Hace algunos años que soy profesor, en un liceo de señoritas, se había hecho costumbre casi todos los años, tener algún avance de alguna de las alumnas, Por formación no correspondía, aprovecharme de cualquier ascendencia, o insinuación, además nunca di pie a ninguna relación con ellas.
Pero, siempre en la vida hay un pero y resulta que hacia fines del años pasado, por distintas razones que no viene al caso, se me complico la cosa, Agostina, una hermosa criatura de 18 años, repetidora procedente de otro Instituto. Criatura especial, proporcionada, de buenas formas, en un instante que se quedo a solas, yo terminaba el libro de temas, se acerco, con una excusa estupida, y me refregó sus senos, casi en la boca que como me encontró, muy caliente casi se los manoseo, al sorprenderla, huyo rápidamente, llevándose algunas sillas por delante, al otro día se arrimo cuando yo estaba solo, y esta vez disimulando, yo estaba distrito, agarrando, unos petates, acerco su sexo a mi mano, como intuí, su intención casi instantáneamente, dirigí la misma, tocándoselo con mis dedos, sentí su calentura y ante la sorpresa, volvió a salir corriendo.
Era evidente que estaba muy caliente con migo, en dos días se lanzo con todo a buscar algo con migo sin duda la diferencia de edad, esto era una barrera mas para una chiquilla, como ella así que yo posprimera vez estaba entusiasmado con una alumna
Así que me propuse, facilitarle la cosa puse carnada, es decir al otro día, Con una excusa, al entregarle unos escritos enganche un papelito con mi número de celular, era esperar si se animaba, o no pero yo estaba claro, que si y así fue a la tarde me llamó y me rogó que nos encontráramos, le propuse, vernos otra ciudad, y el punto de encuentro AL llegar estaba en punto y muy nerviosa divise, que se movía para un lado y otro, por cuando subió al auto, donde pensaba, hablar de que no correspondía, ningún tipo de relación. Corto toda posibilidad cuando me beso, tomo mi pene y me ordenó, vamos a un motel, desde ya como corderito tuve que obedecer, era la primera vez que tenía una situación asi pero me pudo al ver ese monumento de mujer, imaginé ese cuerpo, desnudo, joven y no dije palabra, allá fuimos. Cuando bajamos, ya en el cuarto nos desnudamos, yo no perdía detalle de su figura en los espejos, y por otra me veía, como un esperpento, con semejante potra, pero lo único que me importaba era que mi miembro era una estaca, con la sana intención de perforar cuanto agujero se le cruzara La invite a ducharnos y la empecé a acariciar, su calentura era evidente, estaba claro por su manera de actuar que tenía basta experiencia, por eso la lleve a la cama, abrí sus piernas, jugando un poco en sus labios vaginales, la fui penetrando, gozaba cada centímetros y cada caricia, me sentía un macho bárbaro, mi ego creció muchísimo más cuando sentí ese canal se abría al paso de mi vara, ella solo se mojaba cada vez mas, y me abrazaba, fuerte contra sus pechos, los quedaron casi estrujados en los frenéticos embates que le di, tan apretado contra ella, sus gemidos contra mis oídos era una dulce melodía que cada vez me excitaba mas, al punto que cuando se vino muy estrepitosamente, la saque de adentro, y la deje a su libre albedrío que como un imán se prendió con su boca, en una maratón de succión, me dio un tremendo placer que solo recuerdo que mamaba, hermoso, no había, nada comparable, era tal el placer que quería que perdurara, por eso la di vuelta en posición fetal, levanto un poco su pierna, y la introduje en su vagina, por detrás abrazándola, en un compás lento pero bien caliente, en perrito, lo constante del metisaca, al poco, acabo casi al instante, decía que eso era maravilloso, me encontré una perfecta mujer y mi primera vez, con ella hasta allí fue buenísima, hasta allí, ella había acabado de mil maneras, yo estaba ya con ganas de largar todo el afrecho contenido
Así que me coloque a su lado, con mi sable en mi mano, la incite que me la mamara, así lo hizo, era un encanto sentir su boca recorriendo mi pene, puesto que hasta que no acabe, no paro, se chupo todo, no se si se apiado de mi edad pero note que quería seguir, y noto que desfallecía, así que luego de ducharnos, emprendimos el regreso, que sin darme cuenta por el estado en que me había dejado, la traje casi hasta su casa, casi inconcientemente, por suerte, no hubo moros en la costa así, en una calle cercana a su domicilio la deje, mirándola alejarse, con sabor dulce en mi boca por el momento vivido con esa Joven que realmente desde ese momento me dio vuelta la cabeza casi todas las semanas, nos hacemos una escapada al mismo motel,. Ya las últimas veces, me está enseñando ella, algunas cosas, no hay dudas, ha encontrado, algún "profesor" más cerca de su edad.-