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Quien me diría que ese jovencito me convertiría en su amante puta. Parte IV

Relato enviado por : narrador el 14/01/2011. Lecturas: 7902

etiquetas relato Quien me diría que ese jovencito me convertiría en su amante puta. Parte IV   Maduras .
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Resumen

Una de las cosas que me sucedió estando con Jorge, fue que de las noche a la mañana él comenzó a proponerme que hiciéramos un trío, al principio con alguna amiga mía, lo que la verdad es que nada más de pensarlo me daba risa, ya que ellas seguramente se escandalizarían nada más de escuchar lo que él quería que hiciéramos.



Relato


Después de que le esplique a Jorge, que mis amigas eran muy mayores, y muy religiosas, comenzó a proponerme que le permitiera invitar a algún amigo de él, para que los tres, hiciéramos un trió, lo que realmente nada más de escucharlo me escandalizó a mí. Yo me incomodé tanto con que dijera eso, que casi lo voto de casa, le pregunté ¿que sí él pensaba que yo era una vieja loca? ¿Qué cómo se atrevía a proponerme eso? Para que de seguro después él y su amigo regasen por todos lados, lo que hubiéramos podida haber hecho, dejando mi reputación de por el piso. Jorge por su parte, también se puso bravo conmigo y por un par de semanas, no regresó a casa, y la verdad es que me hizo sentir bien mal, al punto que hasta en par de ocasiones nada más de pensar en él, me ponía a llorar como una tonta.


Hasta que ya finalizando la tercera semana, Jorge se presentó nuevamente a casa pero acompañado, y que, por un primo de él, digo y qué primo, porque ese otro joven era blanco de cabellos castaño claro, y sus facciones tenían algo de asiático. Nada más de ver a Jorge sentí ese sabroso calor entre mis piernas, estaba tan deseosa y excitada de acostarme nuevamente con él, que mojé toda mis pantis. Yo realmente ni atención le puse la presencia de su supuesto primo. Hasta que Jorge, sin vergüenza alguna frente a los ojos de ese otro joven comenzó a desnudarme, por completo.


En cierto momento pensé en detenerlo, pero pensé que si lo hacía de inmediato él se marcharía dejándome nuevamente sola, y con las ganas que yo tenía de volver a sentir su verga dentro de mi cuerpo, no me quise arriesgar a que se marchase, por lo que lo dejé continuar desnudándome sin oponer la menor resistencia, ni decir absolutamente nada, pensando que una vez que comenzáramos, su primo se limitaría únicamente a observarnos y a lo sumo se masturbaría viéndonos, mientras Jorge me penetrase. Por lo que no le puse mayor atención, aunque me moría de vergüenza.


No bien ya quedé del todo desnuda, Jorge me colocó sus manos sobre mis hombros, y sin ejercer mucha presión hizo que me arrodillase ante él, hasta que mi cara quedó a la altura de su miembro, que permanecía oculto dentro de su pantalón. Yo sumisamente sin que él me dijera nada, con mis dedos, bajé la cremallera de su pantalón y extraje su oscuro miembro, el cual tras manipularlo entre mis manos, sin perder tiempo me llevé a la boca, para dedicarme a mamárselo, frente a ese otro joven, el cual ya no veía por estar a mis espaldas.


Yo estaba de lo más concentrada en mamar la verga de Jorge, cuando él mismo me indicó que me levantase del piso, pero sin dejar de mamar su verga. Segundos más tarde, Jorge tomaba asiento en uno de los sillones de mi sala. Por lo que mis nalgas quedaron al aire, y de inmediato me imaginé que él deseaba que su acompañante viera mi culo.


Yo continué mamándole su verga a Jorge cuando al poco rato sentí unas cálidas manos que comenzaron acariciar mis muslos y nalgas, y a los pocos segundos escuché que Jorge me ordenaba que abriese las piernas. Para casi de inmediato sentir como el otro chico al que llamaba primo, colocado tras de mí, con su verga comenzaba a penetrar mi coño. Por unos instantes me quedé paralizada, pero a medida que continué sintiendo que el otro chico, continuaba introduciéndome su buen pedazo de carne, yo comencé a mover mis caderas. Así estuvimos por un rato, hasta que Jorge me ordenó que dejase de mamar.


Apenas lo hice, su primo sacó su verga de mi mojado coño, y entre los dos Jorge nos llevó hasta mi habitación, sin que yo dijera nada. Pero deseosa de seguir disfrutando de toda la atención de ellos dos. Ya en la cama tanto Jorge como el otro chico se desnudaron completamente, acostándose boca arriba el joven del cual ni su nombre sabía. Jorge me indicó que me sentase sobre al verga de su amigo o primo, dejando que me entrase por el coño, y una vez lo hice mi joven amante se concentró en mis nalgas, separándolas y untándole un poco de vaselina con sus dedos. No bien había comenzado el otro chico a meter y sacar su verga de mi coño, cuando Jorge separando mis nalgas, me penetró por el culo.


A partir de esos instantes, me dediqué a disfrutar de verdad, lo que ellos dos me estaban haciendo. Yo me movía, para adelante y para atrás, a medida que Jorge presionándome contra su cuerpo, terminó de meter toda su sabrosa verga dentro de mi culo. Algo que no me esperaba era que el otro chico se dedicase a mamar mis tetas, al tiempo que Jorge me fue preguntando si me gustaba lo que los tres estábamos haciendo, a lo que yo le respondía que sí, que me encantaba, sin dejar de moverme entre ellos dos.

Por un largo y deliciosos rato estuvimos los tres moviéndose hasta que tanto Jorge como su supuesto primo, se vinieron dentro de mí, casi al mismo tiempo, con apenas unos segundos de diferencia, mientras que yo, ya había disfrutado de múltiples orgasmos, si alguna vergüenza tuve desapareció por completo, prácticamente gritando le pedía a los dos que me dieran más y más duro, tanto por mi coño como por mi culo. Después de eso, mientras Jorge después de levantarse y darme una sonora nalgada, se dirigió al baño a lavar su miembro, yo apenas miré para el lado y vi el miembro del otro chico, viciosamente agarré su mustia verga, y sin perder más tiempo, golosamente me la llevé a la boca.

Esa noche después de que por un buen rato que comencé a mamar la verga al otro, al momento que regresó Jorge del baño, dejé a su primo y continué mamando la verga de Jorge, nuevamente así estuvimos quien sabe por cuánto tiempo. Yo me sacaba una verga de la boca, para de inmediato meterme la otra. Jorge de repente antes de que yo volviera a meterme su verga dentro de mi boca, la colocó entre mis tetas, y uniéndolas su verga quedó aprisionada entre ellas, al tiempo que continuó moviéndose, haciendo que su miembro entrase y saliera quedando prácticamente frente a mi boca, en eso comentó. Hace tiempo que deseaba probar esto. Hasta que ambos se vinieron en mi rostro, llenándome toda mi cara con su leche, la que en gran parte terminé llevándola hasta mi boca, para luego de agarrarle el sabor tragármela.

Cuando finalmente los tres quedamos exhaustos, tendidos sobre mi cama, Jorge me preguntó si me había gustado, y ya saben no me gusta mentir, por lo que a cada pregunta de Jorge o de su amigo, se las respondí con toda la verdad. Diciéndole lo mucho que me había gustado finalmente, el estar no uno sino dos machos jodiendo conmigo al mismo tiempo.




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Si te ha gustado Quien me diría que ese jovencito me convertiría en su amante puta. Parte IV vótalo y deja tus comentarios ya que esto anima a los escritores a seguir publicando sus obras.

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Comentarios enviados para este relato
lobocalientee (31 de January de 2011 a las 21:59) dice: MUY BUEN RELATO CALIENTE CALIENTE

geredu (23 de January de 2011 a las 17:56) dice: maravilloso, fantasioso para mí, pero mmmmmmm

Zak (20 de March de 2011 a las 16:49) dice: mmm muy riko ya eres una puta, si quieres podrias tener mas d elo qu ete gusta escribeme putita cosita_rika1981@hotmail.com

katebrown (18 de October de 2022 a las 20:20) dice: SEX? GOODGIRLS.CF


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