal y corriente que su nieto actuase así, pero para mí, era algo completamente nuevo. En parte sentí algo de vergüenza, pero también mucha curiosidad, ya que hacía varios años, desde antes de la muerte de mi esposo, que no veía a un hombre completamente desnudo.
La viejecita comenzó a enjabonar a Nene por la cabeza, después le enjabonó a la espalda, continuó enjabonándole los brazos, y el pecho. Pero de momento ella le dijo. Nene enjabónate tus partes, y él así lo hizo. Hasta que ella le dijo. Ya está bien ahora enjabónate el culito, las piernas, y los pies. Yo no dejaba de ver con cierto grado de asombro, como Nene seguía al pie de la letra todo lo que su abuela le iba diciendo. Fue cuando ella me comentó, si vez que se demora mucho al enjabonarse sus partes y estas comienzan a ponerse duras, le regañas diciéndole ya está bien ahora, continua con lo demás. Y él hará lo que le digas.
Yo estaba impresionada, no tan solo por lo que estaba viendo, sino porque además el miembro de Nene aun en estado de reposo era bien desarrollado. Al día siguiente, después de que Hortensia se marchó, me dediqué a mis labores, ya las había culminado todas, cuando me di cuenta de que Nene me estaba espiando. Ya estaba a punto de ordenarle que se fuera a jugar con su pelota al patio, cuando me dije a mi misma, bueno al chico probablemente le haga falta un baño. Así que apenas dije. Nene es hora de darte tu baño. Él tranquilamente se dirigió a la ducha, y ya dentro del baño se despojó de toda su ropa, mientras que yo procurando disimular. No podía quitar la vista de su miembro.
Al igual que su abuela comencé a enjabonarle el cabello, la espalda, los brazos y el pecho. De la misma manera le dije que continuase con el resto de su cuerpo. Nene de manera obediente comenzó a enjabonarse su miembro, el que apenas pasaron unos pocos segundos, comenzó a ponerse más grueso, y largo. Fue cuando le dije, lo que su abuela me había dicho que le dijera, y de inmediato él continuó enjabonándose el resto de su cuerpo. El secarse era algo que hacía solo, lo mismo que vestirse. Pero lo cierto es que, yo estaba aun más impresionada, pero procuré no demostrarlo.
Durante los siguientes días, seguí con la misma rutina, aunque en ciertas ocasiones lo dejé enjabonarse más y más su miembro, hasta que llegó el día en que se le paró totalmente. Pero al ordenarle que dejase de enjabonarse, en lugar de detenerse, dejó de enjabonarse y comenzó a masturbarse. Hasta que le regañé pegándole un grito.
Nene al escucharme se detuvo, y de inmediato continuó enjabonándose las piernas, los pies y el culo. Yo realmente me sentí muy sofocada, hasta pensé en no volverlo a bañar, pero al día siguiente, después de que todo trascurrió con normalidad, de momento me dio un fuerte antojo por agarrar su miembro. Pero antes de hacerlo, le dije que lo iba a revisar a ver si le había quedado algo de jabón. Para disimular un poco mi verdadera intención, comencé a revisarle el cabello, los brazos, y así el resto de cuerpo, buscando rastros de jabón que yo sabía de sobra que no había.
De la manera más natural que pude, agarré su miembro, y lentamente comencé a tirar de su piel hacia atrás, hasta que su rojo glande quedó por completo expuesto frente a mis ojos. Yo tenía un incontrolable deseo de continuar, pero el temor de que su abuela llegase y me descubriera haciendo quien sabe que me detuvo. En consecuencia casi de inmediato su miembro comenzó a crecer entre mis propios dedos. Fue cuando le dije. Nene, estas bien limpio, ahora toma la toalla para que te seques. Cosa que el chico comenzó hacer de inmediato. Lo envié a su habitación y apenas se comenzó a vestir, le dije que se pusiera a ver la tele, casi de inmediato entré al baño, cerré la puerta, me subí la falda, y me quité las pantaletas.
De inmediato comencé a frotar mi húmedo clítoris, con mis dedos. Hacía mucho tiempo que no me autosatisfacía de esa forma, nada más de recordar la sensación de mantener su miembro entre mis dedos hizo que finalmente disfrutase de un tremendo orgasmo.
Al salir del baño me encontré con Hortensia, que recién llegaba, como de costumbre, no dejaba de agradecerme lo mucho que yo estaba haciendo por ella y su nieto. Cosa que en medio de todo me hizo sentir algo así como remordimientos, al aprovecharme del pobre chico en las condiciones en que se encontraba.
Pero al día siguiente en lugar de quedarme tranquila, apenas Hortensia se marchó para la misa, le ordené a Nene que se fuera a bañar. Pero en lugar de dejarlo que se enjabonase solo, comencé ayudarlo. Nuevamente sentí como su miembro comenzó a crecer entre mis dedos, hasta que su desarrollo fue total.
Yo misma lo comencé a masturbar, sin que el chico hiciera nada en lo absoluto para impedírmelo, hasta que en un arranque de excitación, dirigí mi boca a su miembro. Cosa que en mi vida había hecho, solo se lo chupé por un corto instante, ya que ante la sorpresa, él mismo Nene retiró su miembro de mi boca, visiblemente asustado. Quizás pensó que se lo iba a comer, o a morder por lo menos.
Lo tuve que tranquilizar, ofreciéndole un dulce, después ordenarle que se fuera a secar y vestir, y que se pusiera a ver la tele. No bien Nene comenzó a vestirse, salí corriendo nuevamente para el baño y comencé a tocar toda mi vulva, ya no era simplemente apretar mi clítoris entre mis dedos índice y pulgar, sino que al mismo tiempo prácticamente introduje por completo casi toda mi mano izquierda dentro de mi mojado coño, hasta que al igual que la vez anterior disfruté de un tremendo orgasmo.
Pero hasta ese día trabajé en casa de Hortensia, apenas llegó le inventé que había recibido una llamada de una pariente mía, pidiéndome que la fuera ayudar ya que la iban a operar. Yo sabía que de continuar con ese jueguito, tarde o temprano, terminaría acostándome con Nene, pero y si él después también quería acostase con su abuelita, así que por miedo a las consecuencias, me retiré.
Le subí completamente su falda abriendo sus piernitas exquisitas, inicie a mamarle sus piernas cada centímetro de ellas hasta que llegue a su zona vaginal todavía cubierta por su calzón, con mi boca muy lentamente le fui retirando el calzón hasta que le vi por primera vez su vagina hermosa, la cual estaba súper mojada de sus flujos vaginales, ella comenzó a gritar de placer y fue más cuando tome un poco de crema de chantillí aplicándole en toda su raja vaginal, con esto empecé a comerle el coño.
Relato erótico enviado por Anonymous el 25 de September de 2009 a las 17:28:48 - Relato porno leído 234969 veces
Llegue al bar y estaba Sebastian esperandome, me vio y no sacaba su vista de mi cuerpo, lo salude con un beso muy cerca de su boca para hacerle los ratones, inmediatamente me pregunto si no queria ir a su departamento (era del padre que se lo habia dejado encargado por unos dias ya que estaba en Chile). Le dije que bueno y subimos a su auto- Llegamos a su departamento y cuando entre hice un movimiento sexy con mi culo.....
Relato erótico enviado por gatitacelosa el 04 de April de 2012 a las 23:28:46 - Relato porno leído 202551 veces
Si te ha gustado Por miedo a las consecuencias… vótalo y deja tus comentarios ya que esto anima a los escritores a seguir publicando sus obras.
Por eso dedica 30 segundos a valorar Por miedo a las consecuencias….
narrador
te lo agradecerá.
Comentarios enviados para este relato
elsablesagrado
(20 de January de 2011 a las 17:25) dice:
Excelente! TANY69214
(20 de January de 2011 a las 14:51) dice:
mamita que buen relato creo que yo tambien tengo algo de retraso mental te animarias a cuidarme katebrown
(18 de October de 2022 a las 20:17) dice:
SEX? GOODGIRLS.CF Pensativo71
(18 de March de 2011 a las 00:32) dice:
Oye corazon yo estoy completamente retrasado me ayudas? manolo02
(16 de April de 2011 a las 13:13) dice:
!Buen relato y parece real ,imagino que debio ser muy rico lo que vivistes bye besos ¡
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