Permítanme compartirles esta historia de cómo yo y mi hermana movidos por el alcohol hicimos el amor como dos amantes apasionados y tuve el privilegio de metérsela por su delicioso y cerrado culito aunque no virgen.
Relato
Mi hermana Laura, una chava de veinte años de edad y muy guapa, yo soy tres años mayor que ella. Laura es caucásica, piel blanca, posee cabello negro largo, sus ojos son de color negro, tiene una nariz muy bonita, unos labios sensuales ya de mujer y sus preciosas mejillas que cuando hace calor se le ponen coloraditas. Ya se le notan sus hermosos pechos de mujer, sus piernas de puta muy bien cuidadas y sin duda sus nalgas de ramera muy hermosas que siempre desde adolecente me han gustado de ella, aunque lo único que lamento es no haber podido estrenarme su panochita ni su culito, goza de un buen sentido del humor pues siempre esta alegre, es muy risueña, le gusta el relajo aunque también es estudiosa y ambos ya somos universitarios. Debo confesarles que desde hace años me ha gustado mi propia hermanita, solía anteriormente espiarla en la ducha o cuando se cambiaba de ropa y por ello en varias ocasiones logre verle su vaginita rosadita y su culito, aunque nunca pensé que se me hiciera realidad mi fantasía con mi hermana menor y la única que tengo, me gustaba mucho también olerle sus calzones y sus sostenes pues con ellos me pajeaba en esos tiempos de adolecente, pero desde algunos años cuando comencé a conocer mujeres, tuve novia y pues me inicie en la vida sexual, al tener sexo con otras chavas se me quito un tiempo los deseos hacia mi propia hermana y pues ella igual conoció chavos con quien perdió la virginidad por sus dos agujeros, los dos teníamos nuestras propias vidas intimas. Lo que si debo mencionar es que mi hermanita siempre ha sido muy resbalosa y casi fácil, le he conocido varios chicos con quien no dudo que se ha entregado y le gusta mucho provocar poniéndose ropa muy sensual que muestra muy bien su rico cuerpo de mujer.
Por mi parte sólo mencionaré que como ya dije tengo veintitrés años de edad, no soy un chavo muy guapo pero si poseo un cuerpo atlético y respetable. No diré que soy un maniático sexual que no le importa cogerse hasta su propia hermana pero en esos momentos estando un poco ebrios no nos importo nada y soltamos rienda suelta a la pasión, además ese era mi fantasía desde adolecente cogerme a mi hermana y por eso no me arrepiento de lo que hice, todo lo contrario me siento feliz y complacido. Bien ahora con su permiso iniciaré diciéndoles como pasaron las cosas desde el principio; bueno fue un fin de semana en el que yo y mi hermana habíamos quedado de salir de antro con algunos amigos de ambos, ella se vistió muy provocadora. Se puso una blusa rosa muy escotada que lucían sus pezones muy bien, una minifalda jeans muy cortita con la cual mostraba sus piernas de puta y porto unas zapatillas de tacón alto. Ambos salimos normalmente sin imaginar lo que pasaría al llegar a casa en unas horas, ahí estando en el antro entre bailoteo y relajo comenzamos a tomar varias copas de vodka, no las contamos pero fueron más de ocho tragos aunque ella fue la que bebió un poco más pues yo por ser mayor tome responsabilidad de que yo debía encargarme de que regresáramos a casa sin ninguna desgracia propia del alcohol. Ya eran cerca de la 1:00 de la madrugada y fue cuando nos despedimos de nuestros amigos para regresarnos a casa, tomamos un taxi para eso.
Durante todo el camino al estar ella sentada su minifalda se le había subido aun mas, tanto que ya se le veían sus calzones y para colmo la muy puta de mi hermana en lugar de cerrar sus piernas la tenía abiertas por lo que no dudo que el chofer se haiga excitado también viendo los calzones de mi hermana por el espejo. En fin al llegar casi la tuve que cargar pues ya estaba muy mareada, nuestros padres sin estaban ya bien dormidos y procuré sin hacer mucho ruido llevarla hasta su recamara, ahí fue donde comenzó lo bueno. Al entrar ella me tomo de sorpresa y me beso justo en los labios de una manera que nunca me había besado ninguna mujer en toda mi vida ¡Hazme el amor! Me susurro quedito al oído, yo al escuchar esto no sabía qué hacer pues sabía que estaba ebria pero yo igual lo estaba un poco y sin duda esto ocasiono que mis instintos de hombre me ganaran, mi hermana sobre mi pantalón inicio a masajearme mi pene de arriba abajo, la muy zorra me bajo el cierre por donde libero mi verga y de inmediato se lo llevo a la boca. ¡No manchen! Parecía que era un sueño muy bonito del que no quería despertar, mi propia hermana me la estaba mamando como toda una profesional sin duda era muy obvio que ya había mamado muchas vergas, con su mano me lo acariciaba mientras se lo metía hasta dentro su boca y con su lengua jugaba mi glande, su saliva escurría en l suelo. ¡Métemela por favor! Al escuchar esto no perdí más tiempo, le puse de pie, le subí totalmente su minifalda y baje sus calzones quitándoselos por completo; en ese instante fue donde le pregunte ¿Eres virgen? Ella con una sonrisa muy picara me dio a entender que no lo era, la retranque en la pared y al instante se le inicie a meter muy lentamente entre sus nalgas. A pesar de que ya no era virgen analmente aun así tenía su culo muy cerrado, tanto que me costaba metérselo pero poco a poco la fui penetrando hasta que al fin logre metérsela totalmente, fue donde con lentitud inicie a moverme dentro de ella metiéndosela y sacándosela con cuidado de no lastimarla, mientras le metía mi verga en su culo yo con mis dedos penetraba su vaginita bien mojada. Yo sentía que estaba en las nubes de placer y alegría pues al fin estaba realizando mi fantasía de cogerme a mi hermanita y por su culo, en verdad fue algo maravilloso. Al sentir que me venía de inmediato se la saque soltando mi semen al aire, ambos estábamos cesando de placer y cansancio pero sabía que no debía estar ahí más tiempo pues nuestros padres podían desabrirnos, así que tan pronto termine mi orgasmo me vestí y me retiré de su cuarto dejándola sola totalmente, a la mañana nos mirábamos muy sospechosamente, ahí supe que aunque estaba borracha logro recordar lo que paso entre nosotros y no se imaginan las ganas que tengo de volver a cogerla, ahora por su deliciosa vaginita rosadita.