Primera vez con un hombre muy maduro

Siempre tuve el pensamiento de ver como es un hombre mayor, si tiene la misma potencia que un joven; por cosas del destino decidí irme a vivir a otro barrio, el lugar es muy tranquilo, un día que tuve trabajo y tenía libre la pase en casa y me asomaba frecuentemente a la ventana, hubo un momento en que pude observar el vecino de enfrente un señor de 65 años, que se estaba dando un sol en la puerta de su residencia, ahí me empecé a ingeniar el plan erótico de pasar un momento caliente y cachondo con él, salí y me dirigí hacia él con mucho entusiasmo y alegría, entable primero una ligera conversación y en el cruce de palabras le pregunte que si vivía solo allí, él me contesto que en ese momento si estaba solo porque sus hijos habían salido a trabajar y que su esposa ya había fallecido; entonces me dije a mi misa “camila es tu oportunidad de caerle y ver que pasa”; entonces me le fui acercando y le susurré al oído “si quieres te puedo hacer compañía”, él me contestó que por qué no si estaba solo, entonces me invito a entrar, él tal vez pensó que yo iba solo a dialogar con él; pero cuando cerró la puerta y dispusimos a sentarnos en el sofá de su casa, yo le dije con voz calentona “hay, es que desde ayer he tenido unas ganas de que un hombre me coja” él no me entendió bien y me pregunto ¿Qué coja que?, yo le dije que me coja a mi y me haga suya y empecé a mover mis piernas y a mirar su pantalón, ahí fue cuando me abalancé y toque su bulto y le pregunté ¿Qué tienes aquí?, me dijo un pedazo de carne, yo le dije quiero probarte permíteme sacar tu pedazo de carne, y fui abriendo la bragueta de su pantalón y le abrí el pantalón completamente, luego metí mi mano y extraje suavemente su verga, me sorprendí bastante, su verga estaba muy robusta para ser de un hombre de su edad, un super pedazote de unos 22 centímetros y supremamente gruesa, su glande achatado pero bien cabezona, jamás había tocado algo así de despampanante; él muy oficioso me dijo que le dejara ver mi cuca, yo le contesté que si que claro, pero que primero quería hacer algo con él, y ahí empecé a lamer su vergota y luego a chupar su glande y le corrí la piel hacia a tras; mientras hacia este trabajo mi conchita se mojaba y ya se estaba poniendo muy hinchada definitivamente quería verga; yo le dije a él cariño te voy a mostrar lo que tengo para ti, muy alegre me dijo si quiero verla yo misma baje mis pantalones y luego mi tanga, y le mostre mi chochito de frente y me dijo: que gordita esta esa cuca yo le dije si ya me empiezan las contracciones y tengo muchas ganas, quería cabalgarlo pero no me atreví en el momento porque vi que su verga se había puesto muy grande y más gruesa, entonces quise sentirme asediada por él y que él se me montara para darme ese pedazo de carne, yo si lo deseaba con ansias y mi chochito pompeaba de deseos de sentirlo, claro no sabía lo que le esperaba; ahí él me convido a su cama para que me recostara y le abriera mis piernas, pero no se conformó con esto, sino que se agacho contra la cama para mirar mi chochito de cerca, abrió con sus dedos mis labios y me lo descarnó para observar bien mi hoyito y exclamo “esa cuquita se ve apretadita se nota que no ha probado un palo como el mío, vamos a darle lo que quiere” y se me montó empezó hacer presión entre mi rajita y con los dedos me abría los labios, a pesar de que estaba super mojada no se deslizaba porque estaba muy grande, él continuó haciéndome fuerza, yo mientras tanto gemía y me quejaba sentía que desgarraba mi chochito, más sin embargo quería una verga así de grande dentro de mí estrecho chochito, siguió dándome caña para metérmela asta que su cabeza empezó a entrar, él seguía haciendo fuerza pero le costaba bastante, entonces levante mis piernas y las apoye en sus glúteos rodeándolo con ellas, él me decía “no quiere caber” yo le dije que a la cuenta de tres los dos hiciéramos fuerza al tiempo el a metérmela y yo lo atraía bien fuerte hacia mí, y empecé a contar y en el número 3, pegue un grito espantoso me había entrado toda, él trataba de follarme para entro y para afuera pero yo estaba muy apretada y además cuando estoy excitada mi chochito se me hincha entonces se ajusta mucho, el tiraba de mí medio se alcanzaba a mover, hubo un momento como de unos 4 minutos que quedamos pegados como perros en celo, yo pensé que no íbamos a poder follar a gusto, pero luego él recobro las fuerzas y empezó su tarea a follarme primero le toco lento mientras mi vagina se extendía y luego me dio bien duro, yo sentía placer pero al mismo tiempo me dolía mi chochito, sentía que me partía en dos; él me susurraba al oído “eso era lo que querías mamita” yo le de contestaba si aunque me duela dame duro quiero no olvidar nunca esta experiencia y siguió dándome, llegó un momento en que me dijo que estaba cansado, pero que quería seguir dándome; yo le conteste méteme toda la verga y damos la vuelta que quedes debajo de mí y yo te cabalgo, nos pusimos de acuerdo y de un solo momento dimos la vuelta él quedó debajo y yo quede totalmente ensartada y seguí moviéndome hacia arriba y hacia abajo sacándola y metiéndola bien, me hacía gemir cada vez que me sentaba de completo pero sin embargo continué y sentí un orgasmo super rico, luego él jadeo y pude sentir su leche dentro de mí; después me baje con mi chochito maltratado, pero lo importante es que había quitado las ganas esa verga me las había satisfecho: él quedó muy satisfecho con lo que habíamos hecho, yo le pregunté que si tenía un espejo y me indico que estaba en el cajón cerca de su cama, cogí el espejo y me mire el chochito pero estaba super enrojecido y descarnado por lo gruesa de la verga, enseguida él se durmió yo me vestí y salí para la casa con las piernas entre abiertas, una vez en casa me bañé y me coloque algo de hielo; fue una faena espectacular con la verga mas larga y gruesa que he visto.