Aquí ahora les comparto esta mis historia de cómo siendo infiel y puta me entregue a otro hombre. Fue un momento maravilloso el que me hiciera el amor con todo, aunque si debo reconocer que siento culpa por eso. Bueno espero les guste... Y también espero sus comentarios.
Relato
Me llamo Beatriz, soy una mujer de treinta y seis años de edad, casada y con dos niños. Soy blanca, poseo ojos negros, mi pelo es largo color castaño, mis labios son carnosos y muy sensuales, también luzco unas mejillas que cuando hace calor se me ponen coloraditas. A pesar de que soy madre aun me cuido y gracias a eso me conservo en línea, no poseo grandes pezones como otras mujeres pero si gozo de buenas nalgas y unas piernas muy hermosas. En fin como ya mencione estoy casada desde hace ya ocho años y de este matrimonio tengo dos niños ambos varones, desde que me case hasta la fecha jamás había caído en adulterio pues sentía amar suficientemente a mi esposo y además con el tenia el suficiente placer sexual que necesitaba, pero al paso de los años el fuego entre notros se fue acabando hasta llegar al grado que semanas enteras aunque dormimos juntos no hacíamos el amor y será por esto caí en la tentación como mujer que soy y termine teniendo sexo con otro hombre, aunque si debo confesarle que no puedo evitar sentirme mal por eso, me siento como todo una PUTA y lo peor de todo es que no he terminado mi relación con él y aun continuo entregándome a ese hombre a pesar de que soy una mujer casada. Alejandro así se llama, lo conocí por casualidad en el súper pero jamás imagine que terminaríamos siendo amantes y menos que llegáramos a hacer el amor pues comenzamos sólo como amigos. El es un caballero de casi cuarenta años de edad, me gana como con 2 o 3 años más u menos, no es tan guapo pero si posee un cuerpo atlético, muy bien dotado y muy varonil, vaya que si sabe como volver loca a una mujer porque a mí me hizo tocar el cielo de tanto placer, ya hacía años que no sentía lo que es el buen sexo y con el pude volverme a sentir mujer.
La primera vez que lo vi fue en el súper mercado, en la fila de la caja. Ese día fui de compras y justo ahí estaba detrás de mi aunque todavía no notaba su presencia, en ese instante por descuido se me callo una mis compras y justo cuando intente levantarlo el lo hizo por mí, yo sólo le sonreí dándole las gracias. Luego de eso pase al baño pero pareciera que el destino nos quería unir a fuerza porque al salir de la tienda nos encontramos de nuevo, fue la primera vez que entablamos conversación, como todo un caballero se ofreció a llevarme las bolsas de compras casi una cuadra, en el camino platicamos un poco de nuestras vidas, nos presentamos y todo el rollo, la verdad me simpatizo desde el primer momento, casi como atracción a primera vista. En fin ese día nos despedimos pero no antes de que me diera su tarjeta con su número, era un ingeniero informático. Al paso de los días no podía quitármelo de la cabeza, en mi mente estaba su voz, su rostro, su cuerpo; fue así como me atreví a llamarlo para ver si nos podíamos ver, el me invito a cenar en plan de amigos todavía y desde esa ocasión casi diario salimos, estuvimos saliendo un poco más de un mes. En todo ese tiempo pudimos contarnos nuestras vidas íntimas, yo le comenté que estaba casada y que tenía hijos, el no tenia esposa pues estaba divorciado pero si también tenía hijos, los suyos ya casi universitarios por lo que me dijo. No podía creerlo, en mis pensamientos sólo estaba él y a pesar de que trataba de reprimir mis deseos hacia él no podía hacerlo, cada día eran más intensos mis deseos.
Tanto que una noche que mi esposo llego con ganas de hacerme el amor ya no quise hacerlo pues no podía obviamente estando Alejandro en mis pensamientos. De esto sólo se entero mi mejor amiga a quien le conté lo que sentía, ella trato de hacerme entrar en razón porque era una mujer casada pero yo no hice caso. Fue hasta otra cita cuando casi involuntariamente nos besamos ahí en el restaurante entre personas exponiéndome a que alguien me reconociera, fue como iniciamos nuestra relación pero a pesar de esto por semanas no pasamos de besos y manoseos sobre la ropa aun sin sexo todavía. La primera vez que me hizo suya sucedió en mi propia casa, eran un poco más de las 1:00 de la tarde, mi esposo y mis hijos no estaban en casa pues mis hijos los va a traer mi empleada domestica hasta las 3:00 de la tarde y pues mi esposo llega del trabajo hasta la noche. Esa no fue la primera vez que fue a casa pues en otras ocasiones cuando mi esposo no estaba ya había ido e incluso uno de mis niños lo había conocido pero obviamente por ser niño no sospecho nada, aunque si la única que sospecho la verdad de nuestra relación fue mi empleada domestica pero con tal de conservar su trabajo guardo silencio. En fin ese día no me imagine que viniera pues no habíamos quedado, por suerte había mandado de compras a mi empleada y le di instrucciones que de regreso pasara por los niños. Yo como hacia calor estaba vestida con una blusa blanca muy ligera y unos pantalones jeans, portaba zapatillas negras y una pulsera preciosa que me regalo mi marido. Me encontraba comiendo unas frutas en la cocina cuando tocaron la puerta y para mi gran sorpresa era Alejandro, al instante lo deje pasar pues sabía que nadie llegaría no por le menos en más de una hora.
Comenzamos platicando naturalmente pero nuestras ganas eran inmensas y fueron más cuando iniciamos a besarnos apasionadamente, el mientras me besaba empezó a tocarme las nalgas sobre mi pantalón y lo mismo hizo en mi zona intima, nuestra lujuria iba incrementando a cada instante. Yo a prisa inicie a masajearla su miembro que apenas al contacto de mis manos se le puso dura, mientras nos besábamos baje su cierre metiendo mi mano para sí tocarle por primera vez su suavecito pene de hombre. Me encogí y sin pensarlo me lo lleve a la boca, ya tenía experiencia pues a mi esposo se la mamaba anteriormente, como toda una puta comencé a meter y sacar su pene de mi boca, con mi lengua chupaba su glande y la saliva escurría al piso, pude ver su cara de placer. En ese instante no se que se me apodero y sin pensarlo ni un segundo más me puse de pie y al oído le susurre ¡Hazme el amor! A toda prisa comencé a bajarme mis pantalones pero como estaban un poco ajustados y con los nervios se me hizo un tanto difícil pero si logre quitármelos junto con mis zapatillas, clarito vi su rostro lleno de lujuria al verme casi desnuda ante él. Muy lentamente se acerco a mí, tomo mis calzones con delicadeza y poco a poco inicio a bajármelos, así al fin quedo a su entera visto mi zona vaginal un poco peludita pues no me gusta rasurarme mucho. Yo me senté en la mesa de la cocina y lentamente separé mis piernas, el al instante puso su cabeza entre mis piernas iniciando a chuparme mi vagina, yo sólo cerré mis ojos dejándome llevar, a pesar de mis pelitos sentía claramente su lengua recorrer toda mi vagina y el placer era indescriptible. Muy delicadamente empezó a introducirme dos de sus dedos en mi rajita vaginal y fue como inicie a chuparme los labios de placer y a gemir quedito, los dedos de Alejandro entraban y salían de mi vagina muy deliciosamente.
Fue en ese momento cuando Alejandro se puso de pie y claramente vi como rompió una bolsita con un preservativo que saco de su camisa y enfundo su pene con el condón. Al fin había llegado el momento anhelado para ambos, separo totalmente mis piernas y primer inicio a frotarme sobre mi vagina pero poco a poco sentí como su pene iba entrando centímetro a centímetro dentro de mi vagina, vi como su pene iba desapareciéndose dentro de mi hasta que al fin logre metérmela totalmente, inicio a moverse dentro de mi muy rico, sin duda fue el mejor sexo de mi vida, un momento que jamás olvidare. El me hizo el amor como todo un amante perfecto y saben que fue lo mejor? Que no me trato como a una cualquiera sino como si fuera su propia esposa, no me cogió sino me hizo EL AMOR. Fue un momento breve pero maravilloso, todavía después de haber terminado continuo besándome ya ambos vestidos pero cuando calcule que pronto llegaría mi sirvienta con mis niños le pedí que se retirara pero ese día no pensé en nada más que en él y que pronto deseaba volver a entregármele.
Ambos iniciamos a besarnos con toda pasión, con aun más pasión que la primera vez, mientras nos besamos Armando comenzó a tocarme mi zona intima debajo la falda de mi vestido y como consecuencia a esto de inmediato me moje toda, ¡Quiero hacerte el amor! Me dijo suavemente al oído, -Lo sé y también quiero- le conteste.
Relato erótico enviado por putita golosa el 29 de August de 2010 a las 23:31:22 - Relato porno leído 513554 veces
Relato casi en su totalidad real que demuestra que toda mujer casada es una puta sumisa en potencia
Relato erótico enviado por morboso sadico el 29 de July de 2009 a las 18:09:16 - Relato porno leído 299794 veces
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Comentarios enviados para este relato
TIM_DRAKE11
(6 de June de 2011 a las 22:31) dice:
WOW, QUE RELATO, Y POR QUE NO CUENTAS LAS OTRAS EXPERIENCIAS? OJALA TE ANIMES carlonic
(6 de June de 2011 a las 11:39) dice:
Para mi parecer, si me lo permites, solo tiene una critica, cuando hablas de ser o parecer puta lo haces con menosprecio, lo cual resta morbo al texto. Ser o parecer puta es una de las mejores virtudes de una mujer. Respetuosamente. Carlos carlonic
(6 de June de 2011 a las 10:49) dice:
Muy erotico y morboso, felicidades por el texto. katebrown
(18 de October de 2022 a las 19:43) dice:
SEX? GOODGIRLS.CF
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