Recién llegado a este pueblo trate de encontrar donde alojarme y me recomendaron

Soy una mujer de 39 años casada y sin problemas en mi matrimonio en el cual mi marido sin ser un gran gozador de mi cuerpo periódicamente unas cuatro veces al mes me satisface mis pasiones sensuales. Raúl mi marido un hombre de 46 años es adicto de juergas con sus amigos, pero no abandona su hogar y este es bien aprovisionado para que nada me falte a mi y las hijas que ambos tenemos de 14 años y de 8 años, en verdad sin ser acaudalados mi vivienda es una residencia de una familia acomodada, arrendamos unas piezas de una casa que la señora tiene dividida en tres partes una de ella , la mayor parte y después del patio dos departamentos pequeños con un baño y cocina común que comparto con una señora viuda, es una joven viuda de casi mi edad tiene 40 años. Nos llevamos bien, convivimos ambas muy amigable y nos contamos nuestros secretos, a veces hasta los más íntimos.

Una tarde que vuelvo de compras escucho en las habitaciones de mi vecina, un revuelo no corriente en ellas, fuertes suspiros, casi resuellos escandalosos, la cama rechinaba y golpeaba contra las paredes, gemidos no de dolor sino de arrebato, frenesí exaltado de excitación, duraron unos cinco minutos esos gemidos, sollozos y ardiente fogosidad, luego calma y silencio…, yo conocía esos escandalosos meneos y resuellos eran los mismos que yo entregaba a mi marido en nuestras uniones carnales, cuando gemía mis apareamientos violentos de mis fogosidades amatorias. Eso me excito y sin darme cuenta mis manos trajinaban mi entrepiernas sobando con desesperación mi vulva… estaba enardecida, acalorada mi excitación era intensa, pensaba en mi Raúl, necesitaba ahora urgente un macho que me aplacara…, en eso sale Cristina mi vecina viuda, camino al baño…, me mira extrañada, que te sucede me dice, estas demacrada y próxima a una pérdida mental…, si le digo así me tienen tus quejidos y aullidos de entrega a que se yo que semental, oye, oye…no mancilles así a mi sobrino Leo, tú lo conoces, es un macho delicado y fiel, pero yo necesitaba descargarme y como soy viuda tuve que elegir bien y él saco premio… ahora tú estas como estaba yo… Leo sacara doble recompensa y tú serás saciada por él…. Tomándome de la mano me lleva a su cuarto donde en la penumbra se ve un desajustado lecho con un mini macho semental relajado, me despoja de mi vestido bajándome el cierre y semi desnuda me empuja a la cama diciéndole al sorprendido sobrino… doble premio por tu esfuerzo es tuya poséela, Leo entre sorprendido y complacido me recibe en su nido.

Me acoge entre sus brazos, me ubico encogida de rodillas en ella y este macho aprovecha ya que mi culo esta al aire de bajarme los calzones a medio muslo antes de mis rodillas, sintiendo un miembro masculino que comienza a desarrollarse clavándome entre mis muslos, es largo, creo que es uno de los mas largo de los penes que últimamente me han penetrado, siento su grueso glande que cabezota se gasta es dura inmensa y deformada, sube este pene camino a mi rendija vaginal tratándome de penetrarme, a su vez sus manos han desabrochado mi sujetador dejando al aire mis senos duramente apretado por sus manos, sobre todo los pezones que pellizca y eso me excita, estoy en un estado enajenado desesperada mi vulva… estaba enardecida, acalorada, mi excitación era intensa, pensaba en Raúl, necesitaba ahora urgente un macho que me aplacara mi excitación a ser manejada sexualmente con un miembro encajado en mi vientre…, agachada en cuatro patas como estaba en esa cama este mini semental, me agarra por la cintura y el joven macho me penetra con su miembro cada vez mas alargado abriéndome mi vagina con ese deformado glande que escarba al ingresar en mi vagina por las paredes, trato de abrir al máximo mis piernas, pero me lo impide el calzón a medio muslo y este semental sin consideración alguna enfila su pene por mi vagina hacia mi matriz con fuertes arremetidas que me llevan a gemir y llorisquear de excitación y dolor, no evalúa su exaltación y me penetraba sin miramiento mi pobre vagina, como gozaba este joven macho al tenerme a su disposición en esa cama si rezongaba gozoso de este placer, el dolor se me calmo y pude sentirme penetrada hasta más allá de donde llegaba mi marido, sentía su pene golpeándome mi estomago, gritaba y lloraba estimulada y aguijoneada por el placer de tener mi vagina abierta hasta casi reventarse, un pene que golpeaba mis órganos interno con destreza, sentía sus jadeos… escuchaba que me decía…, decirme eres mía…, te estoy cubriendo … eres mi perra excitada y caliente…, deseas mi leche caliente en tu útero, llegue a esta situación por estar enardecida, acalorada y mi excitación muy intensa, el escuchar sus palabras más me enardecían, me calentaba aun más, era una puta enajenada deseosa de semen, necesitaba de un delicioso apareamiento, este macho me lo estaba dando… que exquisitez …, que complacencia más delicioso me estaba dando este joven macho sobrino de Cristina…, no se como nos dimos vuelta logre sacarme mis calzones y mis piernas al aire abrazan por detrás de su cintura a este macho, mis brazos lo ahorcaban atrayéndolo contra mi cuerpo, lo deseaba mas adentro aún…, el joven semental me besaba y chupaba mis senos, luego mi cuello fue chupado, me quedarían unos moretones de marca, pero no me importaban quería sentirme apareada, estaba acarreada hacia la lujuria de un unión carnal sin comparación, nunca mi marido me había llevado a esta locura, gritaba entregaba mi cuerpo meneándolo con gran ímpetu, el macho me acompañaba y pensaba que delicia de copula quería mas, traspasado mi enervación por un genuino y natural fruición de esta deliciosa penetración deseaba a este macho , deseaba que se quedara dándome agrado y encanto, pertenecía a este joven sobrino de Cristina era desde hoy mi macho, mi amo ,mi señor. En esos instantes siento como este adolescente regaba con sus fuertes y potentes ríos de semen mi matriz, era una deliciosa tibia esperma que inundaba mis entrañas que delicia y caímos ambos extenuado uno al lado del otro abrazado.

Tuvo que hablarnos Cristina para que retornáramos a nuestra sensatez, ahí me di cuenta que había entregado vulneradamente mi cuerpo a un adolescente y que este me había saciado y aplacado mis sensualidades voluptuosas llenándome mi matriz de su semen y yo no me había protegido ni le había solicitado a Leo protegerse con condones, por lo que este juvenil sobrino de Cristina me había fecundado preñándome uno de mis óvulos de mi vientre. Se lo comento asustada a Cristina y esta loca me dice que felicidad te embarazó mi sobrino, tendremos un bebé para ambas, yo no puedo concebir uno por que soy viuda, pero tú por estar casada si puedes dar a luz bebés.

Si tendría un bebe de este juvenil espécimen macho, ahora tendría dos sementales descalabrando mi vagina para preñarme.

Durante mi embarazo de los nueve meses pude satisfacer a mis machos ocho, mi marido como siempre poco amigo del sexo cada mes no más de cuatro o cinco veces se apareaba conmigo, no así mi joven semental cada semana era una o dos veces poseída por este vigoroso y potente semental en el mes era penetrada por su fabuloso pene a lo menos siete veces.