Riquísima pérdida de castidad...

En mi país, en la zona oriental, el clima es cálido y se caracteriza por tener poblaciones con mujeres muy lindas físicamente.
Cuando iba por los 16 años, tenía un tío que vivía en una de esas poblaciones, el tío Jhonny; de muy buen carácter, de 35 años y pues mujeriego “profesional”. Me invitó en vacaciones de colegio a pasar unos días donde él, mi mamá no estaba muy de acuerdo que vaya, pero terminó por convencerse luego de que me “alié” con mi papá para lograrlo.
Cuando llegué, me fascinó el lugar; árboles, animales silvestres y unos paisajes excepcionales que un citadino no tiene la dicha de ver seguido.
De inmediato mientras íbamos por las calles, a mi tío le saludaba medio mundo, incluyendo una que otra chica “buenona”.
-“Hijo, este es otro mundo. Aquí vas a conocer mujeres de todo nivel y para todos los gustos”.-Me dijo”
-“Ya lo creo tío”.-Le respondí con un toque de emoción.
Debo confesar que a mis 16 solamente había tenido una enamorada con la que apenas había llegado a los besos, y obviamente sólo conocía el orgasmo por masturbaciones.
Llegando a casa de mi tío, nos recibió una empleada joven nomás, Martha; era algo fea de cara, pero que cuerpazo se gastaba.
-“Este es mi sobrino, llegó de vacaciones. Por favor me lo atiendes”.
-“Seguro don Jhonny. Joven pase por aquí”.-Respondió la empleada conduciéndome a un cuarto de huéspedes donde me acomodé y puse mis cosas.
Entró mi tío y me dijo que me podía duchar antes del almuerzo. Así lo hice, ya que el calor se hacía sentir.
El almuerzo estuvo bueno, Martha se esmeró y quedé conforme.
Mientras comía, mi tío me empezó a hablar:
-“Cómo es hijo, ¿qué te parece el poblado?”.
-“Muy bonito tío, me encanta el paisaje”.
-“Y ¿qué te parecieron las hembras”.
-“Buenas también, están en su punto”.
Quería demostrar a mi tío que ya tenía experiencia con mujeres; sin embargo no pude disimular mucho
-“Haber, me tienes que decir la verdad, ¿ya te has tirado a alguna hembra?”.-Me preguntó, dejándome paralizado.
-“No te sientas mal, aquí te vas a hacer hombre”.-Agregó.
-“¿Te gustaría tirarte a Martha?”.-Me preguntó sorprendiéndome.
-“Mmmm, tal vez”.-Le respondí.
-“Está buena nomás. Pero si quieres a ella luego te la comes, yo te voy a llevar donde una de nivel para que sea tu primera. Regreso a eso de las 6 y ya tienes que estarte alistando”.-concluyó.
Luego de agradecer, se levantó mi tío y se fue a su trabajo. Vino Martha, recogió la mesa y yo me fui a recostar un momento pensando en lo que me dijo tío Jhonny.
La verdad, me emocionó el hecho de ya no ser casto, pues mi cuerpo ya me pedía sentir una mujer.
Me quedé dormido un momento, cuando me desperté por el calor, me fui a buscar el refresco de la heladera, cuando vi hacia el patio y no pude creer.
Martha se estaba bañando en la bañera sin cerrarse la puerta, se le veía todo. Me puse en un lugar medio oculto y le pude ver bien; tenía buenos pechos, grandes y redondos y una concha peluda. De a poco mi pene se enduró y sentí deseos de hacerme una paja ahí mismo. Sin embargo recordé que esa noche iba a debutar en el sexo; de modo que me aguanté y me fui a mi cuarto. Se me quedó la imagen de Martha desnuda y recordé que mi tío me dijo que me la podía comer luego. Definitivamente ese viaje estaba genial.
Tome un vaso de refresco frío y me quedé dormido una vez más en mi cuarto. A las dos horas más o menos entró Martha:
-“Joven, ha llamado don Jhonny y dijo que le recuerde que ya debe alistarse para salir con él”.
-“Gracias Martha, me estaba durmiendo”.
Me levanté, me fui a la ducha donde estuve a punto de hacerme la paja recordando a Martha, pero lo evité con la esperanza de conocer el placer con una mujer esa misma noche.
Saliendo de la ducha me topé con mi tío que recién llegaba:
-“Hijo, en un dos por tres me alisto y nos vamos. Cámbiate bien”.
Me puse buena ropa, mi loción nueva. Entró Martha en eso:
-“Que simpático está joven. Seguro esta noche consigue corteja”.-Dijo sonriendo.
-“Ojala Martita, voy a probar suerte”.-Le respondí.
-“Vámonos, esta es nuestra noche”.-Entró mi tío y dijo.
El tío Jhonny tenía un carrazo, en lo que íbamos me decía.
-“Si supieras la cantidad de hembras que me comí en esta nave. Si pudieran hablar esos asientos. Hijo mío, aquí hay dos clases de mujeres; las de su casa, con principios. Que igual tiran; pero no con cualquiera. Y las demás lo hacen por plata, o porque se les antojó. De esas últimas hay que cuidarse. No se las come a no ser con condón”.
En eso abrió su guantera y mostró varios condones.
-“Esos siempre me acompañan. No se sabe cuándo puede haber un encuentro aquí”.
Llegamos a una especie de bar donde había montonazo de mujeres y tipos tomando.
-“Hijo, compórtese como todo un hombre”.-Me recalcó el tío Jhonny antes de entrar.
Llegamos a la barra, luego de que mi tío se salude con medio mundo. Una tipa algo gorda con senos enormes estaba atendiendo.
-“Pepita, dame lo de siempre y para mi sobrino uno poco cargado”.-Le dijo mi tío.
La mujer trajo dos copas, una para mi tío y otra para mí.
-“No te asustes sobrino, es un trago suave. Recuerda, como todo un hombre”.
Tomé un sorbo de ese trago, estaba suave pero se sentía el alcohol.
En eso vino una tipa, con un jeans negro súper apreto.
-“Jhonnycito. De cuántas lunas no te veo”
-“Ivanita, tan bella como siempre. ¿Dónde has estado con ese equipazo?”.-Le dijo mi tío mirándole de pies a cabeza el cuerpazo que se gastaba.
-“Estuve de viaje amorcito. Espero no me la hayas hecho mientras no estaba aquí”.
-“Para nada corazón sabes que te soy fiel. ¿Un traguito?”.
-“Ya pues”.
-“Te presento a mi sobrino”.
-“Que simpático eres, como tu tío”.
-“Gracias señorita”.-Le dije, dudando si hacía bien.
-“Ivana, para ti, sólo Ivana”.
Estuvo un buen rato con mi tío, entre risas y tragos. De pronto se levantó y le dijo:
-“Te espero”.-Y le guiñó un ojo.
Mi tío se acabó su copa y me dijo:
-“Pepa te va llevar y te va dar instrucciones”.
Mi tío se alejó y al poco rato vino la mujer gorda y tetona:
-“Acompáñame”
Me condujo por unas gradas y me llevó. Llegamos a una habitación con una cama al medio.
-“Ves esa rendija, recórrela y puedes ver el otro cuarto; luego vendrá alguien para ti”.-Me dijo la tal pepa y se salió.
Yo no entendía mucho pero lo hice; recorrí la rendija y al otro lado observé a mi tío con la tal Ivana, estaban en la cama besándose y mi tío con su mano bajo su blusa agarrándole las tetas.
En eso volvió la tal pepa:
-“Tu tío me dijo que te trajera a verlo con esa mujer y aprendas como se hace. Luego podrás tener una mujer para ti”.-Dejó unas toallas y se salió.
Cuando volví a ver al cuarto de a lado, Ivana estaba montada sobre mi tío sin nada de la cintura para arriba. Él la tomaba de los senos y se acercaba a chupárselos de rato en rato. Yo no aguantaba, mi pene se puso durísimo. En eso ella se bajó un poco y le bajó el pantalón y el calzoncillo negro que llevaba. Mi tío al igual que yo la tenía como roca.
En eso se la empezó a chupar. Qué imagen, yo había mirado varias veces películas porno, pero esto era tremendo. Sentía que mi verga estaba humedeciendo mi calzoncillo.
De pronto escuché que abrieron la puerta y me di vuelta. Era la tal pepa con una niña preciosa.
-“Ella es Britany. Hoy empieza a trabajar aquí. Serás su primer hombre y ella será tu primera mujer”.-Dijo pepa y se salió cerrando la puerta.
Yo me quedé paralizado. Y no me percaté que mi erección se notaba mucho.
-“¿Qué espiabas?”.-Preguntó Britany sonriendo.
-“Nada”.-, le dije, cerrando la rendija.
-“Debió ser algo excitante para que se te pare”.
Creo que me puse verde de la vergüenza.
-“No te preocupes, es normal”.-Me dijo.
-“¿En verdad eres virgen?”.-Le pregunté.
-“Si, ya estoy desde hace un tiempo aquí. Esperando quien pague la tarifa que se cobra por ser el primero. Tu tío pagó para que seas tú”.-Me explicó, sin dejar de sonreír.
-“Y, ¿no te importa?. ¿Puedo saber tu edad?”.-Le dije con curiosidad.
-“Tengo 17, aquí es difícil llegar virgen a esa edad. Y mira, si no eres tú, será cualquier otro. La verdad ya estoy lista para hacerlo. Y si, si me importa algo. Pero a veces en la vida, no hay elección”.
Luego de decir todo eso, se acercó y abrió la rendija. Mi tío se tiraba a Ivana patas al hombro. Se notaba el placer en el rostro de ambos. Ivana gemía.
-“En esa pose, dicen que el pene del hombre entra profundo en la vagina de la mujer”.-Comentó Britany.
Mi erección que se bajó por la aparición de Britany, volvió. En eso ella me la tocó por encima del pantalón.
-“Vamos a hacer uso de esto para gozar del sexo por primera vez”.-Me dijo, en frase que no olvidaré nunca.
-“Mira”.-Me dijo mirando la rejilla.
Mi tío chupaba los senos de Ivana mientras le metía el pene.
-“Preciosa, quiero ver tus senos”.-Fue lo único que pude decir ese momento.
-“Claro”.-Dijo ella.
Se desabrochó la blusa, y pude ver su lindo sostén negro.
-“Tócamelas. Vamos sin temor”.-Me dijo invitándome a mi primera hurgada de tetas de mi vida.
Con algo de timidez, se las agarré por encima del sostén mientras ella se quitaba totalmente la blusa.
-“Ahora me las tocarás directamente”.-Dijo quitándose el sostén.
Guaw, no podía creerlo, eran las primeras tetas que tenía para mí. Claro las primeras que vi en vivo y directo habían sido las de Martha y las de Ivana. Pero estas estaban a mi disposición.
Eran lindas, firmes, blanquitas, con la areola y pezón bien rosaditos.
-“Son tuyas muñeco. Adelante”.-Me incitó.
Con algo de temor aún y timidez acerqué mi boca y me metí uno de sus pezones en ella. Con la punta de la lengua, empecé a lamerlo y luego lo comencé a chupar.
Britany al parecer se comenzó a excitar.
-“Que rico lo chupas muñeco”.
De una perdí la timidez y con mi otra mano le tome la otra teta, sentía que mi pija estallaba.
Ella sin más, me desabrochó el pantalón y metió su mano debajo el calzoncillo.
-“Mmmm, que rico pájaro me va hacer mujer”.
Sin pensarlo, así como ella lo hizo, le abrí el broche del pantalón y se lo bajé. Guaw, llevaba unos ligueros alucinantes, tenia un calzón negro que hacía juego con el sostén, de seguro costó caro.
Me quité la camisa y me le fui encima. La empecé a besar en la boca, mientras mis manos agarraban sus tetas. Me alinee entre sus piernas hasta que mi pene y su vagina sólo quedaron separados por su calzón y mi calzoncillo.
-“Amor, quiero metértela toda”.-Le empecé a decir muriendo de la excitación.
-“Claro muñeco, ahorita te entrego mi sapito para que lo atravieses rico”.
-“Tus tetas saben a gloria”
-“Entonces no dejes de chuparlas corazón”.
Me bajé el calzoncillo liberando mi “fierro”. Me paré frente a ella.
-“¿Quieres que te la chupe mi cielo?”.
-“Si, por favor”.
Britany, me comenzó a hacer la primera mamada de mi vida, de a poco sentí que iba a terminar en su boca. Ella se dio cuenta por mis gemidos y se saco mi verga de la boca.
-“Aún no mi vida. Tu primer polvo debe ser aquí dentro”.- Me dijo apuntándose su vagina.
-“Entonces descúbrela para que pueda introducir en ella”.
Se deslizó despacio el calzón y poco a poco se empezaron a notar sus vellos, no eran muy poblados. Hasta que dejó ver la entrada de su vagina. Sus labios vaginales estaban algo hinchaditos.
-“¿Puedo tocarte?”.-No se por qué me volvió la timidez para preguntarle.
Britany, tomó mi mano y la puso en su conchita. Por primera vez toqué una vulva, labios vaginales y clítoris. Britany lo tenía erecto.
-“Amor, ¿te animas a lamérmelo?”.-Me dijo con voz de excitación.
Yo que ya había visto en películas porno, el sexo oral a una mujer, le empecé a lamer su clítoris haciéndola enloquecer.
-“Amor, ya estoy lista. Mete tu pene, despacio, pero métemelo todo”. Dijo abriendo más sus piernas.
En eso, me arrodillé, y puse mi glande en la entrada de su vagina, era una emoción enorme como la excitación y le empecé a empujar el pene deslizándolo en su vagina.
Se sentía rico y calientito, Britany no dejó de gemir hasta decir un suave “auch”, que fue un dolor leve por su himen roto. Cuando ya lo tuve todo dentro, me quedé ahí unos segundos. Era mi primera vez y quería sentirla en pleno.
-“Amor, muévete de a poco. Mete y saca tu pene”.-Dijo Britany en tono de éxtasis.
Así lo hice, empecé a frotar dentro de su vagina. Se sentía rico. La virginidad de Britany me daba sensaciones deliciosas, ya que su vagina recién estrenada se amoldaba perfectamente al grosor de mi pene.
Britany empezó a tener sus orgasmos intensos, me arañó más de una vez en la espalda.
Yo lo empecé a hacer más rápido y comencé a sentir que llegaba el orgasmo.
-“Mi amor, voy a votar mi leche dentro de ti”.
-“Hazlo muñeco, te dije que tu primer polvo debía ser aquí dentro. Lléname de lechita caliente”.
Unos segundos más de “mete y saca” y mi pene vació todo el semen que tenía. Fue delicioooooooooooooooooso, sentí que se me vaciaron las bolas.
-“Qué rico mi amor. Que caliente está tu lechecita”.
Mi corazón se desbordaba, y quedé sobre Britany.
Me levanté despacio, separándome de ella. Mi pene estaba mojadísimo por sus fluidos, mi semen y su sangre.
Ella agarró las toallas, me dio una y la otra se la puso en la concha limpiándose. Yo también me limpié el pene. Me acosté a su lado y la abracé. Ella apoyó su cabeza en mí y nos quedamos callados unos minutos.
-“¿Qué te pareció?”.-Dijo ella, siendo la primera en reaccionar.
-“Nunca olvidaré esta noche. Y nunca te olvidaré a ti mi amor. Fue lo más bello que me pasó en mi vida”.
En eso entró mi tío con la tal pepa, apenas nos dio tiempo de cubrirnos con la sábana.
-“Felicidades hijo. ¿Te gustó mi regalo?”.
Yo estaba avergonzado y no podía responderle.
-“¿Lo ve don Jhonny?, le di una virgen a su sobrino”.-Dijo pepa, mostrándole la toalla manchada de sangre que usó Britany para limpiarse.
-“Perfecto pepita. Bueno, tienen el resto de la noche para seguir disfrutándose. Provecho”.-Dijo mi tío algo burlezco y se salió con la tal pepa.
-“¿Tú sabías que no tenía llave la puerta?”.-Le dije a Britany.
-“Si, es la norma dar una prueba al cliente que paga en estos casos”.
Luego de un rato, volví a tirarme a Britany, esta vez de cuatro. Un polvazo riquísimo también. Para terminar con una mamada en la que me dejó eyacular en su boca.
Una de las cosas que más me gustaron de Britany fue que tuvo varios orgasmos y yo los sentía.
Me enteré con el tiempo que mi tío pagó poco más de mil dólares por su virginidad y pues aunque me pesó, supe que valió la pena.
Me despedí de ella con un beso en la boca, quedando en vernos otra vez. Nos vimos de nuevo y le echamos otros polvos ya sin cobros. Pero mi tío me hizo “probar” otras mujeres, entre prostitutas y “no prostitutas” e incluso me terminé tirando a Ivana y a Martha, que me tenían re-excitado con sus cuerpazos.
Sentí algo de pena por Britany, ya que pese a que yo la había “estrenado” le esperaba una vida de puta, en la que de repente ya no iba a disfrutar cuando los hombres la hicieran suya como yo cuando aún era virgen.