Por unos unas copas mi cuñada se me entrego

Ana maría es su nombre, ella es una mujer muy guapa de treinta y dos años de edad. Ella de de tez blanca, sus ojos son negros naturales, posee cabello negro largo, sus labios son carnosos y muy sensuales, ella luce una sonrisa seductora. Su cuerpo es en verdad sensual, se conserva en forma, luce unos pechos muy deseables, unas piernas deliciosas y un culo muy apetecible. Se conserva soltero pero sin duda le encantan las aventuras ocasionales, ella es una mujer que disfruta del sexo con total liberad y sin tabús religiosos, ella tiene una brillante carrera profesional pues es profesora y da clases en un jardín de niños, también diré que es una mujer muy alegre, optimista y trabajadora aunque desconozco el motivo del porque no se ha casado pues ella es una mujer muy guapa y no dudo que haiga más de un hombre interesado en formar una familia con ella, pero no ella permanece soltera aunque esto no le impide gozar del placer del sexo e incluso por labios de su propia hermana o sea mi esposa me he enterado que ella tuvo varios enamorados en su juventud antes de graduarse. Bueno ahora les platicare un poco sobre mí, pues sólo mencionare que soy un caballero de treinta y cinco años. Soy delgado, cuerpo respetable, poseo tez blanca, cabello corto y negro; además diré que soy abogado esta es mi carrera profesional desde hace tiempo, no vayan a pensar que soy un adicto al sexo porque no es así pero ustedes amigos hombres sabrán que somos débiles ante las seducciones de una mujer sensual y sin duda no aguante la tentación y fornique con la hermana de mi propia esposa o sea mi cuñada quien desde que me conoció yo note que le guste, así fue hasta que me sedujo lo suficiente para olvidar a mi esposa y atreverme el hacerle el amor a ella.

Bueno ahora les platicare que me case hace unos tres años apenas, yo y mi esposa habíamos mantenido actividad sexual durante un año completo con anticonceptivos pero después de este año sin hijos a ambos nos dio ganas de tener un hijo pues amo a mi esposa y ese era mi sueño más grande el tener un hijo fruto de nuestro amos, así que empezamos a hacerlo sin anticonceptivos hasta que mi amada esposa quedo embarazada de nuestra primera hija, así paso el tiempo y nuestra hija fue creciendo pero como antes dije mi cuñada puso sus ojos en mi desde que me conoció, desde ese instante ella discretamente me coqueteaba a escondidas de su hermana o sea mi esposa cuando la invitamos a cenar, pero como ya enfatice yo amo a mi esposa y evadía sus insinuaciones por completo, además ella trataba de no ser tan obvia conmigo pues aparte de esto ella se dio cuenta que no soy el típico hombre que anda engañando a su mujer hasta con sus hermanas. En fin paso un año completo sin nada más, yo vivía feliz mente con mi amada esposa y mi recién nacida hija, parecía que éramos una total familia feliz y que la infidelidad no llegaba ni en mi esposa ni en mí, yo mismo cuando oía hablar de maridos infieles me indignaba e incluso los condenaba sin saber que tarde o temprano le seria infiel también a mi esposo y vaya con su propia hermana, después de un año ya se acercaba el primer cumpleaños de mi niña, para esto comenzamos a organizar todo e invitamos a familiares y amigos, obviamente también mi cuñada Ana maría pues nunca pensé que en esa fiesta estando ahí presente pudiera al fin suceder algo entre ella y yo, pero sin duda ahí fue donde no resistí la tentación y la hice mía impulsado por mis instintos de hombre, ahora sólo espero que mi esposa jamás se entere de esto pues de ser así significaría la destrucción de mi matrimonio.
En fin llego por fin el gran día de esta fiesta en honor a mi hija, todos nuestros invitados asistieron normalmente entre ellos mi cuñada, la fiesta fue transcurriendo de manera tranquila y muy divertida pues entre payasos, globos y chistes el día se paso volando hasta que llego la noche. Ahí termino la fiesta de niños e inicio más la de nosotros los adultos, fue donde note como mi cuñada comenzó a tomar un poco más de lo normal, esto sin duda fue la causa que le motivo a exceder más conmigo, yo igual tome unos tragos de champaña pero no fueron muchos ya que cuando tomo más de tres tragos por naturaleza yo me embriago rápido y pues no quería arruinar la fiesta de cumpleaños de mi hija. Eran cerca de las 10:30 de la noche, algunos invitados ya se habían retirado y solo quedamos pocos, mi cuñada se levanto dirigiéndose hacia el baño ya un poco mareada por el alcohol pero puedo ponerse en pie aun, yo obviamente me quede en la mesa con los demás. Mi cuñada fue vestida esa ocasión con un vestido color gris con flores blancas el cual tenía falda hasta sus rodillas, también tenía puesto un saco negro que cubría sus senos, portaba medias oscuras en sus deliciosas piernas y unas zapatillas negras de tacón alto. Sin duda se veía muy sensual y provocativa esa noche.

Pero sin duda lo bueno comenzó cuando vi como desde el pasillo se retranco en la pared viéndome, ahí comenzó muy discretamente a subirse su falda enseñándome sus piernas al mismo tiempo que se chupaba sus dedos dándome una mirada muy picara y coqueta, al principio trate de no tomarla en cuenta pues sabía que estaba bajo efectos del alcohol, pero conforme continuo esto mis instintos de hombre salieron y ocasionaron que me iniciara a excitar con esto al grado que mi pene comenzó a pararse, yo no sabía ni qué hacer ni cómo controlarme pues por más que luchaba por concentrarme en la conversación en la mesa ya no podía, fue así hasta que la tentación me gano y con pretexto de ir al baño me levante de la mesa a prisa hacia donde mi cuñada. ¿Estás loca, qué crees que haces? Fueron mis palabras iniciales pero la muy zorra me dijo ¡Por fin mi amor! Fue ahí donde ambos comenzamos a besarnos apasionadamente y así comiéndonos a besos nos metimos al sanitario. De una vez dentro ella no espero más, bajo el cierre de mi pantalón sacándome mi pene ya bien duro y erecto, la muy puta comenzó a chupármelo de una manera tan experta que me sorprendió pues pareciera que ya había mamado cientos de penes en su vida, mi esposa también me hace sexo oral pero nunca me lo ha chupado como mi cuñada. ¡Hazme el amor por favor! Me dijo con voz muy sensual, yo a prisa la puse de pie. En ese instante tome la falda de su vestido y se la subí por completo, tome sus bragas y de un jalón se las baje totalmente hasta quitárselas, la retranque sobre la pared del baño y ahí fue donde ella misma tomo mi pene y se lo puso directamente en la entrada de su vagina. Sólo basto un leve empujón y se la metí hasta el fondo de su vagina, ella al sentir mi pene dentro de ella dio un gemido leve y se chupo los labios, así comencé a penetrarla a velocidad normal pero como estaba consciente de que en cualquier momento alguien podía entrar y vernos traté de apresurarme e inicie a metérsela con más velocidad, esto sin duda provoco un placer mucho mayor en ambos pero como la velocidad era enorme sólo duramos poco menos de ocho minutos y yo sentí en ese instante las ganas de vaciarme, yo le previne pero la muy golosa de mi cuñada me dijo ¡No papacito, por favor vacíate en mi que quiero sentir tu lechecita caliente en mi vagina! Estas palabras tan sucias me excitaron aun más y de inmediato eyacule llenándole la raja de semen, fue tanto que al sacársela escurrió de su vagina todo el semen por sus piernas, yo no podía creerlo al fin me había cogido a mi cuñada y de paso le había inseminado la vagina, pero fue algo maravilloso y como dije al principio ahora sólo espero que mi esposa jamás se enteré.