En un viaje corporativo conocí a una mujer casada, la cual dio rienda suelta a su experiencia.
Relato
Los nombres reales fueron cambiados por discreción
Esto sucedió hace un par de años en Mazatlan, Sinaloa, en un viaje corporativo,
me presentare como Andres, trabajo para una empresa nacional Mexicana, con
presencia en muchos estados de México, cada año se hace un evento tipo carnaval
en el que acuden los mejores elementos de dicha empresa, afortunadamente fui seleccionado
para realizar el viaje todo pagado, en uno de los dias de evento realizan un concurso
de baile coreográfico, ahi fue donde vi por primera vez a Vanessa (nombre ficticio, como recordaran)
una linda regiomontana, 1.65cm de estatura, tez blanca con algunos lunares y pecas muy coquetos,
cabello castaño y rizado, de cuerpo muy apetecible, brassiere talla 34-B y unas
nalgas, que si bien no eran envidiables, si llamaban la atención y nadie les diria que no.
Vanessa participo en uno de los bailes coreograficos, con un atuendo mas que sexy
tacones plata, medias color piel semitransparentes, minifalda y top de tirantes azul turquesa,
acompañado de un antifaz muy seductor, al terminar su participación y estando ella
con algunas amigas decidí acercarme y felicitarla por el acto, ella agradeció amablemente
y comenzamos una charla de lo mas entretenida, me contó que era casada, con una hija, 27 años de edad,
para ser madre y a su edad su cuerpo estaba en su punto, en fin, después de charlar toda la tarde
y ya acercanose la media noche, llegaba el momento de irnos, fuimos a buscar a su compañera de habitación,
la cual se encontraba con un chico, y ella decidió quedarse mas tiempo, me ofrecí a llevar a Vanessa
a su habitación, ya que todos nos hospedamos en el mismo hotel, al llegar y despedirnos pensé que
mi oportunidad de tener algo mas se desvanecía, en ese momento solo pedí verla nuevamente con su
antifaz puesto, comentándole que se me hace muy coqueto, ella se lo puso de nuevo y en ese momento
tomo la iniciativa de invitarme a su habitación a pasar, acepte sin objeción, lo primero que hizo
fue quitarse los tacos argumentando que le mataban, me ofreci a darle un masaje en sus pies, lo cual acepto
de inmediato, se sentó en una de las camas, comencé con el masaje y ella se notaba le gustaba,
al paso de unos minutos se recostó estirando los brazos, lo cual hizo que su atuendo se subiera un poco
permitiéndome apreciar sus bien formadas piernas, comencé a subir por sus tobillos, pantorrilla...
Ambos iniciamos a besarnos con toda pasión, con aun más pasión que la primera vez, mientras nos besamos Armando comenzó a tocarme mi zona intima debajo la falda de mi vestido y como consecuencia a esto de inmediato me moje toda, ¡Quiero hacerte el amor! Me dijo suavemente al oído, -Lo sé y también quiero- le conteste.
Relato erótico enviado por putita golosa el 29 de August de 2010 a las 23:31:22 - Relato porno leído 513554 veces