Por un olvido me hicieron sentir mujer III (Vecino Morboso)

Cerré la puerta asustada, Don Joel me había descubierto, la adrenalina corría por mis venas, mi corazón no dejaba de palpitar. Estaba recargada de espaldas a la puerta gritando en mi cabeza: estúpida, cómo se te ocurrió salir sin revisar !!!

El timbre sonó varias veces, me petrifiqué.

Don Joel es uno de los vecinos más antiguos de la colonia, moralista empedernido pero con mirada lasciva; destaca en la comunidad por estar presente en todas las reuniones vecinales y siempre quejarse: la juventud está descarriada, los muchachos hacen cosas inmorales en nuestros parques, en las plazas.
Don Joel había enviudado hace 10 años, desde que su esposa murió su moralidad fue más estricta, sus hijos ya habían hecho vida, en resumidas cuentas era un hombre muy muy solitario.

El timbre sonó una vez más.

-Hijita, necesito hablar seriamente contigo.

No sabía si Don Joel se había confundido o me estaba jugando una mala pasada, él sabía que soy hijo único.

-Hijita, abre la puerta, no quiero causar una escena aquí afuera.

Rendida ante tal amenaza, me decidí a abrir la puerta diciendo:
-Por favor Don Joel, no vaya a hacer un escándalo.
-Abre la puerta. Respondió.

Lentamente lo hice, sin saber que aquel sexagenario se transformaría en un monstruo hambriento de placer.

De una manera increíblemente rápida, tal vez porque no me lo esperaba, Don Joel me tomó de los hombros y sujetándome contra la pared con su boca en mi oído me dijo:

-Con que te gusta que te la metan por el culo !!! Qué dirán tus padres cuando se enteren, te pusiste a pensar en eso ?? O solo tienes en tu cabeza como montar una buena verga.
-No Don Joel por favor, nadie puede enterarse de esto, por favor no le diga a nadie.
-Sabes bien que soy un miembro muy respetado en esta comunidad, y que puedo hacer que tú junto con tu padres sean expulsados de la colonia...

Empecé a notar como el miembro de Don Joel se empezaba a endurecer, su verga a pesar de su edad estaba dura como una piedra.

-Hace mucho que no rompo un buen culo como el tuyo. Espetó.
-Don Joel por favor, me conoce desde hace mucho tiempo. Supliqué.
-Por eso mismo sé tus debilidades. Ya suponía que eras "putita", nunca te conocí a una novia, no sales con mujeres solo siquiera para cogértelas. Ahora sé porque.

Mis suplicas no hacían entender a Don Joel.

-Ahora, si quieres que guarde tu secreto, vas a hacer exactamente lo que te diga. Sé que tus padres salieron de vacaciones, así que, vas a ser mi putita durante el resto de la semana.
-No por favor Don Joel.
-Callate y escucha!!! Mañana por la tarde vendré a cogerte, y quiero que te pongas un vestido negro, ceñido al cuerpo, consigue una peluca ondulada larga, quiero que uses una tanga y un brassiere del mismo color del vestido, zapatos de tacón altos y maquíllate para la ocasión. Seguramente la puta de tu madre tendrá todo lo que te acabo de decir.

Don Joel se marchó.

Durante toda la noche no pude conciliar el sueño, por una parte por la amenaza de Don Joel en decirle a mis padres de mis gustos; por la otra, la sensación de la verga de Don Joel dura entre mis nalgas me estaba volviendo loca.

Al día siguiente, preparé todo para mi encuentro. Un baño con agua tibia en la bañera, depilación corporal, cremas, perfumes, maquillaje, lencería, vestido, zapatos, peluca. Todo como Don Joel me había ordenado. Realmente me iba a sacrificar por mantener mi secreto.

Eran las cinco de la tarde cuando sonó el timbre de la puerta. Era Don Joel.

Cuando abrí la puerta su mirada llena de satisfacción recorrió mi cuerpo.

-Así es cómo lo imaginé. Me dijo. Ahora vamos a la sala para que me brindes un buen espectáculo.

Obedecí fielmente a sus indicaciones. Tomándolo del brazo lo acompañe a la sala. Él tomó asiento y justo cuando yo me iba sentar a su lado me detuvo.

-No. A ti te quiero ver completa. Modela para tu papito.

Sin replicar me coloqué a unos pasos de él, contoneandome suavemente, moviendo con cadencia mis caderas, él casi babeaba al verme. Me sentí excitada.

-Le gusta lo que ve Don Joel?
-Me encanta!!! Ahora date vuelta y empínate, quiero ver el culito que me voy a coger.

Giré, lentamente. Realmente me veía hermosa, el vestido me quedaba perfecto, los zapatos hacían lucir mis piernas, y mis nalgas estaban apetecibles. Levante el vestido hasta mi cintura, mi culo estaba al aire al igual que la verga de Don Joel. Se empezó a acariciar su verga que poco a poco se le inchaba, sus venas se hacían notar, su cabeza empezaba a brillar. Y yo, me empezaba a calentar.

-Ponte de rodillas y ven hacia mi. Ordenó Don Joel.

Caminando como una gatita hambrienta, me acerqué a Don Joel, cuando mi cara estaba entre sus piernas Don Joel empezó a pasar su verga por mi cara, yo sentía delicioso, estaba dura, jugosa,lista para comerse. Don Joel exclamaba de satisfacción al ver como su miembro pasaba una y otra vez por mi cara.

-Abre la boca hijita, quiero que te la comas toda.

Empecé a jugar, mi lengua recorría todo su miembro grueso, mi boca empezó a jugar con la punta de su verga, el primer alarido de placer que Don Joel soltó hizo que mi culo vibrara. Se la empecé a mamar, su verga recorría una y otra y otra vez mi boca, sus jugos sabían deliciosos, Don Joel empezó a respirar más y más rápido, su miembro se empezaba a ensanchar más, cuando Don Joel me tomó de la cabeza para alejarme yo estaba extasiada, quería que me cogiera YA. Le supliqué.

-Don Joel no aguanto más, por favor cojame.
-Sientate hijita, que ahora te voy a romper ese culo tan exquisito que tienes.

Don Joel permaneció sentado, su verga me invitaba a sentarme en ella y cabalgarlo con frenesí. De espaldas a Don Joel coloque su miembro en la entrada de mi culo, sentí como suavemente iba abriéndose paso entre mis nalgas, su cabeza entró sin complicación. Don Joel soltó un bramido.

-Ahhh, hace mucho...hace mucho...
-Hace mucho qué Don Joel?
-Hace mucho tiempo que no cogía, que rico se siente!!! Clavatela toda hijita, quiero estar totalmente adentro de ti.

Cuando su verga entró por completo no pude contenerme.

-Ayyy Don Joel, que buena verga tiene. Empecé a moverme de lado a lado para sentirla toda.
-Así, así, síguele haciendo así putita, me encanta.

Su verga recorría cada centímetro de mi culo, yo empezaba a jadear con más frenesí.

-Así papi, cógeme, cógeme, tu verga está bien dura, sigue, sigue así!!!

Don Joel me tomó por las caderas y sin avisar me levantó y me volvió a penetrar de un solo golpe, mis gritos de placer querían derrumbar las paredes de la casa.

-Te gusta mi verga putita, sé que te gusta!!! Tu culo es una delicia, que ricas nalgas te cargas !!!
-Si, si, así, así, métemela más, más duro!!!

Don Joel se levantó conmigo en brazos, me tumbó en el sillón, me puso en cuatro y abriéndome las nalgas colocó su verga en mi culo.

-Ahora como la perra que eres.
-Si Don Joel cójame.

Su verga entró nuevamente de un solo golpe, sentía sus testículos rebotar una y otra vez, Don Joel no se cansaba, yo extasiada le suplicaba y le rogaba:

-Cojame como una puta Don Joel, soy toda suya.

Don Joel comenzó a nalgearme y penetrándome con más fuerza.

-Así puta, te gusta que te castigue!!!
-Si, si, deme más, castigueme más. Ahh, ahh, ahhhhh.

La verga de Don Joel empezó a ensancharse más, el aviso de una inminente corrida.

-Arrodillate puta, quiero venirme en tu boca.

De inmediato obedecí, como buena putita agarré su verga y la empecé a mamar desesperadamente, quería ese semen en mi boca. Don Joel se empezó a arquear de placer, se agarro su verga y apuntó hacia mí.

-Cómetelos todos puta!!!
-Dámelos papi, los quiero todos en mi boca.

Chorros inmenso de semen caliente y espeso recorrían mi cara y mi boca, era evidente que Don Joel no había eyaculado en vario tiempo, al menos cogiendo.

Después de haber chupado hasta la última gota de semen de Don Joel, él volvió a pasarme su verga por mi cara y me dijo:

-Mañana te espera otra sorpresa, a fin de cuentas, aún quedan cinco días para seguirte cogiendo.

Quedé tumbada en el piso de la sala mientras Don Joel se vestía y se marchaba, aún excitada y llena de semen, mi cabeza no paraba de girar pensando en qué iba a suceder mañana.

Por ahora puedo dormir tranquila, recibí lo que me gusta, una verga deliciosa y ser sometida por un hombre. Estaba fascinada en lo que me estaba convirtiendo.

Mastúrbense pensando en mí. Besos.