Prendas favoritas

Hola Amigos.
Agradezco el espacio y concederme el permiso para hacerte llegar el día de hoy el primero de muchos relatos que deseo compartirlos, espero y sean de su agrado.
Me llamo Marco, de inicio les cuento que desde que fui un infante despertó mi sentido sexual viendo prendas íntimas de mujer, esto se podría decir que gracias a mi madre, ya que me pedía favor que la ayudara cada vez que iba a lavar la ropa de la familia, esto en los fines de semana.
Me decía donde estaba la ropa que debía lavarse y yo me encargaba de ir por los cestos o contenedores y concentrarla en el patio de servicio, enseguida iniciaba su actividad, en ocasiones cuando, era reducida la cantidad lo hacía a mano, por lo regular su ropa interior y en lavadora si era mayor la cantidad.
Recuerdo que a veces yo llegaba de improviso a su encuentro ya que me gustaba acompañarla y platicar de otras cosas, y así, la encontraba atendida exclusivamente con sus interiores, pantaletas y brassiers, al estar cerca de ella, y cuando ponía mi vista atenta en sus manos, de inmediato se detenía y cubría sus prendas con otras con tal de no verlas, como que le daba un poco de pena por ser masculino y ver sus cosas que no me correspondían, me miraba se sonrojaba y me pedía que fuera a hacer otras actividades o ir a jugar con mis amigos muy cerca de la casa.
El tiempo fue pasando y mi acercamiento era más frecuente y con más comunicación con ella, pero en mí estaba ya presente ese deseo sexual que me despertaba y excitaba cada que la veía con sus prendas íntimas de mujer.
En ocasiones, me decía que iba a salir a la calle y me encargaba que metiera la ropa del tendedero cuando estas se secaran, y esta era mi oportunidad para ver más detenidamente esas pantaletas húmedas y olerlas en completa intimidad, como disfrutaba esos grandes momentos, de tomar solo estas prendas, llevarlas a mi habitación colocarlas sobre la cama y olfatear las entrepiernas o pasar mi miembro muy erecto sobre los puentes de algodón impregnados de su delicioso olor.
Como que ella comenzó a darse cuenta de los cambios hormonales que iba teniendo en mi adolescencia y notar que utilizaba sus pantys para mis fines sexuales al hacerme unas grandes pajas con ellas, y como que de alguna forma también me “ayudaba” en este sentido, ya que no me decía que me retirara cada vez que lavaba sus interiores, al contrario me llamaba para hacer conversación u otro pretexto para estar junto a ella y que me permitía ver como lo hacía con mucha naturalidad, talvez con ese propósito de demostrarme mas confianza y sabedora que yo disfrutaba y excitaba de esos momentos, y la verdad que sí, no lo niego me encendía verla con sus mini ropas en sus manitas.
O cuando se tomaba una ducha, hacia como que se “olvidaba” de su prenda, abría levemente la puerta de la regadera y muy discreta me llamaba y decía, disculpa hijo, ya estoy por terminar, pásame unas pantaletas, ya ella me indicaba en donde se encontraban, de mi parte fingía no saber, pero ya conocía bien los lugares en donde encontrarlas, yo le preguntaba que cual deseaba ponerse, y me contestaba muy natural y sonriente, que la que yo eligiera estaba muy bien, me fascinaba escuchar estas palabras.
Al ir por estas, escogía de entre todas, la mi agrado, al momento también de entrar en calor y provocarme erecciones antes de llevárselas, como tenía aún un pequeño tiempo, aprovechaba siempre para hacer de las mías, de pasar mi lengua en la parte donde va la concha o restregarlo suavemente en mi pene que comenzaba a salir minúsculos fluidos pre-seminales que ahí quedaban adheridos y emocionarme al saber que pronto estarían junto a su parte íntima y llevarlos junto a ella. Pero a veces me vencía la excitación y rápidamente tomaba otra pantaleta sucia de su cajón y descargaba toda mi abundante leche sobre esta, hasta quedar exhausto y satisfecho.
Al terminar y con tranquilidad dejaba todo en su lugar a fin de no evidenciar mi acción de momento, ya solo me restaba esperar su dulce llamado y hacer la entrega, u otras veces se adelantaba para ducharse y dejar sus pantys lavadas y mojadas prendidas de las llaves de paso de la regadera, ya al salir me decía que era mi turno al agua, tal vez, con su maternal intención y comprensión de mi inocencia, las dejaba a propósito de manera provocativa para verlas mejor y con detenimiento, o ya se imaginaba la magnitud de mis atrevimientos de tocarlas y conocer sus aromas vaginales.
En una ocasión me pidió que la acompañara de compras, y cual fue mi sorpresa, que fuimos a la tienda de lencería y ya estando ahí, me pidió que la ayudara a elegir el color, diseño, y que tocara la textura del material de las bragas que iba a comprar, ya que por ser una dama de costumbres conservadoras solo usaba el modelo tradicional de unas pantaletas, la dependienta que era su conocida y su gran amiga de años, me veía como cambiaba cada vez que exhibía otros modelos, como que ambas disfrutaban de esta situación difícil para mi en ese momento, y lo hacían de más emoción ya que se las colocaban al frente y pedían mi opinión de como se verían con las prendas ya puestas en ellas, conste que me fascinaba pero mantenía mucha discreción al respecto, ya que algún error o un comentario de mi parte podría ofender y cambiar las cosas a partir de ese instante con mi madre y eso no me convenía para nada.
Por eso, sea lo que haya sucedido, agradezco a mi madre su participación en mi ser y hacerme un fetichista a esas lindas prendas llamadas pantaletas
Y así, como hoy en día, estas mini ropas, me excitan cuando las veo, ya sea en casas de mis vecinas, parientas y amigas. Si hay oportunidad tomo fotografías, las tomo “prestadas” por un rato, si puedo regresarlas lo hago, si no me la quedo, y ya es como mi valioso trofeo.
Pero esto no termina, ya que comencé a tener oportunidades de intervención y hacer cambios que creía necesarios con mi madre, que como decía anteriormente, de costumbres conservadoras y que si en un futuro corto hubieron muy buenas respuestas a mi favor.
Ya les contare en otra ocasión de momentos de intimidad excitantes en que fui participe de mis encuentros sexuales con otras chicas y damas, del entorno donde viví.
Me gustaría recibir tus comentarios u opiniones constructivas, con toda confianza, soy de mente muy abierta.
Gracias a todos.