Satisfechos y agotados

Estabamos aun descansando de la maratonica follada anterior y yo se que por no haber tenido su orgasmo, mi semental estaria ansiando tener lo suyo. Le propuse bañarlo y volvernos a limpiar por dentro para seguir y me pidio que siguieramos, que no dejaramos pasar el momento.Mi duda era, ¿lo hacia gozar con mi boca, mis manos y mi ajetreado anito o bien, sabiendo que me habia dicho su inclinacion cada vez mayor por los hombres, tendria que lenguetearle su colita tersa, sin vello, y penetrarlo yo cuando mi pene raccionara? Definitivamente, cualquier alternativa me resultaba igualmente excitante. Habia tiempo para las dos, y sus treinta y cinco harian que repusiera la carga de su verga más rápido. entonces opté por penetrarlo yo.
Despues de unos minutos de sosiego, sintiendo su duro pene apoyado en mis nalgas, volvi a sentirme excitado. Casi al punto de tomar su verga y sin pensarlo mas enterrarmela en mi culo. En lugar de eso, me fui girando hasta quedar de frente a el, y comence a besarlo en los ojos, en las orejas, en el cuello, hasta llegar a sus labios. Los abrio dejando salir una respiracion dulce y entrecortada. Mi macho estaba entrando en el punto de caramelo para ser mi hembrita. Comence a besarlo más profundamente, tomando su lengua entre mis labios y succionandosela. Le pasaba mi lengua y se la hundia profundamente en su boca, y él, al sentirla, daba gemidos de placer. Abajo, su pene estaba duro como piedra y el mio lo rozaba y haciendole cerrar las piernas, lo hacia mantenerlo en su entrepierna mientras yo movia mis caderas. El roce de mi pene en sus ingles, rozando su verga y sus huevos, nos gustaba a ambos, pero estabamos muy calientes los dos. Aleje mis caderas y tomandolo de los hombros lo puse boca abajo mientras tomaba una buena racion de vaselina y comenzaba a untarle la raja y la entrepierna.
El me oferecia su hermoso culo y no pude resistirme a la tentacion de darle una buena lengüeteada previa. Me fui hacia abajo y le separe los muslos, ademas de poner su pene hacia abajo para tener a mano todo su sexo. Con mis manos, comence a sobarle en circulo sus nalgas, haciendo que su ojetito se abriera y cerrara. El ayudaba moviendolo y frunciendolo, como en un gesto de tirarme besos. Cuando ya estaba bien entonado, comence a besarselo lentamente, con deliberada parsimonia, apoyando mis labios en el y succionando y soplando apenas. Comenzo a gemir mas fuerte y a mover su cola contra mi cara, haciendo presion con su hoyito contra mis labios. Alli hice asomar mi lengua y sin mucha perdida de tiempo, porque veia que su orgasmo vendria pronto, mientras le ponia al tanteo un forro en su pene, se la fui metiendo cada vez mas adentro, sintiendo el suave camino de su esfnter que se estremecia cuando movia la lengua dentro de el. Asi pude estar unos segundos porque sus gemidos iban in crescendo rapidamente. Creo que por su dedicada labor con mi hoyito, merecia una justa retribucion asi que tome mas vaselina y le introduje de una sola vez dos dedos bien lubricados, untandolo bien. Su colita no era complaciente como la mia, asi que solo use dos dedos que lo hicieron apenas mover un poco la cadera cuando los enterré hasta el final.
Cuando estuvo bien lubricado y por sobre todo muy ardiente, le levante la cadera y doble el almohadon debajo de el, con lo que sus nalgas quedaron bien separadas y su hermoso culito, brillante y ansioso, listo para ser hondamente penetrado. Me acomode un poco y lo bese en la espalda y el cuello mientras acercaba mi cadera para que mi verga rozara sus nalgas. Con mi mano, comence a guiarla para que se deslizara por su hendidura y la apoyaba mas fuerte cuando sentia su ano. El se estremecia de placer y apenas pude hacer dos o tres pasadas cuando al puntear su hoyito me pidio con voz ahogada: -Por favor, cogeme ya, ahora mismo, no me hagas sufrir mas- y ahi si, hice presion y la cabeza de mi verga comenzo a desaparecer en su culo mientras el se movia para sentirla mas y mas, gozando del roce sobre las paredes de su ano. Pronto desaparecio la cabeza y entro mas el tronco y mi ahora hembrita se movia como loco. Finalmente, siempre con lentitud, empuje hasta el final y arquee mi cintura para enterrársela hasta el fondo. Cuando sintio eso, hizo como yo, separo con sus manos sus nalgas y un centimetro extra de mi ardiente pene se metio en su interior.
Sus gemidos solo lograban excitarme mas y yo tambien empece de nuevo a perder el control de mi mismo. Comence a entregarme a ese delicioso placer y acompañaba sus movimientos para hacer que mi verga entrara y saliera de su hoyo, que chocaran nuestros huevos y mi vientre contra sus nalgas. Acariciaba sus muslos y metia mis manos para apretarle su bajo vientre y acariciar su vello pubico. Solo evitaba tocar su verga para prolongar su placer. Bese su espalda mojada y acaricie sus tetillas. El giraba su cara y con los ojos cerrados gemia y sacaba su lengua para que se la besara. Pronto supimos que llegabamos y entonces cada cual comenzo a moverse a como su propio cuerpo excitado diera lugar, hasta que ya gritando de placer, agarrados ambos de donde podíamos del otro, tuvimos casi simultáneamente un tremendo orgasmo. El primero de él, que lleno el forro de su cremosa leche y el segundo mio, que lleno su ojetito de semen metido bien profundo, y al que habria que sacar a fuerza de mamarlo. Quedamos los dos temblando quedamente por un rato, mientras bajaba la excitacion.
Yo no quise perderme esa rica lechita que estaba guardada en el forro y en su culito asi que lo puse suavemente boca arriba y levantandole las piernas le pedi que las sostuviera en alto. tome su pene, que ya estaba flojo, y me lo meti con forro y todo dentro de mi boca, y mientras con la lengua le iba corriendo el condon hacia la cabecita, iba lamiendo su semen. Al liberar la punta del forro, el grueso se derramo en mi boca inundandome de placer. No habia terminado aun. Saque el condon de mi boca, sin dejar escapar la lechita y apoyando mis labios en el dilatado ojetito, comence a vaciarle dentro su propia leche mezclada con mi saliva. Cuando termine, le pedi que se pusiera en cuclillas con su hoyito tocando mi boca y que vaciara su leche y la mia. Nunca crei que la mezcla de sus jugos anales y nuestro semen fuera tan deliciosa y excitante. Finalmente, lo recoste boca arriba y lo bese con pasion, mezclando nuestras bocas y nuestros liquidos. tragamos todo y nos miramos satisfechos y felices. Habia sido otra cogida maravillosa.
Estabamos dos a uno y el machito volvio a serlo. Yo estaba bastante agotado pero me atrevia a darle una buena mamada para sacarle toda su cremos leche remanente asi que para tener entretenimiento ambos, hicimos un buen 69. El volvio a levantarme las piernas y prefirio volver a deleitarse con mi colita, asi que se apoyo con sus brazos en mis muslos, para mantenerme la cola en alto y con sus manos y su lengua me hizo un exquisito y artesanal trabajo donde mi pene, mis huevos y fundamentalmente mi culito fueron agasajados con maestria. Por mi parte, ya que el tambien se excitaba con eso, estimule su hermosa verga con manos, con boca y con lengua. La chupaba, le mordisqueaba el cuerito, me la metia hasta el fondo de mi gargante para pasarle la lengua por la raiz, le besaba y chupaba la bolsa de sus huevos, jugaba con mis dedos en su ano.
Al final, me quede mamando su verga con creciente ritmo, sintiendola endurecerse, sintiendo latir sus venas contra mis mejillas, dentro de mi boca. Ya proximo a su ultima eyaculacion, lo tome de las caderas y lo hice moverse para que me follara la boca hasta que con un quedo gemido, solto un chorro de semen caliente y delicioso que esta vez no comparti con el sino que lo saboree, con su verga adentro que iba poniendose flaccida. Cuando se cayo del todo, lo trague, y quede acariciandola con mi lengua hasta que el se dio vuelta, me abrazo, me dio un beso de lengua y nos dormimos ahi, sobre el sofa. Mi ultimo pensamiento fue dirigido a la gran cama, donde en algun momento, seguramente otro dia, volveriamos a disfrutarnos como esta primera vez. Prometo contarselos.