Sonríe y moviendo su cabeza me dice eres joven, pero zalamero… míralas y se sube nuevamente su falda, no dejo que se las baje pongo mi mano en ella cuando quiere bajarlas, aprovechando de escurrir mis dedos por su entrepiernas… que haces me dice…., soy casada, si le digo, pero me has dicho que mira para otro lado y a mi me gusta lo que veo y aun mas me están excitando el verla y ahora que puedo arañarlas me estas enloqueciendo… me mira eres un joven macho que ves en una madura mujer como yo… veo sabiduría, regodeo, deseos, intranquilidad, excitación al sentirse admirada y arrodillándome delante de ella comienzo a besar sus rodillas subiendo hacia su sexo, me mira sorprendida y al llegar a su vulva a través del calzón engancha mis cabellos con sus dedos diciéndome no me hagas daño, llevo mas de seis meses sin macho…, estoy excitadísima, llevando mi cabeza a su entrepiernas
Relato
Claudia reclama por mi atención en Isabel, le digo que no es así , si no que ella no tiene la libertad de Isabel para moverse diariamente, si lo logra tendrá a su disposición este macho, y lo logra por lo que debo ordenarme en mis lances con ellas o me caeré en los intentos.
Los lunes o jueves son de Isabel, los martes o viernes son de Claudia, fin de semana mío y el miércoles esta vacante les digo por si desean que visite a alguna de sus amigas angustiadas y resignadas al abandono de sus maridos.
Ese mes soy un bendecido cuando no es una es la otra, las mujeres están abandonadas por su marido que no las atienden sexualmente como ellas desean acuesto a Claudia a mi lado después de unos minutos de embriaguez erótica ella solicita que por favor la penetre…, no me tengas en suspenso me dice métemelo y empecé a moverme lentamente sacaba un poquito y lo metía nuevamente y así fue acelerando el ritmo hasta que ella ya no sentía dolor y empecé también a mover su cuerpo al compás del macho sentía como lo sacaba casi por completo y luego lo volvía meter y esto le causaba sensaciones inimaginables sentía la almohada que el coloco debajo de sus nalgas completamente mojada y sentía los espasmos en su entrepierna uno detrás de otro cada vez quería que se lo metiera más adentro y así se lo hacía saber mientras gemía y levantaba las caderas para ayudarlo a profundizar más, allí fue donde él me dijo viste te dije que te gustaría y yo le conteste que sí que me encantaba que me diera más duro más adentro, que no parara y este empezó a bombear tan fuerte y profundo que mi respiración daba la sensación que se iba a parar y estallo algo dentro de mi ser que me arranco un grito pero esta vez de placer pase mis piernas por detrás de las de él y lo abrace con ellas allí sentí que se puso rígido soltó un gemido y sentí como algo caliente golpeaba las paredes de mi maltrecha vagina sin duda era su leche la misma que días antes había derramado en mi boca y se había ido a parar a mi estómago ahora igual la derramo adentro pero esta vez en mi vagina, allí nos quedamos tendidos besándonos una y otra vez y aun con su pene dentro de mi prometiéndonos que por siempre estaríamos juntos que yo era suya y él era mío descansamos unos minutos y empezamos a prepararnos para retirarnos no sin antes notificarme que la próxima vez me lo haría por detrás me hizo saber que siempre le había gustado mi trasero que tenía un culito muy rico y que por allí también me lo metería y que ya vería como me gustaría mucho más lo abrace fuerte y le dije que estaba bien que sería para el que podía contar con lo que me pidiera ya que me había hecho muy feliz me había hecho gozar y aprender cosas que no sabía nos besamos largo rato y salimos de la habitación ya se acercaba la hora de irnos.
Llevábamos un par de meses de sana convivencia cuando ambas me consultan si podría ayudarlas, Eugenia una de sus amigas esta destrozada por que supo que su marido tenía como amante a una de las mujeres de la oficina donde es jefe, Eugenia lo único que deseaba era dejarlo, pero ellas le dicen si lo dejas este gana y se queda con la fulana, no hay que luchar y para eso te ayudaremos le dicen mis amantes y la citan para un miércoles en el departamento ya conocido.
Eugenia una dama de 42 años madre de tres chicos una niña de 12 años y dos chiquillos de 16 y 19 años estudiantes en enseñanza media. Su figura de gran dama no logra empañar su delicioso trasero muy abultado, con una cadera de mariposa y sus senos algo chicos para su cuerpo, Todavía hace girar a los hombres para mirarla, en las fiestas es muy festiva y siempre está rodeada de amistades.
La traen al departamento muy despreocupado y displicente con los acontecimientos.
Me la presentan aunque ya la conocía y apenas me sonríe. Aprovecho de hacerle una broma de que sus medias están destrozadas a la altura de sus muslos y su reacción es subirse la vestimenta y percibir el daño… ¡guau1, le digo, apenas me conoces y ya me estas mostrando tus hermosas y delicadas piernas… me mira y me dice no sé si pegarte o abrazarte engañador, mis medias están bien …., y tus piernas hermosas le digo. Gracias me contesta con una sonrisa… luego continua, pero quien debe admirármelas no le interesan esta pendiente de otras piernas…., tiene que ser un inexperto por que lo que yo vi, es de primera y me gustaría que me las mostraras otra vez, sino te incomoda, necesito vistas así para mejorar mi salud. Sonríe y moviendo su cabeza me dice eres joven, pero zalamero… míralas y se sube nuevamente su falda, no dejo que se las baje pongo mi mano en ella cuando quiere bajarlas, aprovechando de escurrir mis dedos por su entrepiernas… que haces me dice…., soy casada, si le digo, pero me has dicho que mira para otro lado y a mi me gusta lo que veo y aun mas me están excitando el verla y ahora que puedo arañarlas me estas enloqueciendo… me mira eres un joven macho que ves en una madura mujer como yo… veo sabiduría, regodeo, deseos, intranquilidad, excitación al sentirse admirada y arrodillándome delante de ella comienzo a besar sus rodillas subiendo hacia su sexo, me mira sorprendida y al llegar a su vulva a través del calzón engancha mis cabellos con sus dedos diciéndome no me hagas daño, llevo mas de seis meses sin macho…, estoy excitadísima, llevando mi cabeza a su entrepiernas.
La levanté en ristre la llevo a la cama y la acomodo, ella solo me miraba embelesada en lo que haría con ella.
Bajé hasta su cintura la besaba y chupaba su vagina y sin poderlo aguantar más, metí mi pene entero en su estrecha y delicada vagina, totalmente lubricada por ella.
En este punto, no sabía si estaba soñando o si era verdad aquella noche de éxtasis, lujuria, la empotré de frente, de lado, besaba su boca deliciosa, su cara, sus tetas, terminé dentro de ella una vez más. Cuando totalmente cansado me recosté, vi. con asombro que ella me estaba mirando con esos ojos color miel y sonreía. La puse en posición de perrito y la apareé con mucho placer.
En un momento determinado Eugenia empezó también a gemir con mucha fuerza, se había incorporado un poco, de forma que mi penetración era así más profunda terminamos luego de alrededor 15 minutos. Fue una sensación magnífica, diría idílica la cópula y terminé por inundar su matriz nuevamente y ella me entregaba su cuarto orgasmo de esa noche.
Nos dormimos agotados al despertar me dice, ya no me importa que el ingrato de mi marido ande detrás de otras mujeres, yo tengo ahora mi macho que espero tenerte por años penetrándome y saciándome por que ya sé que soy tuya …, soy tu mujer, tu puta, tu amante, pero soy tuya.
Ambos iniciamos a besarnos con toda pasión, con aun más pasión que la primera vez, mientras nos besamos Armando comenzó a tocarme mi zona intima debajo la falda de mi vestido y como consecuencia a esto de inmediato me moje toda, ¡Quiero hacerte el amor! Me dijo suavemente al oído, -Lo sé y también quiero- le conteste.
Relato erótico enviado por putita golosa el 29 de August de 2010 a las 23:31:22 - Relato porno leído 513554 veces