Rafaela

Rafaela amiga de Aurelia, una mujer de 38 años con tres hijos de 14, 10 y 8 años sufre el mismo tormento que Aurelia tenía, el hombre entregado a la doctrina de su iglesia olvidó por completo su estado marital y esta lleva mas de un año siendo una viuda con marido más preocupado de la iglesia que de su familia. Imagina como está Rafaela, si la abrazas besas en su nuca, según ella es su punto G de su sensualidad, se vuelve loca y es tuya se entregaría con todo al macho que bese su nuca.

La bese en la nuca, tomándola de su cintura la atrape y comencé a manosear su cuerpo besándola en la nuca mordiéndola en su cuello con suavidad, como cambio esa mujer ahora convertida en una ardiente mujer caliente y desesperada por ser cubierta en un delicioso apareamiento, como se entregaba …

Le fui metiendo despacio mi pene, me detenía para besar esos ardientes labios cuando me lo pedía, para volver a meter otro pedazo y así tomándome mi tiempo logro clavárselo toda hasta dentro, me pidió que no me moviera, la disfrutaba al máximo, comenzamos a movernos, gritaba pataleaba, ponía sus manos para detenerme sobre mi pecho, logre sacarle dos orgasmos más. Comencé a aumentar la velocidad, ella movía la cabeza de un lado para el otro desesperada, gritaba, gemía suspiraba, mas de un año sin sexo y ahora la satisfacían cuidadosamente, puso sus piernas alrededor de mi cintura y me jalaba como para tenerme ahí todo el tiempo, de pronto dio un grito fuerte y su cuerpo comenzó a temblar y soltaba su venida, me pedía que no me moviera pero hice todo lo contrario me moví más rápido y ella con un ronco jadeo cae abatida ante este coito que le arrebató su pasión. Había sido cubierta por otro macho, no por su marido, pero que bien la habían saciado, ahora tendría a dos machos como dueños de su cuerpo.

Finalizado nuestro encuentro en el cual satisfacemos nuestras fogosidades reiniciamos nuestras compras y ventas… vamos a su casa a firmar las guías de compras y al pasar por su dormitorio la atrapo y rodamos en su cama.

Alce sus vestido sobre la cintura extraje sus bragas y me desnude rápidamente con urgencia para poseerme a esta mujer, ella no se opuso cuando la acomode a mi gusto y penetre su vagina suavemente moviéndome con tranquilidad, ella de pronto me toma por la cintura y me abraza contra su cuerpo sintiendo como mi pene la penetraba profundamente en su matriz, como se meneaba esta hembra y gemía, desesperada ante el fragor de nuestro enlace, me decía con su respiración acelerada al oído que si le gustaba lo zorrita que era, le gustaba que se la metiera bien metida. Esa frase fuerte y faltándome al respeto me puso aun mas excitado y ella mas que excitada, de su respiración acelerada salían las palabras….siiii siiii me gusta mucho dame mas , lo cual hice con todas mis fuerzas hasta no aguantar más y la lleno de semen, aun acelerados y apoyada de cara contra la cama la seguía teniéndola metida dentro de ella, al sacar mi verga de mi deliciosa vagina fue como quitar un hasta que mi pene arrojaba dentro de ella los ríos de semen en su matriz mientras ella gemía alborozad ante las delicias del coito…, al separarnos vemos parado en la puerta de la pieza a su hijo menor tapón y empezó a salir parte de mi semen el cual resbalaba por mis piernas,, no nos detuvimos hasta quedar agotados sobre su colchón. Sabes me dice no me cuido y de seguro con tus encantos me embarazaste.

En verdad visite varias veces a Rafaela tanto que sus hijos no se extrañaban cuando llegaba y nos encerrábamos en su dormitorio donde su madre se quejaba, lloraba y gemía de gusto… un día que no vine por dos semanas la mayor de sus hijos me reprendió por no venir como corresponde…, me dice cuando tu vienes y estas con ella, nuestra madre nos trata bien y nos regalonea, pero cuando tu no vienes ella esta nerviosa y hasta nos pega, no debes dejar de venir para que ella este feliz y nos trate bien.