Qué rica es la vaginita y el culo de mi vecina Gloria

Bien amigos lectores de relatos déjenme presentarme mi nombre es Iván, soy un señor de 37 años de edad, moreno, pelo negro con corte militar, ojos negros intensos, rostro muy masculino. Mi cuerpo es delgado, en forma y muy atlético pues realizo mucho ejercicio y soy miembro de un equipo de fútbol de mi ciudad. Soy un profesor de biología de una secundaria pública, por ello yo y mi familia somos de clase media, estoy casado y tengo dos hijos ya casi adolecentes. Además de que soy un hombre muy goloso de sexo, nunca pierdo la oportunidad de tener sexo con varias mujeres, claro sin que mi esposa se entere se soy infiel, por ello me considero un poco mujeriego.

Mi vecina Gloria no es una mujer bonita ni de lo más mínimo posible pero si tiene un cuerpo muy cachondo principalmente su culo y sus ricas piernas. Es una mujer de 32 años de edad, muy morena clara, pelo negro, ojos negros, pestañas largas, y remangadas, labios sensuales, también se maquilla un poco para verse bonita. Su cuerpo es un poco llenito pero no gorda, senos grandes bien formaditos, como ya dije lo mejor de ella son sus nalgas preciosas bien apetecibles y al igual sus piernas bien torneadas y gorditas las cuales luce cada vez que se pone falda corta y ajustada. Es de clase media baja y vive recientemente mudada hace un mes en un apartamento rentado tres casas abajo de la mía en mi misma calle. No es casada pero si madre soltera, tiene un niño de apenas tres años con al cual vive en el mismo apartamento rentado. Su forma de ser de ella es muy liberal con los hombres y le gusta coquetear con hombres maduros casados pero por des fortuna como no tiene belleza todos los hombres únicamente nos acostamos con ella y eso es todo, ella trabaja en un bazar de vendiendo ropa. Para no hacer más larga la historia comenzara ahora con la historia, espero les agrade.

A mi nueva vecina la conocí hace un mes, tres días después que se mudo a mi calle. Era un día martes que regresaba de ir a traer a mis hijos del colegio la vi por primera vez saliendo de su apartamento, era un día con mucho viento así que como llevaba ese esa ocasión una falda blanca con vuelo, el viento se encargo de subirle sus naguas y pude verle sus ricas piernas morenas e incluso me estacione unos segundos solo para verla las piernas mientras seguía caminando, eso me calentó mucho pero no pensaba que ya vivía en ese apartamento, bueno ese día transcurrió sin verla más pero fue a los siguientes dos días cuando me entere que ella era mi nueva vecina. Una tarde de viernes fui a comprar una cajetilla de cigarros a la tienda de mi calle y para mi sorpresa estaba ahí comprando un garrafón de cinco litros de agua y de nuevo traía esta vez una falda azul muy corta y ajustada que marcaba bien sus nalgas, sin pensarlo más intente hacer conversación con ella lo cual no fue nada de difícil, por ello me entere que ella era mi nueva vecina, duramos como diez minutos platicando de cosas sin sentido aun e igual le dije yo que vivía tres casa arriba de su apartamento, después de eso me pidió de favor le ayudara a llevar su garrafón de agua, cosa que sin duda acepte sin dudarlo, subí el garrafón de agua en la cajuela de mi auto y con la calentura que tenia de pensar que una mujer muy caliente como ella iba a ir en mi auto hasta olvide los cigarros, al llegar a su apartamento me pidió que también la ayudara a subirlo hasta su cuarto, de inmediato acepte con la intención de entrar a su cuarto, como viví en el segundo piso tuvimos que subir las escaleras pues no tenia elevador el edificio de apartamentos rentados, para aprovechar la ocasión le dije que ella se adelantara y así pude disfrutar de sus piernas y nalgas mientras subíamos, con esto mi verga comenzó a crecer dentro mi pantalón pero tuve que disimular naturalidad, al llegar a su cuarto vi a su hijo de tres años por lo que supuse que era casada pero al preguntarle honestamente me dijo que era sólo madre soltera.
En fin a partir de ese día mi deseo hacia ella creció bastante por lo que con alguna que otra excusa la iba a saludar con frecuencia por ello me di cuenta que estaba pasando por crisis económica pues su empleo en el bazar de ropa de era suficiente para sus gastos, nuestras conversaciones cada día se fueron haciendo más personales, con ello se entero que era yo un hombre casado y con hijos, ella me dijo que le presentara a mi familia pero con las miradas de deseo que intercambiábamos no era conveniente pues sin duda mi esposa notaria eso. Así que para simpatizarle más me ofrecí voluntariamente a financiar sus gastos pues yo tengo dinero gracias a mi profesión, de esta manera le estuve dando cantidades de dinero para sus gastos de manera incondicional para ayudarla y tratar de simpatizarle pero nunca me imagine que esto iba a resultar de verdad. La primera vez que pude manosearle sucedió en su bazar de ropa una tarde de miércoles, había yo salido de mi trabajo y como mi esposa le tocaba ir a recoger a los niños se me ocurrió ir a visitarla en su trabajo.

Al verme rápidamente me saludo amablemente invitándome a pasar a su local donde estaba vendiendo su ropa, para que nadie sospechara nada sólo me hice pasar como un cliente, para ello fingió estarme vendiendo algunas prendas de ropa, sin embargo mi calentura con ella iba creciendo cada segundo al verla de nuevo con su falda corta y ajustada color azul, así que mientras me seguía hablando puse mi mano derecha sobre sus nalgas iniciando a tocárselas lentamente, ella me miro con mucha calentura como invitándome a tocarla toda, luego muy discretamente metí mi mano bajo su falda acariciándole sus piernas y en especial sus nalgas sobre sus bragas, prosiguiendo removí sus bragas e introduje un dedo en su vagina, con esto no pudo evitar dar un gemido de placer y luego le introduje otro dedo en sus nalguitas, con ella medio cerro sus nalgas como si le hubiera dolido un poco. Con esto retire mi mano y le acomode sus bragas y falda muy discretamente, luego me saboree sus líquidos vaginales de mi dedo.

Los siguientes días fueron más calientes con ella pero aun no habíamos podido tener sexo si no fue hasta un mes más tarde en una buena mañana de domingo. De nuevo me disponía a ir la tienda por un refresco esta vez y ala encontré en la calle a unos cuantos metros de mi casa, eran como eso de las 8:15 de la mañana, ella me dijo que si no le podía ayudar a mover un sofá de lugar a lo que acepte sin pensar la sorpresa que me tenia. Tan rápidamente entramos a su apartamento le pregunte que sofá era el que tenía que mover más ella con mirada picara me dijo ¡No papacito en realidad te tengo una sorpresa!, ¡Tú me has ayudado económicamente todo este tiempo y como no puedo devolverte tu dinero te voy a pagar con mi cuerpo! Yo le dije que era algo incondicional pero en el fondo la deseaba con todo mi ser, también le pregunte por su hijo el que me dijo que la había dejado esa mañana con una amiga así que teníamos ese apartamento para nosotros solitos por varias horas. Ella con voz muy sexy me dijo ¡Hazme el amor papacito! Sin esperar más le alcé su falda y baje sus bragas hasta sus rodillas retrancándola en su pared, luego me hinque a comerle su rica vagina que deseaba tanto, sus flujos vaginales sabían sabrosos, prosiguiendo libere mi verga hecha una vara de hierro y le acomode en la entrada de su raja vaginal, sólo basto un empujoncito y se la metí toda de un golpe, ella gemía como una loca de placer mientras le metía y sacaba con toda velocidad, se notaba que tenia sexo con frecuencia pues su vagina estaba ya muy abierta pero aun así era deliciosa más yo quería más.

Antes de llegar al orgasmo retire mi verga de su vagina y la voltee para disponerme a metérsela por su culo, cosa que no le agrado mucho pues me advirtió que era virgen de culo, pero por la calentura no puso mucha resistencia, aplique saliva en sus nalguitas y lentamente le iba metiendo en su culito bien apretadito y exquisito, se noto que le dolió un poco pero al paso de unos minutos inicio a disfrutarlo. Yo con el mete y saca la estaba volviendo loca de placer indescriptible para los dos, duramos follando como media hora hasta que sentí como mi pene no aguanto más, trate de sacárselo más fue tarde e inunde su culo de toda mi leche al igual que su raja vaginal de perra puta morena. Ese fue toda nuestra follada de esa mañana, mas tarde regrese a casa con mi familia y mi esposa quien nunca se entero que me había tirado a la nueva vecina.