Soy Elvia Tv salida del clóset, y la naturaleza me dotó de formas femeninas: "tengo cejas y ojos oscuros de petañas chinas y no soy fea, mi cuelo y clavícula con mis brazos son de mujer, mis senos son de quinceañera y naturales, estoy un poquito gruesa de cintura como para poder lucir un bikini en la playa, pero tengo una cadera de 90 Cm con unas nalgas atractivas, mi clítoris o pene delgadito como filtro de cigarro mide un Cm y a veces hasta parece un botoncito, mis testículos permanecen siempre ocultos como ovarios y parece que tengo vagina; o sea que soy toda una linda mujercita tan tierna y puta como cualquiera de ustedes".
Relato
Nací en provincia pero por diferentes razones me vine a la capital de México a la edad de 15 años, y fue en el D.F. donde estudié la secundaria "en la nocturna". Por las mañanas cuidaba y lavaba coches en una zona escolar para sobrevivir, y luego de salir de la escuela me iba a casa de una tía quien me prestaba un cuartito para dormir.
Mi bondadoda tía tenía un hijo estudiando en la escuela naval de Veracruz y casi no venía a su casa, pero de su ropa me regaló algunos pantalones (3 vaqueros) y algunas camisas, y como el primo era muy delgado (talla 28) me quedaba muy apretada su ropa; pero como yo no tenía ni qué ponerme y por agradecer el presente me tuve que poner dichas prendas.
Yo de por sí soy muy introvertido y más con mi complejo, por lo que casi no tenía amigos pero sí alguna que otra amiga, quienes me di cuenta veían constantemente hacia la bragueta de mis apretados pantalones, hasta que un compañero burlonamente me dijo: "Oye, los pantalones se te ven bien padre bien lisitos de enfrente". Yo me hice tonto, pero desde entonces empecé a preocuparme en serio por mi insegura situación ¿hombre o mujer o hermafrodita?
Al poco tiempo conseguí un cuatito barato y me fui de la casa de mi tía, pues aunque era buena conmigo siempre me ha gustado, repito, vivir apartado. Saliendo de la secundaria a los 17 años empecé a trabajar en establecimientos del centro; zapaterías, loncherías y otros; pero siempre soportando las guasas y el acoso sexual y los toqueteos de los compañeros. Que la mera verdad no me disgustaban del todo, eso, cuando me decían dulces piropos y me acariciaban las nalgas; cosa que yo dismulaba haciéndome la enojada.
Por entonces ya tenía 21 años, cuando en un trabajo como dependienta en una fábrica de telas, el dueño (un viejo sexagenario) me echó el ojo y empezó a cortejarme discretamente, a lo que para sacar un poco de ventaja $... empecé acceder y a coquetear con él. Hasta que una tarde, me dijo que me quedaría a trabajar un par de horas extras, pues le ayudaría a ordenar unos papeles y me llevó a su despacho; cerró con seguro. Me invitó a sentarme y me sirvió una taza de café, y luego de preguntarme cómo me trataban en la fábrica, sin más me la soltó. Por esa época ya no me interesaba ser hombre, y mis jeans eran super apretados, mis bulsas eran ajustadas y ya usaba brasier 32 A.
Elvia, tengo un ascenso para ti; de mañana en adelante vas a ser mi secretaria particular: "Ven nena, siéntate aquí, pues este va a ser tu lugar". Palpándose sus piernas. "Bueno, si es que aceptas el nuevo puesto que te ofresco" ¿aceptas corazón?
"En la forma de pedir está la forma de corresponder". Y sin más me acerqué y me senté en sus piernas, me acomodó, e inmediatamente sentí su erección por mi entrepierna; la verdad nunca había estado en semejante situación y me dejé querer: "me besaba la boca que yo cerré, luego me besó el cuello, y desabotonó mi blusita sacándo mis tetitas y chupándome los pezones que se pararon enseguida, me desabrochó el jean vaquero para meter su mano y acariciarme las nalgas, hizo a un lado el tanguita rosa de algodón y con la yema de sus dedos acarició mi cola y anito, también me metió la mano por delante y estuvo sobando mis pelitos pubíanos, pero por lo apretado del tanguita no llegó a mi clítoris. En ese estado tan caliente, impulsivamente le desabroché el cinturón y bajé el pantalón... su falo mediría unos 12 Cm pero era muy grueso que se me antojó darle una mamada... se puede decir que la primera de mi vida (pues de chico como de 6 ó 7 años, había un jóven que tenía una tienda, y junto con otros 2 niños íbamos a comprar dulces, y aquel muchacho nos regalaba hasta refrescos con tal de que le mamáramos la verga, y también nos dedeaba el culo; pero eso era un sueño borroso que casi había olvidado. Ahora era diferente, y ciertamente nunca me había llamado la tención la verga, sino tan sólo ser una mujercita; mujercita que hoy estaba hincada ante los huevos de su jefe y sinceramente no me supo tan mal aquella mamada y las siguientes, ya que llegamos al acuerdo que no me cojería por estar él mal del corazón; cuestión que yo acepté encantada de la vida junto al nuevo puesto y el buen aumento que me dio el viejo.
Mi jefe aquél, me compraba ropa muy sexi que yo le modelaba en su despacho, y como también le fallaba la vista y usaba gruesos lentes, yo me encueraba y cambiaba frente a él y no dio señal de darse cuenta de mi "clítoris". Y diariamente me sentaba en sus piernas (semana inglesa), me maboseaba hasta cansarse y besaba hasta donde podía, incluso me mamaba el culo y yo le seguí
mamando la verga sin tragarme sus mecos... hasta que en 4 años más junté mis ahorros y puse un local (boutique de mujer), donde hasta la fecha sigo trabajando prósperamente.
Con la buena noticia que en el deportivo al que voy a trotar y hacer gimnasia, para bajar los 2 ó 3 kilitos que tengo de llantita y lucir en bikini, ahí conocí hace 2 años a un muchacho muy guapo
(amor a primera vista): "Su nombre es Yany (es hijo del portero) y actualmente tiene 28 años, 4 años menos que yo, de estatura mide 1.72 Mt, 7 centímetros más alto que yo, es de pelo en pecho y de cuerpo atlético ¡y me lo amarré! ¡Qué felicidad! Estar pendiente de su cuello con mis manos entrelazadas y besando sus exquisitos labios carnosos, oyendo sus suaves piropos en mi oído y recibiendo mil caricias con mil mimos; mi Yani, mi novio y próximo marido a quien con mucho gusto le di las nalgas y el culo, pues fue el primero que penetró mi recto tan codiciado con su hermosa verga de 10 C. flácida y 17 Cm erecta... además de los lindos huevos que no me cansó de mamarlos; mi Yany, mi amor y próximo marido.
Nomás que por sentirme Lady Gaga, hice un viaje a Taxco para comprar artesanía de plata para vender en mi negocio. Pero pasó lo inesperado, y forzosamente le fui infiel a mi prometido; cosa que no le oculté y conté todo: "pero como me quiere mucho me perdonó y estoy feliz porque faltan 2 meses para nuestro casorio aunque ya vivimos juntos".
Gracias por su lectura, en espera de su valioso tiempo para mi siguiente relato.
Yadira y yo que me llamo Luis, llevamos varios años de casados, pero no nos consideramos una pareja común y corriente, ya que desde que éramos novios nos dimos cuenta que tanto ella como yo somos personas de mente abierta, ella no se considera dueña de mi cuerpo, ni yo tampoco me considero dueño del suyo, por lo que si nos place en algún momento llegar a tener relaciones con otra persona, las disfrutamos abiertamente, sin que por ello el amor que nos sentimos mutuamente se vea lesionado o disminuido. En ocasiones tanto ella como yo también le damos rienda suelta a nuestras fantasías, con la completa colaboración tanto mía como de parte de ella.
Relato erótico enviado por narrador el 13 de March de 2011 a las 21:45:11 - Relato porno leído 120861 veces