Valió la pena? Si
Lo volvería a repetir? Obviamente
(Este es un relato ficticio. Lean y disfruten.)
Relato
Hola gente, soy Marina, tengo 22 años, soy una chica media flaca y de pelo castaño claro. Voy a la facultad y esto que les voy a contar paso ya hace unos 2 años. En ese entonces, estas eran de esas primeras veces que empezaba a salir con gente de mi facultad y con permiso de mis padres, haciendo que el descontrol como la libertad que sentía me invadieran. Con mis compañeras de colegio salíamos también, pero sin que ellos lo supieran y fueron en esas salidas que perdí mi virginidad en todo sentido.
Vuelvo al relato, después de una noche entera de haberme ido a bailar, terminé llegando a mi casa prácticamente a las 9 casi 10 de la mañana. Imagínense la cara de mis padres no solo al verme llegar a esas horas si no también que estaba tan borracha que no recordaba el hecho que había vomitado en las escaleras mientras subía. Tras esto, ellos habían decido ponerle un freno a mi comportamiento, castigándome no solo con no poder salir a la noche, sino que también se tomaban el tiempo de irme a buscar hasta la Facultad como para que no haga de las mías y me fuera por ahí.
Era agobiante, no podía dar ni dos pasos fuera de mi casa que ya los tenía al teléfono preguntándome en donde es que estaba o cuanto me iba a tardar y a la noche, encerrada en mi cuarto, sin quejas ni peros. Tras pasar varias semanas decidí que ya era suficiente. Necesitaba salir de esa casa y volver a divertirme. Un día, estando en la Facultad, una de mis amigas me preguntaba qué porque ya no salía con ellos o porque tanta guardia de mis padres afuera de la Facultad a diario. Tras contarle lo que había pasado, me decía que porque no solo intentaba escaparme.
Pero como podía hacerlo. Lo había pensado, pero mis padres eran los únicos que tenían un juego de llaves para entrar al apartamento. Tras mencionarle ese inconveniente, me ofreció una idea que yo creí, era la mas extraña pero la más correcta. Me contaba que tenía un conocido, de nombre Carlos, que trabajaba en una cerrajería, donde no solo hacían copias, sino que también podían hacerlas desde cero siempre que tuviera el molde de la misma.
Ella me deja el número, me dijo que le inventara alguna historia para que el aceptara hacer el trabajo, ya que llaves de edificios no querían hacer, para evitar algún problema legal, y que cualquier cosa le dijera que ella me paso su número. Decidí no hacer la materia que tenía a esa hora y me fui para poder llamarlo y ver qué pasaba. Estaba algo nerviosa, marque al número y deje que todo se diera a la suerte.
- Hola.
- Hola si buenas tardes ¿Hablo con Carlos?
- El mismo.
- Tengo una amiga (le digo su nombre), que me paso tu número porque vos sabes sobre trabajos de cerrajería ¿Tendrás un momento para poder consultarte algo?
- Si, si, decime cual es el problema.
Empecé a inventarle un historia sobre que se me había roto la llave que tenía de mi casa y necesitaba saber si podía hacerme una copia desde cero, ya que al vivir con mi família solo quedaba una sola llave y no podía solo llevármela y dejar sin llave la casa. Luego el empieza a preguntarme si esta era de casa normal o de edificio. Haciendo lo más lógico, decidí mentirle y decir que era de casa normal. El entonces me explica, paso a paso el cómo debía tomar la huella de la llave para poder hacerle una nueva. También me pasa un aproximado de cuanto me costaría y no me parecía tan caro para semejante favor que me estaba haciendo.
Le dejo mi nombre, el me pasa la dirección del lugar, que por suerte me quedaba en medio del camino hacia la Facultad y le dije que iba a pasar en los próximos días. Tras tomar la huella de una de las llaves sin que mis padres se dieran cuenta, voy al siguiente día hacia ese local.
- Hola buenas tardes
- Hola si ¿En qué puedo ayudarte?
- Estoy buscando a Carlos, había quedado en verlo hoy para que me pudiera hacer una llave.
- Disculpa linda, él no está ahora, se fue hacer un trabajo a una casa y no vuelve hasta después del cierre.
- Uy, que mala suerte.
- Pero si es un trabajo para hacer una llave, yo te puedo ayudar ¿Trajiste la llave para copiar?
- No, pero acá tengo el molde. Él me dijo que podía hacerlo desde cero.
- Mira, estos trabajos lo hacemos con el cuidado de que la persona que lo pide es el propietario. ¿Esto es realmente para vos?
- Si señor, le juro que no tengo otra intención más que usarla para mi casa
- Bueno, dame un día o dos y te lo dejo hecho al trabajo. Tenes que dejarme una seña y el precio no se si ya lo sabes.
- Ah no, lo de la seña no me lo había mencionado el otro cerrajero ¿Puedo darte la cantidad completa cuando lo termines?
- Normalmente no aceptaría, pero para una chica linda como vos, con gusto espero.
- Awww bueno, muchas gracias.
- Ok, entonces te llamo en estos días.
- Está bien, ¿Cuál es su nombre?
- Antonio.
- ¿Antonio? Bueno gracias.
- No hace falta linda, nos vemos.
Pasan los días y me llama diciéndome que mi pedido ya estaba hecho, solo tenía que llevar el dinero para poder retirarlo y listo. Al siguiente día, estaba vestida con una pollera larga floreada, una camisa blanca y unas pantys y bra, ambas negras. Preparo mis cosas y cuando estaba por guardar la plata, mi mamá me pide que la ayude con unas cosas. Esto genera que se empezara hacer tarde para llegar a la Facultad. Tomo mis cosas y salgo directo al local a retirar mi llave, me iba perder la primera clase, pero esto lo valía más.
Tras entrar al local, me saludo con Antonio y mientras él va a buscar la llave, yo empiezo a revisar mi bolso en busca del dinero para darme cuenta de que no lo tenía.
- ¿Qué sucede linda?
- No quiero que parezca una excusa, pero me olvide la plata en mi casa.
- Mira que sin plata, no hay llave.
- Por favor señor, necesito mucho esa llave ¿No podría llevármela hoy? Le juro que le doy la plata mañana sin falta.
- Mira nena, no puedo ser tan incrédulo como para solo dejar que te lleves la llave y solo me quede la idea de que vas a regresar.
- Si pudiera volvería a mi casa y se lo traería, pero me queda a contramano de la Facultad y voy a llegar muy tarde. ¿En serio no puede dejarlo así?
- No linda, no se va poder.
Estaba enojada, conmigo por olvidarme de la plata, pero con mi mama por hacerme salir tarde llevándome a esta situación. Me estaba dirigiendo a la puerta, cuando de repente una loca idea pasa por mi mente. Voy de nuevo al mostrador y esperando salir con un buen resultado.
- Disculpe! ¿Don Antonio puede acercarse un segundo?
- Si, decime ¿De qué se trata?
- Mire, no quiero que se lo tome a mal, podemos dejarlo en que yo venga mañana con la plata y listo, pero estaba, no sé, pensando si podemos llegar a otro acuerdo.
- No se a que te referís, pero escucho.
- Mire, si yo pudiera retribuirle de manera personal ¿Usted me daría la llave?
- No estaría entendiendo eso de personal ¿Cómo seria eso?
- Mire, usted es un hombre y yo, aunque a usted no le parezca, soy una mujer. No se si tengo que ser un poco más clara.
El hombre tendría unos 53 años creo, alto, flaco y viéndolo, parecía de esos tipos solitarios, de esos que de desde hace rato, no estaban con una mujer.
- A ver si entendí. Me estas ofreciendo sexo, por el dinero que no tenes ¿Es eso?
- Si, esa es la idea.
- Mira, sos una chica linda, pero yo no veo el porque debería de aceptar, digo ¿No tenes novio? ¿Qué pensaría tu familia si se entera?
- Yo novio no tengo y mi familia no tiene porque enterarse, estamos lejos de donde vivo y esto no sería más que un secreto entre los dos.
Don Antonio me mira desconfiado a los ojos y baja un poco la mirada hasta por mi cintura. Lo piensa detenidamente y vuelve a mirarme, parecía como descontento, decepcionado.
- Mira, está bien, pero solo sexo oral, todavia tengo otros pedidos que hacer y mi compañero no viene hoy.
Va adelante y baja la cortina para que nadie vaya a molestar y nos fuimos a la parte del taller que tenía al fondo.
- ¿Entonces es solo sexo oral?
- Mira, por lo que me llevo hacer esa llave, mas no te pediría linda.
Se empieza a bajar el pantalón y se sienta en una de las sillas y noto que el tamaño de su pene estaba en lo regular. Empiezo a manosearlo pero no había mucha respuesta, tal vez porque le parecía incomoda esta situación, entonces para hacer entrara en confianza conmigo, me paro frente a él y me desabotono algunos botones de mi camisa y sin quitármela, me desabroche el bra y me lo saque guardándolo en el bolso. Esto sorprendió un poco a don Antonio, me acerque tome una de sus manos y la puse en uno de mis pechos.
- Que estas…
- Shhhh, deje de estar tenso don Antonio, solo relájese y disfrútelo ¿Sí?
Me lo estaba tomando muy en serio, pero para el favor que me hizo el hombre, lo valía. Empieza a pellizcarme los pezones, haciendo que elevara unos leves quejidos, que al parecer dio resultado, su pene estaba poniéndose algo erecto, entonces empiezo mi trabajo. Abrí mi boca y empecé a comérmela con un ritmo no tan rápido, quería hacer lo mío, pero quería que lo disfrutáramos los dos. Sentía su mano sobre mi cabeza, de a momentos tironeando un poco de mi pelo, pero nada fuera de lo normal. Se lo estuve chupando, hasta que logro que se ponga completamente erecto, le paso mi lengua de arriba, abajo, mientras que con una mano lo seguía pajeando. Lo veía gozar, le gustaba mucho lo que le hacía y eso me daba más placer.
- ¿Le gusta? ¿Quiere que siga así?
- ¡¡Si nena, vos seguí, no te detengas..!!
Tras escucharlo, hizo que me calentara un poco más, no podía evitarlo, así que me quite la camisa y deje que me agarrara los pechos, mientras que yo de a poco metía mi mano por dentro de la falda tocándome por arriba de mis pantys. Mi nivel de excitación estaba aumentando, sentía que estaba a punto de estallar. No lo resistí más, tome mi pollera como mis pantys y me las baje a ambas hasta los pies quitándomelas. La cara de este hombre era de no creer. Ver a una chica joven y desnuda frente a él, era algo que jamás hubiera pensado tener hoy. Me acerco a él y comienzo a besarlo, haciendo que este me correspondiera, dejaba que me lamiera los pezones a su gusto, sus manos se apoyaban en mis nalgas apretujándolas un poco, mientras que las mías tomaban su pene, para que no perdiera su erección. Estaba excitadísima, su pene estaba caliente en mis manos y sus jadeos al oído, me hacían entrar en la idea de tenerlo dentro mío sí o sí. Me giro y poniéndome de espaldas, empiezo a acomodar su pene en la entrada de mi vagina.
- Para, ¿estas segura?
- Shhhh, solo déjeme hacerlo.
- Pero, esto no es lo que acordamos.
- No, pero es lo que quiero.
Empiezo a metérmelo lentamente, ya adentro, empiezo a mover mis caderas de arriba abajo con un ritmo tranquilo pero algo veloz. Él se agarraba del respaldo y de la base de la silla, mientras que yo chocaba mi cadera con la suya. Estuvimos así como unos 5 minutos, cuando de repente el me saca abruptamente. Pensé que él iba acabar pero no, solo quería un pequeño respiro. Estaba algo molesta, pero luego veo en él una mirada seria. Me toma de la mano y me lleva para el lado de la tienda, pensé me iba a sacar del local, pero me lleva hasta un pequeño cuarto donde había una cama y me pide que me acueste en ella. Lo veo sacarse toda la ropa, se acerca a mis piernas para abrirlas y empieza hacerme sexo oral. Si ya estaba muy excitada en el taller imagínense ahora. Tras un rato de lamidas, mordidas y sus dedos dentro de mí, me hace llegar a un orgasmo. Lo veo levantarse, ahora para buscar algo en un mueble y mientras lo miraba, pensaba en algo que me hacía gracia, no relacionado a él, sino a toda esta situación. Estaba desnuda, con un tipo que podría ser mi abuelo, teniendo sexo y todo por una llave. No decidí pensarlo más y dejé que solo sucediera.
Veo que saca un condón del cajón, aparentemente su compañero, traía mujeres al local de vez en cuando y por eso estaba preparado. Se acuesta encima mío tapándonos con una frazada que tenía ahí y me lo mete despacio como si tratara de cuidarme. Yo estaba loca por sexo, pero ese sentimiento que el tenia de protección hacia mí, me hacía sentir que esta era como mi primera vez. Me besaba, me abrazaba y me penetraba todo con la misma delicadeza. No era de mi estilo tener sexo así de tranquilo, pero como me lo hacia él, era perfecto. Estuvimos así unos cuarenta minutos mínimo, para la edad que él tenía era resistente, pensaba. Mi excitación era una con la suya y esta vez, estábamos por llegar al final.
- No pares, seguí así. Siiii-aaahh...
- Así nena, ahí me vengo. Agghh.
Nos abrazamos fuerte los dos, como si no quisiéramos separarnos. Ambos, algo cansados, solo jadeábamos, él estuvo recostado sobre mí por unos instantes, se levanta de la cama quitándose el condón, lo tira a la basura, me mira, y me sonríe.
- Gracias linda por esto, te aseguro que es algo que no voy a olvidar nunca.
- Eso espero, porque si no voy a tener que volver para repetirlo.
- No seria mala idea ¿Y qué pensas hacer ahora?
- Bueno, a la Facultad ya no llego hoy y tan temprano no puedo volver a mi casa ¿Puedo quedarme acostada un poco más?
- El tiempo que quieras linda. Bueno, yo me voy a ir a vestir. Ahora que el local está cerrado, tengo tiempo para hacer los pedidos con más calma. Avísame cuando estés lista y te abro la puerta para que salgas.
- O también, podríamos hacerlo una vez más, como dijo usted, el local está cerrado, técnicamente ya no tiene que trabajar por hoy, así que, cuál sería el problema.
Me quito la frazada dejándole ver mi cuerpo desnudo. El me mira y no lo piensa ni dos veces que se quita la poca ropa que tenía nuevamente. Nos volvimos a acostar los dos en esa cama, y no sé por cuanto tiempo más lo estuvimos haciendo, pero lo disfrute de igual forma que la primera vez que me lo hizo. Nos vestimos, me despedí de el y le dije que cuando quisiera repetirlo, solo me llamara. Volví a mi casa, les mentí que por ausencia de un profesor salimos antes y mis padres no preguntaron mucho. Y así fue que desde entonces he tenido mi llave para cuando mis padres estuvieran dormidos y yo hiciera de las mías nuevamente. Y con respecto a Antonio, hubo unos dos encuentros más en ese entonces y luego, no supe más de él hasta el día de hoy.
Es la historia de como mi suegro poco a poco me fue seduciendo y como termine en brazos de el hasta que me enamore y tuve que terminar con el y de como despues de 4 años nos volvimos a encontrar ayudandome en una situación.
Relato erótico enviado por Anonymous el 31 de August de 2010 a las 00:12:22 - Relato porno leído 123399 veces
Quinto relato de la saga, continuación del relato “Follando con dos compañeras de trabajo”. Estoy de nuevo aquí para seguir relatando las peripecias sexuales que tuvieron lugar después de la gran follada en el despacho de Debla. La siguiente historia se desarrolla en una pequeña habitación de un local de intercambios de parejas.
Relato erótico enviado por ELMORROCHO el 06 de July de 2009 a las 14:00:24 - Relato porno leído 47271 veces