salir de pobre no siempre cuesta 2

Recordaran que cuando hable con mi abuelo por mensajes de celular acordamos que me mantendrá a cambio de caprichito. Yo le dije que podría pedirme casi cualquier cosa, dentro de lo normal, pero la segunda vez fue fuera de lo común. Quería hacerlo en un cine y yo como se imaginan no me negué.
Fue muy atrevido mi abu pidiéndome que me vistiera de cierta forma. Para salir a un cine suelo usar pantalón largo, pero esta vez me puse una mini al cuerpo y una remera con cierre en el escote. Me peine con una larga trenza y sin maquillarme, eso quería mi abuelo. Elegimos la película y entramos normalmente, nos sentamos al fondo, donde nadie nos viera, lo único que me choco fue que eligió una película de esas que siempre quieres ver. Pero yo me la perdería tenía otras tareas…
Nos sentamos al fondo y después de que empezó la película el me tocaba la pierna, lo vi mucho más nervioso que la vez anterior y le pregunte.
- Abu ¿Qué pasa, no se anima en este lugar? .
- No es eso nena – me dijo mirándome con culpa – es que esta vez no estoy seguro de hacerlo con vos, la anterior me deje llevar pero hoy lo pensé más y no sé si es justo para vos.
Yo lo bese como respuesta y él me correspondió metiendo su mano en mi mini, estaba con ganas pero no se animaba. Yo creía que era por el lugar que eligió, pero sabia como hacer que se le pase. Separe las piernas y le guie la mano hasta mi vagina, después abrí mi escote y le hice meter la cabeza en el. Sabía que eso lo encendería, pero para cuando me di cuenta yo ya estaba en problemas otra vez. Con la boca avía logrado sacar una de mis tetas al aire, y en mi concha ya tenía metidos 4 dedos. Me estaba volviendo loca con su mamada de tetas, y podía terminar gritando de gusto. Me tape la boca para ahogar los gemidos, pero el abu se dio cuenta y puso más esmero, mi mente se nublaba y mis piernas se abrían mas, note q estaba chirriando y preferí cambiar el juego. Quise bajarme de la butaca para hacerle una mamada, así me calmaría un poco. Pero el no me dejo, me tenia agarrada y mi cuerpo me reaccionaba poco.
El abu seme acerco al oído y susurro que no me moviera, se puso casi encima de mí y note que tenía su verga afuera. Obvio me cojio sobre la butaca, el viejo no tenía fuerza pero si talento, cada embestida era suave pero daba donde debía. Me entre a preguntar por qué no lo aviamos hecho la vez anterior. Mi cabeza se fue hacia atrás y yo casi saco la mano, pero si hacia eso me escucharían todos. De pronto pensé que eso era lo que el viejo quería, pero una buena embestida me hiso olvidar todo. El abu bombeva con calma, se tomaba su tiempo y me dejaba loca con cada pijaso. No duro mucho como se imaginaran, pero sí que lo pase bien, cuando termino se acomodo la ropa y yo también, vimos la peli normalmente y al salir el se fue al baño de hombres, yo espere afuera un rato.
Después de un rato no aguante y entre lo más sigilosa posible al baño de hombres, esperando solo estuviera mi abu. Me metí en uno de los inodoros rápido y espere, cuando comprobé que estaba solo sali y cerre la puerta de entrada.
- ¿Qué haces acá hija? Nos van a agarrar – me dijo preocupado
- Eso te gustaría abu ¿no es verdad? – le dije yo abriéndome el escote – vos querías que alguien nos viera coger en el cine, pero yo me quede caliente abu, quiero más.
No espere su respuesta, me tire encima y le comí la boca. Esta vez él no reacciono, le empecé a hacer todo lo que me hiso a mí, le abrí la camisa, le acaricie todo y hasta le mordisquee el pecho. El no reacciono en ningún momento, asique me divertiría yo esta vez. Después de estarlo sobando y besando y mordisqueando un ratito le abrí el pantalón y la saque, no podía creer que estuviera dura otra vez, entonces lo mire y note que no estaba sorprendido sino disfrutando. El muy zorro me llevo a hacer lo que él quería, estaba por soltarle un insulto pero me agarro la cabeza y metió la verga hasta el fondo diciendo.
- Me encanta hacerte caer una y otra vez pendeja, hoy me hiciste disfrutar mucho y vas a seguir así otro rato – me acaricio el pelo y con vos cariñosa agrego – chúpasela a tu abuelo como bien sabes.
Yo entre enojada y excitada empecé mi labor, chupe y succione al principio, sin sacarla de mi boca. El viejo estaba en la gloria y yo quería vengarme, pero no sabía cómo. La saque de mi boca y empecé a pasarle la lengua, despacio y apretando mucho, le lamí la cabeza, las bolas y el tronco una y otra vez. El ya estaba gimiendo suave y yo sin saber cómo vengarme. Mame, chupe, lamí, cela pajie y seguía sin acabar. Tenía aguante y maña, en eso seme ocurrió no hacerlo acabar. Así que cuando vi que estaba a punto me pare y perfile para irme diciendo.
- Vamos antes de que nos vean – mi abu me agarro del brazo me tiro hacia él y con rapidez me puso frente a los espejos.
Yo quede con las manos sobre las piletas las piernas separadas y mi abuelo atrás mío, pensé que se vendría una cojida, pero no pude reaccionar. Fue más rápido y ya me tenía el culo al aire, “mierda el culo lo tengo virgen” pensé, apreté los dientes y espere la envestida. Pero el viejito solo la acomodo entre mis nalgas y las uso para pajearse, yo de la sorpresa no reaccione y en un minuto me termino enchastrando las nalgas. Mi abu termino jadeando, yo estaba enojada y excitada, no sabía si matarlo o cojermelo. Me quise limpiar pero no me dejo, asique me acomode la ropa como estaba, al principio fue incomodo y molesto, pero acabo por gustarme.
Una vez en el auto empezamos a hablar de tonterías y yo de maldita dije que tenía calor. Me saque la remera y empecé a amasare las tetas y gemir, casi choca por mirarme, pero al rato paro en un costado y me dijo.
- Quiero chuparte las tetas ya nena – yo lo frene y le decía no con la cabeza – ¿pansas que voy a quedarme viendo como me provocas? .
- Exacto abuelo, si no te aguantas no volveré a dejar que me toques – lo mire con cara de nena inocente y eso lo puso loco – mira que cara temes abu, no es sano a tu edad evitarse tanto.
- No me salgas con eso pendeja y dame esas tetas ya – me grito
Seme tiro encima y me dio la mamada de tetas más fogosa, placentera y llena de baba que tuve hasta la fecha. Cuando se sacio de mis pechos me hiso contorsionarme dentro del auto, termine en el asiento de atrás abierta de piernas y mi abuelo mamándome la concha, esta vez no uso un solo dedo, solo la boca y la lengua. Yo goce como perra y me hiso acabar rapidísimo.
Termine quedándome en el asiento trasero solo con la mini remangada y nada mas puesto, mi abuelo manejaba despacio mientras recuperaba fuerzas y seguimos viaje. Mientras hablábamos de varias cosas, incluido nuestro trato de que me mantendría, me dijo que sabía de alguien más que podía estar interesado en cogerme pero yo no dije nada, me vendría bien otra mensualidad, pero ¿sería de confianza? ¿Podría arriesgarme a meter a otro en mi cama? Yo ya empezaba a ver que podía terminar siendo la puta de la familia, pero como lo pasaba realmente bien no me decidía si era bueno o malo.
Cuando llegamos a mi departamento el abuelo subió con migo, obviamente me vestí antes de salir del auto. Por lo que mi abu me pidió que desvistiera otra vez para él, pensé “me va a coger otra vez” pero le di el gusto, no podía hacer menos. Cuando me desvestí me dijo que me arrodillara frente a él y lo hice. Me puso la mano sobre la cabeza y me dio una cajita como de aratos. Me dijo que eso sería una suerte de regalo por mis mimos, pero era una chapa de identificación para perros. El muy turro me avía echo una chapa para mascotas, con sus datos como dueño y donde estaban los del perro decía “ANA la perra obediente”, casi se lo tiro a la cara pero cuando lo vi con cara de satisfacción no pude. Simplemente la dejaría guardada pensé, pero me dijo.
- Ese es el trato que hicimos nena, la vas a tener que usar cuando venga a verte y no quiero escusas – me levanto y me beso – sos mi mascota sexual Ana, vos quisiste este trato linda y yo pongo esta norma, sos mía dúrate el tiempo que te mantenga.
- Si señor – dije yo con vergüenza – solo quiero pedirte abu que no me obligues a hacer cosas que me hagan sentir humillada.
- Nada de eso nena, si vos no quieres algo no lo hare, pero en este departamento yo digo y vos obedeces.
No le respondí, note que ya no podía echarme atrás, era su perra y en cierto modo me gusto. Estuvimos hablando casi una hora, yo siempre desnuda y él me tocaba cada rato. Me visito durante toda la semana, un par de horas diarias, aun sin tener sexo yo tenía que estar desnuda o casi desnuda haciendo lo que me pidiera. Me dio que eso era para que me adaptara. Después de eso paso casi un mes sin vernos, solo hablábamos por teléfono o mandábamos mensajes, muchos subidos de tono de su parte y yo actuaba como inocente. Me sentía una puta, siendo usada y sin embargo me gustaba.
Yo empecé a cambiar mi vestuario, compre ropa aun más atrevida y del gusto de mi abuelo, no sé porque en realidad lo hago. Pero disfruto mucho y vivo sin trabajar, solo estudio y salgo en ocasiones. Aun que no puedo tener novio por obvias razones, mi abu no me privo verme con otros pero tampoco hago eso. Supongo que me veo como su propiedad y eso no siempre es malo ¿verdad? Ajajaja.
Por ahora lo dejamos aca, espero comentarios y no olviden buscar mi anterior relato “salir de pobre no siempre cuesta” que como no tenia cuenta entonces esta como anonimo. Si comentan escrivire mas seguido besos. Y recuerden sus preguntas no molestan