Vino a Traerma una gaseosa al cuarto su descomunal, figura me hizo proponerle tener sexo
Relato
Es el final de una larga noche de estío., triste, pensativo. Apoyado en una esquina, de la cama, pòr la ventana, contemplo una farola. El aire caliente me envuelve mi cuerpo, totalmente desnudo, solo una toalla, tapa mi zona erógena. De pronto en mis oídos resuena unos pasos, en los pisos de madera, de aquella, vieja posada, donde me alojaba camino a mi destino, las cataratas.
Irrumpe una joven bella, con un uniforme, color rosado, muy fino casi trasparente, era la que me alcanzaba la cola fresca que había pedido, le dije que lo dejara lli a mano, al verme, todo, desnudo, su curiosidad, no se hizo esperar, medio perpleja se retiraba, caminando para atrás, le digo, señorita, si diga señor me hace el favor, acérquese al pantalón, saque la billetera, y tome un billete de 100 $ para Ud. ella obedeció, cuando saco la billetera repleta de dinero, se le produjo el segundo shock, dice muy amable señor de digo me llamo Luis llámeme, Luis, ay si Luis, yo soy Rosalía, encantado, cuando, pasa casi cerca mío, el trasluz del farol, me hacen notar que su vestido trasparente era lo único, que la tapaba, sobresalían un par de senos exuberantes, y un cuerpo acorde a los 20 años que pensaba que tenía, eso logro ponerme caliente para la noche. Que recién empezaba, casi cuando pasaba la puerta, con mi verga tiesa y dura latiente, le digo perdón Rosalía, si Luis, se acerca una cosa intima, esta UD, solo con su uniforme, puesto, y nada abajo, se ruboriza, sin contestar directamente, lo hizo como lo noto Luis, es que tal exuberante cuerpo, y su bonito físico, au es muy osado UD. Luis, pego un portazo y salio huyendo, me levanto, para servirme la gaseosa, la sed me agotaba, dejo todo mi cuerpo al aire, con la toalla, me seco la frente traspirada, tomo un sorbo profundo, cuando levanto la vista, la puerta estaba entreabierta, veo que Rosalía, no se había retirado del todo y estaba estupefacta, viendo, mi pene, semi erecto, que al verla, tomo rigidez, nuevamente, no Aparto los ojos de figura brillante, Aparto gotas de sudor de mi frente, que por la situación volvieron a aflorar. Mis ojos siguen con la mirada hacia ella que estaba casi petrificada, en un acto arrojado , le digo sin querer esto es lo que provoca tu figura, en mi, ella, no se mueve, le digo ven Rosalía, cuando entra le digo cierra la puerta, por favor le digo no lo tomes a mal, ni pienses mal de mi, pero te pido un favor podrías aplacar esta situación que provocas en mi, el dice que me esta diciendo, Luis lo que escuchas, no tomes a mal peor seria generoso si de tu parte pusieras un poco de satisfacción en mi vida, con la promesa de caballero que esto queda entre nosotros dos, ella sonrío, le digo Rosalía, déjame verte, rompe los temores, sácate el uniforme, ella estas loco Luis, para nada, mostrame tu divina figura, se buena, dubitativa por un instante, accedí, por delante desabrocho un par de botones y afloro, lo que prensita un par de senos, imponentes, y una cadera, y en su piernas una vagina, casi depilado, solo alce mis brazos, y alcance, su cuerpo para atraerlo hacía mi, ya con mis labios, dar las primeras lamidas a esos pezones, que se ponían duros a mínimo roce, de mis labios, de a poco, se entregó, al placer de mis caricias, y goces, lo que de a poco la sumió a hacer aflorar sus primeros gemidos, ya con mi boca, en su vagina pasando mi lengua por toda su raja para arriba, para abajo, profundo, se dilataba cada vez mas, sus jugos afluían cada vez mas, ese perfume, peculiar me erizaba mas, mi pene estaba como por explotar hasta que me deslice para arriba, para penétrala, cuando todo mi trozo, que por su tamaño, producía un inigualable, estado de placer en ambos pero para mi sorpresa el desenfreno que comenzó a traslucir, era imponente, pegaba alaridos, y susurros, de placer, fogosa, pedía mas, y mas, no tome en cuenta pero si se que se vino, me apretaba contra sus pechos ardiente, mojada, solo traspiraba placer, haciendo, mas placenteros, los embates, no pude contenerme, termine, con mucho semen saliendo de mi verga, que chorreaba, entre sus piernas, se alzo luego de relajarse, se enjuago un poco, se cubrió nuevamente con su uniforme, y se iba a marchar cuando la llame para darle, una gratificación, ella dijo no, no Luis para nada mañana Luis dejo mi servicio a las 7 de la mañana, a las 8 te espero en el bar de la esquina, yo desayuno allí, por favor no me falles.-
Le dije ¡esto! He inmediatamente le subí la falda metiendo mi mano entre sus piernas tocando su zona vaginal, puso resistencia y trato de gritar pero yo le dije severamente que o me entregaba su cuerpo o la denunciaba.
Relato erótico enviado por reycolegial el 30 de July de 2009 a las 12:08:52 - Relato porno leído 100019 veces