Cuando vi por Internet las imágenes de Lady Gaga, me di cuenta que mis bragas me tallaban mejor que a ella las suyas, pues a mí se me ve planito mi "clítoris", si acaso como un abultado tamalito por los rizados pelitos negros de mi púbis; con liguero y toples tampoco le pedía nada a la Gaga: a excepción de unas ligeras llantitas que me impedían lucir en micro bikini en balnearios o alguna playa, por lo que me propuse quitarme la grasa de encima haciendo ejercicio en un campo deportivo. Exitosamente. Elia.
Relato
Yo iba al deportivo 2 ó 3 veces a la semana, y los días que no iba a trotar hacía gimnasia casera y bicicleta fija, por lo que progresivamente fui moldeando mi vientre y cintura, y casi en 6 meses empecé a verme como quería, y aumentaron los fiu, fiu, y los piropos que naturalmente me caían de maravilla haciéndome sentir muy bien, tan bien como me sentía con el roce de mis licras negras o verde aceituna que hacían resaltar mis muslos y nalgas, y mis playeritas de algodón y tirantes de diferentes colores muy ajustadas y sin sostén, abrazadas a mis morenitos pezones enhiestos.
Aproximadamente hace año y medio, a las 6 a.m. me abrió la puerta un muchacho guapísimo, y aunque jamás me habían atraído los hombres, nomás de ver su rostro y silueta atlética hasta me quedé con la boca abierta. Y desde esa primera vez que lo vi directamente a sus bellos ojos, se me metió en la mente y lo empecé a desear con toda la pasión de mi alma y mi cuerpo: desde ese día supe que él sería el dueño de mi corazón y el primero en culearme, él, el dueño de la primera verga que me alimentaría con su semen, pues inundaría mi culo de leche lo mismo que ahogaría mi boca de mamadora.
Por esos días le eché más ganas al ejercicio, y como empezamos a charlar desde el primer día, a la semana de conocernos, Yani y yo ya éramos novios, y sólo otra semana más pude ocultarle cuál era mi situación, seudo "hermafrodita", ya que sin embargo de manosearme casi a fondo, cuando me tocaba mi chocho sobre la tanga o pantaleta, únicamente me decía "mi linda pepita, mi rica papayita"... y luego me acariciaba los muslos y glúteos y decía: "mis lindas piernas, mis nalguitas preciosas, mi lindo culito"... y me metía el dedo índice poco a poquito en mi ano bien apretadito;
luego sacaba el dedo y lo lamía. Ese y otros detalles a mí me enloquecían, y para tranquilizarlo le daba unas sabrosas mamadas, hasta chorrearse en mi boca tragándome hasta la última gota de su elixir divino.
Pero pasó lo que tenía que pasar, me pidió la panocha y las nalgas; le confesé que tenía un pitito "clítoris" de un Cm que ni se me paraba. Él, frunció el ceño con extrañeza y como que no lo creía, hasta que me bajé el cachetero de encaje negro y le mostré mi coñito como un botoncito... y Yani me abrazó fuertemente para decirme: "Elvia, tú eres la mujer de mi vida, te amo y quiero que seas mi esposa; pero la verdad ya no aguanto las ganas de culearte, déjame penetrar tus pliegues y bello pozito ¿sí muñeca preciosa? Sí papi. respondí. Soy tuya, culéame y hazme todo lo que más quieras, porque tú también eres el hombre de mi vida, mi amor.
Y esa mañana en la caseta y sobre una colchoneta con qué ternura me desvistió y lo desvestí, me chupó el culo (69) y yo la verga y los huevos y su peludo ojete, y ya caliente me puse como perra para que me sodomizara; me dilató el ano con sus dedos para después untarme una crema líquida, lo mismo que se untó en todo lo largo de su musculosa verga (trifásica) sin venas pero super sabrosa: puso la rosada cabeza en mi esfínter palpitante el cual traté de aflojarlo, y poco a poco fue empujando con fuerza y yo de reversa... al fin entró la cabeza, me ardió un poco pero le supliqué que siguiera con calma ¡sigue despacito papito lindo! ¡äbreme los pliegues y párteme el culo! ¡Es todo tuyo mi rey!
Y él por igual fuera de sí me profería ¡vas a ser mi puta! ¡Mi perra putona! ¡Mi culeadora! Y yo:
Sí, soy tu puta, tu putísima perra culeadora y mamadora; le repliqué entre un agudo dolor que al cabo de cada bombeo de verga se me fue quitando convirtiéndose en el máximo de placer por mí sentido hasta ese día, y disfruté de sus 16 Cm y buen grosor como del golpeteo de sus huevotes en mis insaciables nalgas.
Nos acoplamos tan bien cojiendo, que en dos meses más acordamos vivir en unión libre, y se fue conmigo a mi departamento, para tranformarse en mi marido, quien sueña con preñarme, pero como llevar a fin un proceso así nos llevaría tiempo y costaría mucho dinero, por eso lo de mi embarazo lo dejamos en un sueño. Por lo mientras de tanto ejercicio que hacemos con el sexo en cualquier parte del Depto, ya casi eliminé mis llantitas y peso 57 Kg, en 55 creo que estará muy bien para mi 1.65 de estaura. Mi marido al verme en bikini me dice que soy un mango, y me chupa el ojete como si se fuera acabar, antes de enterrarme su adorable verga hasta topar con sus dos pelotas; su exquisita verga bien encajada en mi culo hasta la muerte.
Un día ecostados desnudos en la cama, le dije a Yani que yo era su Lady Gaga. Y mi marido me contradijo, me observó que yo estaba mejor que ella, y que yo era su Madona pero en morena; y yo me sentí por las nubes.
A yani le gusta presumirme, y hemos ido en su automóvil a Cuernavaca (casino de la selva), a Las Estacas Edo. de Morelos y otros balnearios, y él se enorgullece de lucirme en traje de baño, las últimas veces en bikini y se calienta tanto con verme, que ha llegado a chiquitearme dentro de la piscina. A Yani, le gusta que yo viaje en mini falda de mezclilla o mini vestidos livianos y sin calzones ni brasier, y se excita mucho que en las casetas yo abra las piernas y me vean el chocho peludo; por mi parte para calmar sus erecciones le doy sus mamadas que hasta me ha bañado la cara. Pero eso sí llegando a casa nos encueramos y cojemos como locos.
Hace un año, mi marido y yo quedamos en viajar a Taxco, Guerrero; para traer algo de artesanía de plata y venderla en la boutique. Pero como antes de conocerlo jugó fútbol en un equipo de segunda división, ahora que se cambio de equipo está en la reserva de un equipo de primera división, y debido a los entrenamientos no podía acompañarme. Aunque luego de pensarlo un tanto me decidí hacer el viaje sin mi hombre, y una noche anterior pensé en ir vestida sensualmente pero sin llegar a la vulgaridad.
Y en aquel solitario viaje, por sentirme L. Gaga o por ser tan cachonda me sucedió algo que les contaré en un tercer relato. Gracias por leer mis puterías. Elvia.
Yadira y yo que me llamo Luis, llevamos varios años de casados, pero no nos consideramos una pareja común y corriente, ya que desde que éramos novios nos dimos cuenta que tanto ella como yo somos personas de mente abierta, ella no se considera dueña de mi cuerpo, ni yo tampoco me considero dueño del suyo, por lo que si nos place en algún momento llegar a tener relaciones con otra persona, las disfrutamos abiertamente, sin que por ello el amor que nos sentimos mutuamente se vea lesionado o disminuido. En ocasiones tanto ella como yo también le damos rienda suelta a nuestras fantasías, con la completa colaboración tanto mía como de parte de ella.
Relato erótico enviado por narrador el 13 de March de 2011 a las 21:45:11 - Relato porno leído 120861 veces