Rosa vecina de Anabella

Rosa vecina de Anabella

Estábamos en lo mejor en el dormitorio de Anabella cuando unos golpes en la puerta de casa y a gritos Rosa su vecina y amiga confidente la requiere.

Anabella rápidamente se envuelve en la bata y va abrir la puerta, Rosa la reprende diciendo con quien estas loca, hasta mi casa alcanzan tus arrebatos y gritos de pasión,
ingresa al dormitorio y me mira, diciéndome, “tú un mini hombre extraía de esta mujer tanta fiereza y energía en el acto que me estremecían en mi camarote”… y comenta me tienen desesperada carnalmente con sus suspiros y sus fogosidades eróticos, mirando a Anabella le enseña sus calzones mojados por la excitación, luego se baja sus calzones subiéndose la falda ingresa a la cama donde estoy, diciéndome ahora me toca a mí, dame duro como le diste a esta… y separando sus piernas me atrae con un fuerte abrazo hasta su cuerpo acondicionándome encima de ella, ahora quien se va aparear contigo soy yo, me escuchaste estoy sobrecargada de pasión y deseo desahogarme…,oye me dice, mirándome profundamente: tú eres amigo de mis hijos…, piensa luego habla, igual estoy desesperada por ser poseída, estoy deseosa, ansiosa y por que no decirlo desesperada y loca donde los sentía copular a ambos desde mi casa, el tonto de mi marido lleva dos fines de semanas ignorándome por el futbol y estoy loca de excitación mi pobre vulva no ha conocido miembro atormentándome, a si que clávamelo con fuerza…, al sentir su cuerpo contra el mío mi órgano sexual respondió con una elevación y dureza que ella exclamó “Dios mío lo que me voy a comer”…, “si es mas grueso que el de mi marido y creo que hasta mas largo”, al tiempo que lo ensartaba en su sexo, estaba desesperada apenas tuve tiempo de penetrarla y comenzó a moverse, como movió sus nalgas, como una emulsión gelatinosa, sabia que yo era un macho inexperto, pero la estaba haciendo mía, la penetraba con furia y pasión, ella me animaba diciéndome…" rico , lo haces delicioso, precioso, que rico hazme sentir tu semen caliente dentro de mi vagina…. ooo... oooh”, se excitaba con sus pensamientos eróticos, no sabia que los amigos de mis hijos lo hacen tan rico…, sigue por favor sigue, su vagina estaba completamente viscosa, húmeda, caliente y fragante, era tan intensa su excitación erótica que estaba completamente entregada. La verdad es que la forma como la trataba era realmente una victoria para mí y Rosa se prodigaba como pocas veces, su vagina estaba abierta al máximo, penetrada y ensanchada hasta casi reventar, se estremeció al pensar en que este tronco pronto regaría con chorros de semen su útero , este muchacho amigo de sus hijos en estos momentos era amo y señor de su cuerpo, de ahora en adelante el amigo de su hijo arremetería con la fuerza su miembro, que mas parecía un tronco por lo grueso y duro, penetrándola con fuertes golpes que satisfacían a su desesperada y dilatada vagina. Le encantaba como la estaban sometiendo con furia, con deseos, salvajemente penetrada. Le gustaba estar entregada y sometida a la voluntad de este joven macho, respiraba agitadamente como un animal jadeante, llegando rápidamente a su orgasmo, con gritos, gemidos y eróticos movimientos, desde ahora ella sabía que este amigo de su familia la poseería varias veces más. Me mantuve por mas de 20 minutos encima de ella clavándola varias veces mi miembro y luego la bañé con mi semen, a pesar de sus 38 años, que ricura de mujer era la madre de mi amigo Rodolfo, como nos habíamos apareado, con lujuria, con pasión, salvajemente, don Carlos su marido creo que nunca se imaginaría que el “negro feo” como me apodaba, había satisfecho y disfrutado al máximo de su mujer llevándola a ella a la gloria erótica, esa madre de sus tres hijos era ahora también mi amante y la tenía ahí a mi lado entregada a mis caricias. La madre ejemplar que conocía ahora era mi amante y esclava de mi órgano genital. La sumisa esposa de un altanero individuo estaba hoy a mi disposición y la había gozado al penetrarla hasta lograr los orgasmos
Ambas mujeres se acomodaron en la cama una a cada lado de mi cuerpo, luego me hicieron jurar que nadie sabría que yo era el amante de ellas y si yo cumplía ellas seguirían dándome comidita por siempre, pero tu callas por vida, me dijeron.

Por supuesto que lo haré… al día siguiente no fui a clases, esperé que don Carlos se fuera con los niños Rodolfo de 15, Marta de 11 y Carmen de 6 al colegio para ingresar a su casa y no permitir que Rosa se vistiera y aprovechando la cama aun tibia por haber dormido con esta en ella don Carlos, recibía ahora ese lecho a Rosa y mi persona, el fogoso amante de su mujer a quien desnudo y penetro dilatándole nuevamente su vagina al máximo con mi pene, que ella me decía lo tienes mas grueso y largo que el de mi marido, por mas de una hora, ya que yo no quería acabar, sino que quería sentir como la madre de Rodolfo mi amigo gemía, llorisqueaba, sentir como la mamá de un amigo era feliz con mi pene en su matriz, como la mujer y madre de los hijos del sobrado don Carlos, me solicitaba que la saciara sexualmente, era feliz sintiendo a esa mujer clamar por un desahogo sexual, era dichoso de sentir vociferar a esa mujer en la misma cama que él le hacia el amor, cuando llegó su primer orgasmo rápidamente extraje mi pene y me metí mi cabeza en su entrepiernas chupando con mi lengua su vagina, como se estremecía y gritaba esta hembra, tiritaba hasta saltar en la cama llegando a un nuevo orgasmo, “nunca me habían echo esto tan rico en años de casada” bramaba, y luego nuevamente la penetraba con mi duro pene, ella casi desmayada abatida por los goces de placer que le generaba mi pene y mis caricias sexuales solo suspiraba, gemía y solicitaba mas sexo, anhelante de ser apetecida y codiciada sexualmente por este su joven amante, me juró su amor eterno y que tendríamos hijos, “es lo menos que puedo darte, nunca me habían satisfecho sexualmente tan rico como tu lo has hecho y eso que eres un adolescente, nos esperan muchas copulas mas” me decía mientras yo llenaba de leche nuevamente su útero, “ooo... que caliente es tu leche” gemía. Soy tuya, soy tu esclava, no me dejes nunca ya no voy a poder vivir sin ti. Llevábamos casi dos horas de enlace sexual cuando en la puerta gritan ábreme puta que soy Anabella.

Rosa le abre y entra esta y dice hace mas de dos horas que están apareándose y no podía venir por que Juan no se iba al trabajo ahora se fue y me toca dice desnudándose y entrando en la cama…Rosa se levanta y dice “mientras tanto haré algo de comida para este semental ya que me lo dejaras seco”, y Anabella comienza a besarme acariciarme y a besarme mi miembro, este a pesar del uso como puede se recupera y penetra a Anabella, sigo lo realizado con Rosa y apenas Anabella comienza con los trabajos del orgasmo, me traslado s u entrepiernas y obtengo no uno sino dos orgasmos mas con mi lengua y una Anabella desmembrada con los frecuentes oleadas de orgasmos y sus convulsiones ocasionadas por el placer de sentirse penetrada por mi miembro, se queda dormida sobre el lecho, yo estoy muerto…

Al día siguiente vuelvo a casa de Rosa, la deseaba mas que a Anabella y creo saber porque: Es la madre de un amigo, y es exquisito tener acoplada a la mamá de un amigo con mi miembro, sentirla clamar y llorisquear por mi miembro es una satisfacción, el solo hecho de penetrarla es grandioso, ahora sentir que gime y aúlla de placer por las empotradas de mi pene en su rajita, es maravilloso; saber que el marido de esta don Carlos le están brotando los cuernos es sensacional.

Es la esposa de un desagradable tipo que lo único que sabe es decirme “hola negro feo”, a pesar de no ser negro y creo no ser feo…, saber que yo me apareo con ella su mujer, que se la hago gemir y la atiborro de semen y de gozo, es colosal y quien lo hace es este un negro feo.

La encuentro en el cuarto de atrás planchando y ahí mismo sobre la tabla de planchar a lo perrito la penetro hasta lograr de ella no un orgasmo, sino dos orgasmos; y sentirme satisfecho de llenar su útero de semen. Sígueme llamando “negro feo” Carlitos, tu mujer, tu esposa me dice lo contrario entre gemidos y suspiros cuando la poseo en tu cama.

Así transcurre un mes, a Rosa la poseo todos los días y a veces los sábados hasta dos veces, a Anabella me permite solo estar con ella los lunes y viernes, soy un amante vigoroso y según ellas honrado, honesto y silencioso.

A los dos meses de ser mi amante y de ser usada diariamente por mi pene como mi esclava sexual Rosa me comunica que esta embarazada y una semana después lo mismo me dice Anabella. Voy a ser padre de dos criaturas, que no llevaran mi apellido.