Se masturbó con mi rodilla y en mi presencia.

Habíamos salido a conocer la ciudad y decidimos tomar un bus para regresar al hotel, nos pareció que sería bueno ir por la superficie para disfrutar del paisaje. Hacía un calor extremo, solo nos acompañaban nuestras respectivas botellas de agua pura y una mochila que acomodé enmedio de mis piernas.
A los pocos instantes arrba del Bus nos dimos cuenta que no tenía aire acondicionado; teníamos que bajar en la sexta parada; así que pense no duraría mucho nuestra odisea y no había como perdernos. Mi esposa tomo un asiento de la ventana cerca de la puerta trasera y yo el del pasillo.
El bus se comenzó a llenar en la siguiente parada, el calor se hacía insoportable, el sol entraba con toda su fuerza por la ventana, el sopor nos invadió y despues de unos pequeños tragos de agua, nos dispusimos a dormir en las butacas del bus.
Mi mujer se colocó el sobrero sobre su cara y recostada sobre la ventanilla se quedó profundamente dormida, la caminata en el centro de la ciudad había sido larga. Yo hice un esfuerzo para no dormirme, porque no quería que se nos pasara la sexta parada.
En la segunda parada el bus se llenó completamente y un grupo de jovencitas vacacionistas se encontraban de pié a mi lado, una chica muy guapa con un busto bastante prominente tuvo que correrse un poco hacia el frente porque sus bubis me quedaban en el hombro, así que como comprenderán despues del paso lateral que dió, me coloco los melones enfrente a mis ojos.
Con sopor y despistado no les tome mucha importancia, pero lo que si me llamó la atención es que cuando el bus empezo a correr, por casualidad ella frotó su vagina contra mi rodilla, el bus se meció adelante y atras, pero las personas que llenaban el corredor le obligaban a pegarse a mi.
Después de unos breves roces, me vió en forma divertida y pensé que pena con esta muchacha pero que rico. Voltie a ver a mi esposa y seguía profundamente dormida.
Ella también volvio la cara para contarle lo que estaba pasado a su amiga, supongo que por eso, porque hablaba en alemán y yo apenas pude reconocer que se trataba de dicho idioma, la compañera al parecer le reto a que se masturbara bien en mi rodilla, porque despues de cruzar su mirada con la mía por breves instantes, empezó a rozar intencionalmente su vagina con mi rodilla.
Me quedé atónito y apenas alcance a mover mi rodilla un poco más hacia afuera de mi lugar para que continuara con su frotadita. Las compañeras que estaba a la par de espaldas se dieron vuelta y quedaron viendo frente a mi con picardía, la muchacha se subió un poco la falda corta que llevaba y se encajo directamente en mi rodilla, el bus se mecia mucho, pero a ella ya no le importaba, estaba restregándose arriba y abajo con mi rodilla, y nosotros observando, obviamente las otras dos chicas y yo, mi esposa seguía completamente dormida, con toda atención en lo que estaba sucediendo con mi rodilla no me dí cuenta que la compañera que estaba más cerca, me había colocado sus bubis sobre mi hombro, eran unos senos más pequeños pero igualmente deliciosos, voltié mi cara como presumido sobre mi hombro y respire sobre ellos, tenían un aroma exquisito entre sudor y perfume, roce levemente sus pechos con mis labios en la parte superior de su escote, y ella se pegaba más, la tercer chica observaba toda la escena con mucha serenidad.
Tenía el pico hecho un sacacorchos en mi pantalon, así que moví mi mano derecha para metermela en la bolsa y acomodar mi paquete, suspiré con tranquilidad, pero me dí cuenta que ya no tenía los senos de la otra chica en mi hombro, se había apartado un poco persiguiendo mi codo con su vagina, así que llevé mi mano a la altura de mi estómago y saque mi codo lo más que pude para encajarselo en su entrepierna, aquella posición me causaba un poco de molestia en el hombro, pero me parecía inaudito que dos chicas se estuviera masturbando conmigo en el bus, a reventar de pasajeros y con mi esposa a mi lado.
Las dos se frotaban con fuerza sin importar el vaiven propio del bus, estaba atónito pero las apoyaba, mi pene ya había llenado de liquido mi pierna y mis boxer.
Tratando de acomodar mejor mi codo, sentí en mi rodilla una fuerza fuerte hacia abajo y la chica suspiró con tanta fuerza que atrajo la atención de todos los pasajeros incluida mi esposa que se incorporó quitándose el sombrero de la cara.
No cabe la menor duda de la experiencias de estas jovenes, ella utilizó su gemido como una exclamación para dirigirse a su compañera de al lado y hacer un giro con su cuerpo de 45%, inmediatamente continuó la conversación en alemán, mi esposa se les quedó viendo por breves instantes y volvió a recostarse en su asiento con el sombrero en la cara.
La chica de mi codo se había quedado inmovil, pero tuvo el valor suficiente para tomar mi mano ponerla en la parte exterior de mi asiento, de tal forma que yo tuviera apoyo para poder seguir masturbándose con mi codo, siguió por unos momentos más hasta que alcanzó el orgasmo. El bus se detuvo y se bajó el grupo de chicas, yo despabilé tome de la mano a mi esposa y le dije aquí nos bajamos, realmente no sabía en que parada nos habíamos bajado, pues ya no tenía idea ni de donde estabamos.
Con suerte era la sexta parada, la septima la llevaba entre mis piernas porque no podía ni caminar.
Es una historia extraña pero real. Espero les haya gustado mi mini aventura.