Reemplazo a mi profesor en sus tareas.

Todo comienza un mes de invierno en el cual uno de mis profesores don Juan de 40 años se enferma y el curso me nomina para que lo visite en el nombre de todo el curso.

Voy a su casa me recibe una mujer de mediana estatura, no mas de treinta y tantos años, pelo negro, vestía una bata de casa con gran escote que apenas lograba sujetar sus prodigiosos senos, su largo apenas cubría sus muslos, en verdad esa mujer despierta mi apetito, pregunto por el profesor y ella me dice mi marido esta bastante complicado el medico le ha dado un remedio que lo adormece cuando lo toma por mas de dos horas luego es capaz de conversar, y recién hace media hora que se lo tomo está totalmente adormecido en una siesta que le durara a lo menos una hora mas…, si deseas vuelves en una hora mas o si prefieres esperar acompañándome mientras lavo la ropa y seco esta en la secadora automática, eso me entretendrá ya que estoy muy sola y no puedo salir a visitar mis amigas por su enfermedad.

Entro en su casa y al pasar por el dormitorio veo a mi profesor en el lecho durmiendo al pasar para la cocina, salimos a un patio interior y entramos a una pieza espaciosa que era usada como despensa, sala de lavado y planchado. Al fondo de ella un sillón donde acumulaba la ropa planchada y al lado un diván ahora ocupado por ropa a lavar…, Raquel era el nombre de esta dama comienza a lavarla y a conversar conmigo averiguándome secretos de la escuela y luego entra en preguntarme por mi vida privada, le cuento que tengo 17 años, me dice que tengo un cuerpo musculoso por el gimnasio, me río y le cuento que no es el gimnasio sino que mi tío tiene un almacén y vende leña para las estufas, pero esta llega en grandes maderos que hay que cortar a hachazos y reducir su tamaño, en esos menesteres he desarrollado mi cuerpo dale que dale con el hacha…, tienes 17 me dice creí que tenías mas edad, por tu corpulento cuerpo en verdad dice, tienes un bonito dorso. Eres musculoso tus novias deben gemir entre tus fuertes abrazos al tomarlas para besarlas…, no tengo novias le digo y nunca he tenido una mujer entre mis brazos para besarla, ¿Cómo, me dice… tus compañeras están ciegas que no ven a este macho estupendo? … río con su conversación y la miro que al agacharse a recoger prendas que se le caen al suelo me muestra hasta sus calzones por su corta bata, y si lo hace de frente me muestra un hondo valle formados por sus prodigiosos senos, creo que veo hasta su estomago por ese valle.

Sigue indagando de mi vida y al contarle que no he tenido novias, ni mujer en mis brazos, ni contacto con mujeres me dice que las mujeres jóvenes están ciegas, que ella se tiraría en mis brazos si fuera mas joven, imagínate mi marido lleva mas de un mes enfermo y antes estuvo en cursos en un seminario por otro mes. Imagínate que llevo mas de dos meses sin ser abrazada y ahora aparece este muchacho que me dice que nunca a abrazado a una mujer para besarla, a mi me encantaría ser abrazada por fuertes brazos y mas si esos brazos te acomodan en ellos para besarte, en verdad que las niñas ahora son ciegas…, cogiendo unas ropas para llevarlas al sillón, como trastabilla con la ropa en brazos me acerco a colaborar protegiéndola con un abrazo para que no caiga, oye me dice eres fuerte de brazos y recuerda lo que te dije…, llevo casi tres meses in ser abrazada y yo no soy una chica ciega, me está abrazando un buen macho…, ¿y si reacciono, que harías?..., no se por que le contesto la besaría por que ud. es una mujer deseable y me tiene desesperado al mostrarme sus piernas. Ud necesita ser amada, abrazada, deseada, y tenerla saciada de sus deseos ardientes, voluptuosos, y carnales no ansiosa por sus amorosos, exaltados anhelos de ser poseída por un macho.

Me mira sorprendida y dice… se me nota que estoy caliente, estoy por tener mi ciclo menstrual y me desespera no ser apareada en una agitada unión carnal, pero mi marido está enfermo…, si deseas lo reemplazo susurro en sus oídos al tiempo que beso su cuello, nuca y al darse vuelta en mis brazos el comienzo de ese valle recibe mis caricias… como gime y se estremece en mis brazos, luego trata de alejarme diciéndome eres un alumno de mi esposo muy joven para esta hembra, tengo 33 años te destrozaría. Veamos le digo quitándole la ropa y recostándola sobre ellas en el diván, sus ojos están fijos en mi, su respiración es un resuello entre cortado, mi mano se entusiasma entre sus piernas, pronto llega a la vagina que acaricia por sobre el calzón notándola húmeda, mis caricias a sus zonas sensuales la excitan sacándome mis pantalones me baja mis calzoncillos y al salir mi miembro rígido desarrollado a lo menos 17 o 18 cms. dura esa masa de carne y músculos, apuntando al techo al ser acariciada engruesa a lo menos unos 8 cms., su cabezota enorme de mas de 9 cms. recorrida por venas que al acariciarla hicieron clamar a Raquel la esposa de mi profesor es colosal, espero que no me rompa mi vagina este descomunal pene. Y lo lleva a su zona lujuriosa donde bajándose los calzones lo refriega contra su vulva protegida por los pelos vaginales que excitan a este macho como nunca había sido excitado.

Siente Raquel que este alumno de su marido la atrapa por sus nalgas apunta su pene en los pliegues de su vulva y de un golpe la cruza introduciéndose a lo menos hasta la mitad de su vagina dilatando sus paredes con fuerza y pasión, saca gemidos de dolor de parte de esta mujer excitada adultera, tranquilo le dice soy tuya, seré tuya por los minutos que me necesites despacio, y siente que el semental comienza suavemente un saca y empotra su miembro en su cavidad sexual, luego lo acelera así hasta que ambos locamente él sacando y metiendo con locura su pene en sus entrañas y ella moviendo locamente sus caderas al acompañar a este joven reproductor en sus entrañas, sentía que gradualmente la llevaba este discípulo de su marido al borde de su locura carnal y que la saciaría de todas sus privaciones de no sentirse apareada por un hombre, era joven loco en sus empotradas a veces rápidas a veces lentas, pero que a ella la estaban perturbando, enloqueciendo y sin darse cuenta gemía , sollozaba, resoplaba ante la llegada de sus orgasmos, sabía que pronto se entregaría con la máxima dicha a este alumno de su marido, pero que en verdad era un dominador de sus entregas amatorias, sería de otro macho, sería la mujer de este infatigable muchacho de quien desconocía su nombre, pero si conocía sus destrezas. Ahora le dice dame con todo… como te llamas…. Dame con todo soy tu mujer, soy tu hembra…

Me llamo Leo dice este entre resuellos al estar extremadamente excitado arremetiendo contra sus entrañas, quiero ser tu marido, quiero que solo seas mía, y arremetía con todo contra el vientre de su excitada hembra agarrado de sus muslos enterrándole sus dedos con pasión y agitados deseos… de pronto siente que ella grita tuya…tuya… a su vez siente como su pene es mojado por las emisiones de la que ahora es su mujer facilitándole sus empotradas hasta mas allá de sus capacidades sintiendo como de su pene salen chorros de líquidos, pensaba que se meaba, pero ella le gime en su oído rico tu semen dámelo todo…, es tibio que placer…, soy tu hembra y tu mi macho…. ¡oh…ah…que placer!, lo abraza hasta casi ahogarlo al no dejarlo respirar, para a continuación relajarse y diciéndole soy tu esclava, se relaja en el diván que había crujido con cada penetrada en el vientre de la desde hoy su mujer.

Están a si unidos en un estrecho y apasionado abrazo unos diez minutos luego ella le dice déjame ir a asearme tus chorros de leche están escapándose por mis piernas.

Al volver lo invita a ir la cocina por que Juan su esposo y profesor de su amante esta volviendo de su sopor y pronto despertara. Al estar de pié ella lo atraca contra la pared y le dice si te gusto estar conmigo, siendo yo tu puta, mientras te desahogabas de tus pasiones, debes callar y así seguiré siendo tu hembra y dándote mas comida como son nuestros deseos, le confirma.

Va al dormitorio de sus profesor esta con el una hora mas menos y luego cuando este está fatigado se retira, pero Raquel lo lleva hacia un dormitorio de atrás y no hacia la puerta, espérame en silencio le dice y va donde su marido, que le dice que hace con este Leo no se entera, pero si la ve volver a la media hora y esta sacándose la ropa se encama en el lecho y Leo ve por primera vez una mujer totalmente desnuda lujuriosa por sus arrebatos carnales que solo él como semental podrá calmar en uniones brutales de apareamiento en la matriz de su hembra, su mujer desde hoy, su hembra que comparte con su profesor.

Dos horas está con ella en esa cama cuando logra levantarse ella está relajada y saciada de sus fervientes arrebatos sensuales y él como macho respondió con maravillosas y apoteósicas empotradas a esa hembra.

Vuelve a la semana siguiente para saber de su profesor y nuevamente es recibido como su macho por Raquel, prodigándole desequilibrados embates eróticos para luego ir donde su profesor.

Al mejorarse su profesor ese año periódicamente Leo era citado a casa del profesor por Raquel, de esos encuentros pronto esta anuncia a su marido que serán padres, aunque ella sabe que quien la fecundo no era su marido.