Seducida por mi jefe

Hola a todos, mi nombre es Eva y la historia que les voy a contar es real.
Tengo 27 años, soy casada sin hijos, tengo buen cuerpo y soy atractiva y muy divertida. Trabajo en una oficina comercial, en la ciudad de Cordoba, me encargo de la parte administrativa. El dueño de la Empresa vive en Buenos Aires, pero una vez al mes o dos viaja hacia aca para controlar. El es un hombre muy buen mozo de 45 años, casado también, muy atractivo.
Aca en Cordoba tiene un departamento en donde duerme cuando viene de viaje.
Yo ya hacia dos años que trabajaba en la Empresa y la verdad este hombre me súper atraía, había miradas y risas, pero nunca había pasado nada.
Un sábado por la mañana estábamos en la oficina trabajando, al medio día siempre cerramos así que las 12 todos los empleados empezaron a retirarse. Como yo soy la que cierra siempre soy la ultima en irme.
El me pidió un informe más antes de cerrar, ya que se iba por la tarde y necesitaba llevarse esa informacion. Por supuesto accedí, volví a encender mi maquina y empecé a trabajar, él se paró detrás de mi silla, y me daba indicaciones apoyando sus manos sobre mis hombros, o tocando mi cuello. Yo tenia puesta una camisa y una falda negra ajustada. En un momento el dejó deslizar su mano por uno de mis pechos, lo que hizo que yo me estremeciera, él noto mi reacción positiva, por lo que paso la mano por debajo del corpiño y comenzó a apretarme un pezón con sus dedos. Yo seguía tratando de concentrarme en mi trabajo, insertando datos en la planilla de cálculos, mi mente volaba, realmente el me calentaba y él sabia exactamente que hacer para que yo cayera rendida a sus pies. Siguió acariciándome los pezones un rato largo, mientras continuaba dándome indicaciones como si nada pasara. Luego me dijo, “estas muy tensa, déjame hacerte unos masajes”, me puso de pie, se sentó en mi silla, y me sentó en su falda, desabrochó los botones de la camisa y me saco el corpiño. Comenzó a besarme el cuello mientras me agarraba las tetas con las dos manos, yo sentía su pene erecto apoyado en mi cola, estaba muy excitada, el me besaba despacio, y me acaricia dándome mucho placer. En un momento se paro, y con una mano tiro al piso todo lo que había encima de mi escritorio, me apoyo sobre el escritorio boca abajo, yo estaba parada y doblada sobre mi abdomen, me bajo la falda y mis bombachas, se agacho y comenzó a chuparme, de pronto su lengua estaba dentro de mi vagina y luego dentro de mi cola, yo estaba tan mojada que mi estado de excitación era evidente, el siguió chupándome y luego comenzó a meterme los dedos, nuevamente empezó por mi vagina y luego siguió por mi cola, me metió uno, con dolor para mí ya que yo nunca lo había hecho por detrás, luego dos y al rato tres, la verdad, me encantaba, lo hacia de una forma tan especial que mi cuerpo respondía satisfactoriamente a todos sus embates.
“Quiero sentirte acabar muchas veces”, me dijo y dicho esto metió su pene erecto, inmenso, dentro de mi ano, lo hizo de un solo golpe, con fuerza, por supuesto yo grite de dolor, y él me sujeto de los hombros para inmovilizarme. En seguida comenzó a moverse, primero lentamente y luego salvajemente, mi ano empezó a dilatarse y al rato ya no sentía mas dolor, sólo placer, él paso un mano por debajo de mi ingle y comenzó a tocarme el clítoris, y enseguida comencé a acabar, y acabe una, dos y tres veces, a la cuarta él acabó conmigo. Sentí su semen caliente dentro de mi ano, yo seguía excitada….
El saco su pene, me levanto del escritorio y comenzó a besarme en la boca.
Luego de esto me dejo ir al baño a lavarme y vestirme.
Cuando volví a mi oficina, él ya no estaba, sobre mi escritorio había una nota que decía… “Eres todo lo que me imagine… y esto es sólo el comienzo”.
Realmente la experiencia fue excelente.