Quiero hacerte esa en que me meto tu cosa entre mis tetas... ¿Cómo se llama eso?
Relato
QUIERO HACERTE UNA RUSA...
Estoy echado nuestra cama, amor mío, esperándote a que termines de arreglarte para venir aquí y hacer realidad eso que hemos estado esperando todo el día...
Y vienes a mí, mostrando tus generosos pechos, esos que desde siempre han sido la parte de tu cuerpo que más me ha atraído a ti... No dejo de mirarlos, mientras siento esa dureza en la entrepierna, dureza que siempre aparece cuando te veo así...
Duros y redondos, apetitosos a la vista, mientras te los pasas y repasas con las manos y les echas el humectante con suavidad, de tal forma que me provocas más a cada instante. Por lo que veo, me parece que algo tienes en mente, algo te traes entre manos, o mejor dicho, algo te traerás entre tus senos...
Nos abrazamos y me dispongo a comerte tus pechos a besos y mordiscos. Siempre me ha encantado hacerte eso y yo sé que a ti también te encanta sentir mi boca jugando sin control entre ellos, pero me detienes... Algo pretendes:
- Quiero hacer algo nuevo esta noche...
- ¿Qué es, amor?
- Siéntate en el borde de la cama.
Obedezco, sabiendo que de todas maneras, hagas lo que hagas, habrá grandes cantidades de goce para nosotros dos. Sales de la cama, tu cuerpo desnudo me enciende por completo, mientras me pongo en uno de los bordes. Sentado ya, te veo acercarte y te arrodillas ante mí, como si estuvieses rendida ante mis deseos carnales...
- ¿Sabes? Casi pocas veces te he hecho una mamada...
- ¡Claro que sí! ¿Recuerdas esa vez del año pasado? ¡¡Vaya chupada que me diste!!
- Eso sí, pero hoy quiero hacerte una especial... Quiero hacerte esa en que me meto tu cosa entre mis tetas... ¿Cómo se llama eso?
- Eso se llama "hacer una rusa"*, amor... ¿Cómo así te enteraste de eso?
- Mis amigas... Ellas me dijeron que se sentía rico el roce de una verga entre las tetas... Y quiero sentirlo yo también... Que sea hoy, que tengo ganas...
- Házmela, entonces.
Mi tranca apuntando hacia tu linda cara... Esa linda boquita con esos labios carnosos y rojos como sangre. Esos labios que se irán a engullir tamaño instrumento que, me consta, nunca te defraudó en la cama. Agarras tus pechos, levantándolos de una forma tan morbosa que mi herramienta sigue creciendo insolentemente. Pones tus manos entre ellos, separándolos, creando ese espacio que albergará la fuente del deseo de esta noche...
- Házmela...
Encierras mi tronco entre esos pechos que parecen nubes de tanta suavidad que guardan, y que encierran un calor único, que me envuelve en creciente lujuria. Amasas el tronco, de arriba a abajo, lentamente y con suavidad me masturbas mientras jadeamos sincronizadamente. Descubres el tronco, portador de tu deseo, y lo vuelves a envolver. Así me gusta. El tacto de tus pechos calientes y suaves rozando mi verga me enloquece...
- Rico...
Me contengo la eyaculación de forma profesional. Nunca antes había aguantado tanto, pero allí estaba, con mi falo ardiente entre tus pechos. De pronto, murmuraste algo, no sé qué cosas, pero al poco tiempo, tus rojísimos labios aprisionaban la punta de mi pene y lo encerraban... No podía creer cuánto aguante tuve en esos momentos. Tu cabeza, con los rubios cabellos alborotados, bajaba con delicadeza hasta hacerle desaparecer la cabecita, y te lo sacabas, y lo volvías a meter. Sentí unos besos que pudieron significar el fin de mi resistencia. Seguiste engulléndote la punta, al tiempo que sentía tus pechos calentándome más el tronco a medida que les aplicabas más presión con las manos...
- No máááássss... ¡¡Me vengoooooo yaaaaa!!
Me vacié por completo y me sentí, al mismo tiempo, relajado. Pretendiste no dejaste escapar nada, pues sé que no te gusta desperdiciar nada, pero no pudiste y regué tus pechos con mi semen caliente. Seguiste lamiendo mi verga como solo tú sabes hacerlo, mientras me seguías transmitiendo ese placer que ambos conocemos desde hace tantas noches...
Nos abrazamos y nos dimos un beso tierno, mientras me preguntabas...
- ¿Te gustó?
- Me encantó, preciosa... Te luciste...
- Mmmm... Se me antoja repetir... Parece que a alguien sí le interesa...
Mi verga tiesa aprobaba esa solicitud... No fue la única vez que lo hicimos esa noche, ni esa noche fue la última en que jugamos de esa forma...
FIN
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*Expresión local para mencionar al acto de realizar el sexo oral al hombre utilizando los pechos de la mujer. En otros países se le conoce como "cubana" o "turca".
SALI DECIDIDA A CONQUISTAR A MI PAPI Y CUMPLIR CON MIS DESEOS, LE TOQUE DOS VECES LA PUERTA E INMEDIATAMENTE ME CONTESTO PASA, PASA BEBITA QUE ESTA ABIERTA., ABRI LA PUERTA Y DI UN PASO; Y ME DETUVE, MI PAPI ME DERRITIO CON SU MIRADA DE DESEO Y YO LE CORRESPONDI EN FORMA PROVOCATIVA, MI PAPI ME DIJO, ACERCATE BEBITA QUE DESEAS A LO CUAL LE DIJE: SABES UNA COSA PAPI, COMO MI MAMI NO ESTA, YO ME SIENTO MUY SOLA Y QUERIA SABER SI PUEDO ACOMPAÑARTE Y DORMIR CONTIGO, A LO QUE ME RESPONDIO: OK BEBITA NO HAY PROBLEMA ACUESTATE A MI LADO.-
Relato erótico enviado por BEBITA WILKINSON el 15 de August de 2009 a las 10:41:01 - Relato porno leído 66550 veces
Si te ha gustado Quiero hacerte una rusa vótalo y deja tus comentarios ya que esto anima a los escritores a seguir publicando sus obras.
Por eso dedica 30 segundos a valorar Quiero hacerte una rusa.
SPAZZ
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Comentarios enviados para este relato
acido00007
(24 de January de 2011 a las 21:28) dice:
que buen relato los felicito por hacer cosas nuevas katebrown
(18 de October de 2022 a las 19:20) dice:
SEX? GOODGIRLS.CF
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