Salí a pasear con mi novio, y su familia. ( CON fotos)

Realmente el paseo resultó ser sumamente aburrido, mis futuros suegros apenas ,y se hablaban entre si. Lo que hizo que me fuera bien difícil, mantener una conversación con ellos.

Luis por su parte le dio por llevar a sus padres, no se con que loca idea, a uno de los lugares más retirados del parque en que nos encontrábamos.

Por lo que Armando su hermano menor, al consutar el mapa del parque, se dio cuenta de la gran distancia a recorrer. Por lo que le propuso a sus padres y a su hermano, que él los esperaría en la estación en la que nos encontrábamos en ese momento.

No habíamos caminado no cien metros, cuando mi novio me propuso que me quedase esperando con su hermano, a que él y sus padres, realizaran ese largo recorrido. Aunque le dije que yo podía acompañarlos, apartándome del grupo, mi novio me dijo. Es que voy a tratar de que los viejos se vuelvan hablar, y pienso que mientras menos personas estén presentes, será mucho mejor.

Yo por mi parte en el fondo estaba sumamente agradecida, de que me dejase quedarme. Ya que eso de andar caminando por tantas horas, la verdad es que no me agradaba mucho. Así que casi de inmediato me regresé, al lugar donde se encontraba mi futuro cuñado.

Quien al verme, me preguntó que era lo que sucedía, y al yo decirle lo que su hermano me había dicho. Se echó a reir, diciéndome. Pero mi Luis está loco, como que él piensa que todo entre los viejos se va arreglar, por estar caminando en el lugar donde se conocieron.

Yo ignorando todo lo que había sucedido entre los padres de mi novio, llena de curiosidad le pregunté que era lo que había pasado. Fue cuando Armando, dejando de reir me dijo, te lo diré con una condición, que luego tú me respondas con la verdad todas las preguntas que yo te haga.

Bueno en ese momento, no me pareció la gran cosa, así que acpeté. Fue cuando mi futuro cuñado dijo la palabra infidelidad. Yo me sorprendí, y adelantando conclusiones, le pregunte. ¿Tú mamá agarró a tu papá siéndole infiel? Armando se sonrió, y de inmediato me corrigió diciendo. A la que agarraron siendo infiel, fue a mi mamá.

La verdad es que yo no me esperaba eso, y más llena de curiosidad seguí preguntando. ¿Y como es que no se han divorciado? Fue cuando la respuesta que me dio Armando me dejó más que confundida, al decirme. Es que el responsable de todo fue mi papá.

Desde luego que al ver la cara de confusión que yo puse, Armando continuó diciéndome. El viejo tiene un mal vicio del juego, y en una partida de cartas, apostó a nuestra madre, sin el conocimiento, ni el consentimiento de ella.

Y como él acostubra a pagar todas sus deudas de juego, bueno prácticamente la obligó a que se acostase con uno de los jugadores. Pero primero la emborrachó, y luego que sin ella saberlo, o darse cuenta la desnudó. Y lo demás te lo puedes inmaginar.

Ya en ese momento a medida que Armando y yo seguimos caminando, sin rumbo fijo, me dijo. Bueno ahora me toca a mi hacerte las preguntas. Yo le indiqué que estaba bien, y comenzó él por preguntarme , si su hermano y yo, ya manteníamos relaciones sexuales.

Lo cierto es que la pregunta me sorprendió, pero finalmente le respondí que si. Luego continuó preguntándome, que era lo que más me gustaba que su hermano me hiciera. Y bueno me temo que fui muy explicita, en cuanto a ese tema. Y así continuó mi futuro cuñado, realizándome preguntas, intimas. Tan intimas que ya había comenzado yo a sentirme, algo avergonzada, al momento de responderlas, pero a la vez sumamente excitada.

Así que cuando me preguntó, ¿y te gustaría que tuviéramos sexo tú, y yo ahora, en esté retirado lugar, mientras que Luis, trata de hacer que los viejos se vuelvan a entender?

No se que me pasó que en lugar de quedarme callada, o de decirle que no. Se me salío un claro, y preciso si. Así que Armando tomandome entre sus brazos, me ha dado un tremendo beso de lengua, el cual al principio, traté de evitar.

Pero ya a los pocos segundos, comencé a sentir su lengua dentro de mi boca, y una de sus manos por encima de mi ropa, agarrándome el coño, tal, y como le dije que a mi me gustaba que me lo hiciera su hermano.

Quizás fue el hecho de encontrarnos, en ese partado sitio, a cierta distancia del camino principal, de que sabía que estábamos solos, o lo excitada que yo me encontraba no tan solo por las indiscretas preguntas que mi futuro cuñado mi hizo, sino que también por los morbosos detalles, de la situación por la que atravesaban sus padres.

La cosa es que aun mientras me estaba besando, introduciendo su lengua dentro de mi boca, sentí como me fue bajando la falda y mis bragas al mismo tiempo, sin que yo hiciera nada por evitarlo. Luego nos sentamos sobre la raíz de uno de los arboles, y Armando continuó besándome, acariciándome, y agarrándome por el coño. Tal y como yo le había confesado momentos antes que a mi me gustaba.

A medida que siguió dándome ardientes besos, y acariciando mis muslos, y los labios de mi vulva, yo separé más mis piernas. Cuando dejó el besuqueo, en mi boca, y se dedicó a besuquear mi coño, luego lo lamió y chupó como le dio la gana, mientras que yo agarrándolo por el cabello, le pedía que continuase.

De eso a que me quitase la blusa, y el los pantalones, no pasó mucho rato. Momentos que aprovechamos para que yo le mamase su parada y tieza verga. Tal y como se la mamo a mi novio.

Yo estaba desesperada por sentir su miembro dentro de mi, así que él primero se sentó sobre la raíz, y yo me fui sentando a la vez sobre él. Fui sintiendo como su miembro se fue abriendo paso dentro de mi vulva, sus dedos me acariciaban m clítoris, mientras que yo movía mis caderas sobre su cuerpo, buscado sentir más y más adentro de mi toda su verga.

Luego en varios momentos cambiamos de posición, experimentando la manera de tener un mayor placer, hasta que Armando me preguntó, si me gustaba qu eme dieran por el culito. La verdad es que si, y aunque traté de no decírselo, cuando me volvió a preguntar por segunda vez, le respondí la verdad.

Así que en una de esas profundas metidas, cuando me lo sacó, me lo volvió a enterrar pero por completo entre mis nalgas. Solté un apagado quejido, por temor a que alguin nos pudiera encontrar así, follando en el bosque. Pero a medida que Armando continuó metiendo y sacando su verga de entre mis nalgas, yo seguí moviendo mis caderas, y restregando mis nalgas contra su cuerpo, hasta que ambos disfrutamos de un salvaje climáx. Para luego él, derramar gran parte de su semen sobre mis pequeñas tetas.

Luego me limpié con mi ropa intima, la que tiré en uno de los zafacones de basura, nos vestimos, y nos fuimos a la estación, donde como si no hubiera sucedido nada esperamos a mi novio, y sus padres, que de paso aun no se hablan…..