Una chica que se aventura a caminar descalza por la calle y tiene una experiencia que nunca se imaginó tener.
Relato
Todo comienza al momento de conocerla. Me presenté por primera vez en un curso de inducción para la preparatoria en UNITEC. El curso solo duraría dos días y era de 10am a 2pm. Yo llegué al plantel y dije que iba a un curso de inducción y me dijeron que sería en el piso 2 en el salón j103.
Al momento de llegar al salón me percaté de que solo estaba una muchacha bonita de cabello largo, como de mi estatura, ojos negros y blanca de piel y vestía una blusa roja, un pantalón pesquero de mezclilla de color azul y unos zapatos flats rojos.
Tenía poco sobrepeso pero no muy notorio. Era de esas a las que llaman gordibuenas.
La saludé y ella me respondió igual y comenzamos a platicar.
-¿Cual es tu nombre? - pregunté yo.
- Mi nombre es Karen. ¿Y el tuyo?
- Mi nombre es Augusto.
Me preguntó mi edad. En aquel momento yo tenía 16 años y ella 17.
Al siguiente día nos vimos en el curso y seguíamos platicando.
Comenzó el cuatrimestre y cada quien agarró su grupo de amigos. Durante el primer cuatrimestre no platicábamos mucho. Solo en una clase que nos tocaba juntos.
Cuando llegó el segundo cuatrimestre, era época de más calor, por lo que ella comenzó a vestir más "destapada". La veía llegar al plantel con blusas de tirantes, con shorts o faldas y con sandalias.
Por alguna extraña razón comenzamos a hablar más entre ella y yo, aunque no tanto, ya que había entrado una nueva chica al plantel de nombre Karla y Karen hablaba mucho con ella.
Karen era una chica un poco apartada y vivía en su propia mente la mayoría de veces. Aún así tenía las mejores calificaciones.
Una vez nos tocó a Karen y a mi salir del plantel a la misma hora, eran como las 2 pm. Ese día ella llevaba un short verde, una blusa de tirantes verde y sus sandalias verdes. Los dos nos bajamos del autobús en la misma parada y ella se despidió de mi y yo de ella. Al darse la vuelta y caminar para ir a tomar otro autobús me le quedé viendo a sus hermosas piernas y la verdad es que me gustó su figura.
Karen al llegar a su casa se quitó sus sandalias y se quedó dormida en su cama unas dos horas.
Cuando despertó se levantó de su cama y fue descalza a buscar algo de comer en el regrigerador y después puso a hacer la tarea. Ella siempre caminaba descalza por su casa (esto lo sé porque después ella me lo contó todo, pero eso ya es una parte más adelante de la historia).
Al siguiente día en la preparatoria nos tocó hacer un trabajo de tarea entre ella y yo, por lo que nos fuimos en el mismo autobús y en la parada donde nos habíamos bajado el día anterior tomamos el segundo autobús donde ella lo tomaba. Esta vez ella vestía una blusa blanca y una falda blanca y sus sandalias blancas de suela delgada.
Al llegar a su casa ella se quitó sus sandalias y me contaba que no le gustaba usar ningún tipo de calzado en su casa.
Para ella era algo normal pero verla así a mi me excitaba mucho. Cuando su madre llegó a la casa yo me presenté y nos pusimos a hacer el trabajo Karen y yo.
Cuando ya era hora de marcharme ella se puso sus sandalias y me acompañó a la parada del camión y me fui a mi casa.
Al siguiente día ella llegó vestida de verde, nuevamente con su blusa, short y sandalias. Expusimos el trabajo y nos sacamos un 100.
Al salir del plantel nos fuimos platicando en el autobús, después al llegar a la parada, ella se fue caminando a otra parada para tomar el otro autobús y finalmente llegar a su casa.
Yo comenzaba a pensar en ella y en su hermoso cuerpo toda la tarde.
Ella llegó a su casa, entró a su cuarto, se quitó las sandalias y se quedó dormida en su cama.
Al despertar fue descalza al refrigerador para nuevamente buscar algo de comer, luego se puso a hacer la tarea y después a ver televisión.
A las 5:30pm llegó su madre. Karen comenzó a platicarle a su madre sobre su día en la escuela.
Después de platicar con su madre, Karen se sintió un poco encerrada en su casa, así que fue por sus sandalias y le dijo a su madre que saldría a pasear un rato por el barrio, a lo que su madre le dijo que lo hiciera con cuidado.
Karen salió a la calle, eran las 6:30pm, el día estaba un poco caluroso.
Al salir a la calle, Karen recordó cuando estaba en su casa descalza, pensó también en aquella curiosidad que traía desde hace ya días sobre caminar descalza por la calle.
Así que fue a una calle un poco sola, todas las calles del barrio eran asfaltadas. Cuando se dio cuenta de que nadie la veía se quitó sus sandalias y las agarró con la mano y comenzó a caminar descalza por la calle. Ella no se explicaba la razón pero comenzó a sentir excitación sexual al poner sus pies en el asfalto por primera vez en su vida, de modo que solo lo hacía en casa y jamás lo había hecho por la calle. Caminó así por una hora y media.
Antes de volver a su casa, se volvió a poner las sandalias porque no sabía cuál sería la reacción de su madre, ya que ella era muy conservadora.
Al entrar a su casa, vio a su madre y le dijo: ya regresé. Su madre le dijo que a donde había ido y ella respondió que a caminar.
Al siguiente día al momento de llegar al platel de la preparatoria, vio a su amiga Karla y comenzó a platicarle de lo que había hecho.
- ¡Aay! ayer me quité las sandalias y me fui descalza.
- ¿Por qué, se te rompieron?
- No, solamente quería saber qué se sentía.
- Jajaja,¿Y qué sentiste?
- Para mi, la verdad fue muy rico, me gustó y lo volvería a hacer.
- ¡Karen, sí que estás loca! ¿Cómo vas a andar descalza por la calle?
- No lo has probado?
- No, ni lo intentaría, yo no puedo andar descalza ni en mi casa.
- Prúebalo, ya verás que sentirás rico, yo ayer lo hice como a las 6:45 pm y la verdad fue muy rico, el piso estaba cálido y se sentía tan relajante ¡oh!.
- Pero así te habrán quedado los pies de sucios, verdad?
- Sí pero la sensación agradable nadie me la quitó. Aparte cuando ya llevaba rato empecé a sentir más rico en los pies.
Al recordar esto, Karen comenzó a sentir excitación otra vez.
Recordó cómo después de bañarse se sentó en su cama recordando la sensación de sus pies en la calle y no pudo evitar masturbarse.
Llegó la hora de salida y en el autobús se encontró conmigo y nos fuimos platicando. Al llegar a la parada cada quien tomó su camino y ella en vez de tomar el otro autobús, se quitó las sandalias nuevamente y se fue caminando descalza unas cuadras. Podía notar cómo las personas la miraban, ella trataba de no hacer caso a las miradas pero sintió un poco de vergüenza. Trató de no sentirla llegando a una parada y subiendo descalza al autobús. Al momento de llegar a su casa se fue a su cuarto. y se quedó dormida.
Al momento de que su madre llegó a la casa ella la saludó y salió de la casa y otra vez a quitarse las sandalias por la calle.
Al momento de salir, su madre notó los pies sucios de Karen pero no se lo dijo.
Karen estuvo fuera de la casa por dos horas, al momento de llegar se puso sus sandalias y entró a su casa, fue a su cuarto, se las quitó nuevamente y fue a cenar con su madre.
Al momento de levantarse de su silla, se dirigió descalza al patio para prender el boiler y bañarse.
Su madre observó las plantas sucias de Karen y le preguntó la razón.
- Karen ¿por qué tienes las plantas tan sucias?
- Aa no sé, mamá, seguro es por el polvo que hay en la calle, esque aveces se ensucian cuando hace viento ¿ No te ha pasado?
- Sí, hija, ya sabes yo también uso sandalias pero tú tienes las plantas más sucias de lo común.
- Pues anduve mucho tiempo en la calle.
- Muy bien, hija creo que sí es por eso.
Karen se bañó y antes de dormir no pudo evitar masturbarse.
Al momento de masturbarse recordaba: ¡Aay aay anduve descalza en la calle! ah, ah, ah, ah, ah. Y así hasta conseguir el delicioso orgasmo.
Al siguiente día vio a su amiga Karla y le volvió a contar.
- ¡Aay! ayer me quité otra vez las sandalias y me fui descalza.
- Karen, no lo hagas te hará daño.
- Sé que puede ser antihigiénico pero te diré la verdad: no puedo dejar de hacerlo, ya descubrí que eso me excita.
- ¿Y cómo sabes que eso es motivo de tu excitación?
- Apenas pongo los pies en la calle y comienza a invadirme una excitación enorme de la que no puedo escapar, ayer que lo hacía, caminaba descalza por la calle y me percaté de que estaba mojada. Y antes de irme a dormir me masturbé mucho.
- Pues eso está un poco extraño.
Unos días después me cambié yo de casa y por coincidencia caí a vivir en su misma cuadra.
Fue ahí cuando comencé a percatarme de que esta chica tenía la costumbre de andar descalza, no solo por su casa, sino por la calle también.
Los primeros días la observaba desde la ventana de mi cuarto, siempre con sus blusas, shorts y descalza con las sandalias en la mano y sus plantas sucias y negras. Esto me excitaba mucho y me hacía desearla. Yo me masturbaba pensando el ella.
Casi siempre nos íbamos a casa juntos, ya que ahora éramos vecinos.
Una vez al verla paseando descalza, no me pude contener y salí a encontrármela. Ella al verme bajó la mirada, sintió vergüenza y yo la saludé.
- Hola.
- Eeemmm... uuummm... hola.
- ¿Andas paseando?
- Pues... sí.
- Te incomodan las sandalias?
- Eeeemmm... sí... eso es me lastiman.
Fue tanta mi excitación que ella comenzó a notarla y no supo qué hacer ni yo. Pues no nos conocíamos muy a fondo.
Al siguiente día en la escuela, ella le platicó todo a Karla.
Karla investigó lo del caso de Karen pero no obtuvo respuesta, así que ella no sabía la razón por la que su amiga podía sentir excitación al caminar descalza por la calle. Pero lo que sí encontró, fue el tema de fetichismo de pies.
- Si Augusto se excitó probablemente sea fetichista.
- ¿Sea qué?
- Un hombre que se excita de manera diferente a otros hombres porque normalmente un hombre se excita al mirar el culo o tetas de una mujer y el caso de Augusto es diferente. Él puede excitarse al ver tus pies descalzos y sucios. Es algo no muy común. ¿Augusto te miraba mucho ayer?
- Me miraba demasiado y su mirada era como de excitación y me hacía muchas preguntas, me decía que cuanto tiempo llevaba caminando descalza porque notó mis pies muy sucios, me preguntaba que cómo estaba el piso, etc.
- ¿Y qué opinas de eso?
- Pues es algo confuso, un poco extraño, pero interesante.
- ¿Por qué no intentas que se te acerque más y que te tenga más confianza? así podrás averiguarlo todo. Dile la verdad, dile que te gusta andar descalza e intenta llegar más a fondo sobre esto. Es más vayamos a tu casa y salimos a pasear en la tarde. Tú sal descalza y has comentarios sobre eso. Lo buscamos en su casa.
- Me parece buena idea.
Esa tarde, Karen y Karla hicieron lo planeado. Llegaron a mi casa y tocaron el timbre. Karen vestía un short blanco, una blusa de tirantes blanca y descalza. Karla vestía una blusa rosa, pantalones blancos pegados al cuerpo y unas sandalias blancas.
Salí a pasear con ellas nos sentamos en una banqueta. Karen fue a la tienda y yo me quedé con Karla. Le conté un chiste y ella se rió.
Karen iba llegando, venía descalza y caminando no muy despacio. Karla estaba muerta de risa por el chiste que le conté y trató de apresurar a Karen para contárselo.
- Karen, ven córrele.
Llega Karen y se sienta y Karla le pregunta.
-¿Por qué no vienes rápido?
- Es que siento bien calientito el piso, lo siento rico.
Eso hizo que yo me excitara aún más.
Al pasar los días, Karen y yo nos habíamos hecho amigos de total confianza hasta que pudimos tocar el tema del sexo.
Fuimos a un parque que estaba en el barrio y nos sentamos en una banca.
Comenzó a platicarme de los fetichistas pero riéndose del tema.
Después me dijo que eso era algo extraño pero que no tenía nada de malo, así que yo le dije que sí tenía un fetiche pero que no se lo quería decir. A lo que ella responde:
- Aay anda estamos en confianza.
- No, Karen, es mejor que no lo sepas, no querrás saberlo te lo juro.
- Aay te prometo que no te juzgaré, anda.
- No, me da mucha vergüenza.
- Por favor.
Insistió tanto que decidí decirle. El corazón comenzó a latirme muy rápido.
- Está bien pero conste que yo no quería decirlo.
- Dime.
- Me excita muchísimo que una chica camine descalza por la calle y que tenga sus plantas sucias por caminar así.
Ella se me quedó viendo sorprendida.
- ¡Ooh! y yo diario descalza.
- Sabía que no debía decírtelo.
- No, no te preocupes, es que no sabía eso.
- ¿Ya ves?
- Pero está bien, solo que quiero saber por qué te pasa eso.
- Pues realmente no lo sé, solo recuerdo que desde pequeño me pasa.
- Pues yo te diré el mio: a mi me excita andar descalza por la calle.
- ¿Es enserio?
- Sí, es por eso que siempre ando descalza.
Los dos nos sentimos invadidos por una enorme excitación. Ella me abrazó y pudo sentir la dureza de mi pene. Nos quedamos viendo el uno al otro y nos dimos un beso.
Ella comenzó a contarme todo de cómo fue que comenzó a caminar descalza por la calle y cómo se dio cuenta de que sentía excitación al hacerlo.
Yo no me pude contener e involuntariamente la comencé a acariciar de la cara.
Luego no lo pude evitar y puse mi mano arriba de su short y traté de meterle el dedo a la vagina.
Ella trataba de retirarlo pero tampoco se pudo contener, por lo que pude meterle el dedo y hacerla gemir, su cuerpo se movía mientras ella gemía y arrastraba su pie derecho descalzo y sucio hasta que llegó al orgasmo y por poco grita de placer.
No había nadie en el parque así que nadie nos vio.
Ese día al llegar a su casa, su madre ya estaba ahí y se percató de que Karen estaba descalza y así se había salido a la calle.
- Hija ¿Por qué te saliste así?
- Aa es que quería saber qué se sentía caminar así por la calle.
- No lo hagas, hija, eso es antihigiénico.
- Está bien.
Karen y yo nos habíamos convertido en sexo - amigos, pero a la madre de Karen no le parecía que su hija caminara descalza por las calles.
Karen no sabía qué hacer.
Al siguente día, Karen se puso lo más provocativo que encontró: una blusa roja, un short negro y unas sandalias negras.
Al momento de salir, su madre le dijo a Karen que no se quitara las sandalias, a lo que ella responde que no lo haría.
Karen y yo nos vimos y Karen caminaba con sus sandalias puestas. Salimos los dos del barrio y Karen se quitó sus sandalias y caminó descalza, ignorando aquello que su madre le había dicho. Yo comencé a excitarme y ella percatada de esto me agarró de mi brazo. Teníamos que cruzar una calle ancha por la que pasaban muchos carros.
Nos estábamos esperando a que pudiéramos cruzar la calle.
- Siento mucha excitación - me dijo ella.
- Yo también.
Ella hizo un gemido no muy ruidoso.
Descubrimos un motel y entramos.
Ella no se contuvo me dijo:
- Aay no, necesito que me cojas. Cójeme por favor, lo necesito.
Sin pensarlo dos veces le quité y me quité la ropa y comenzamos a coger. Ella pegaba unos gemidos muy fuertes.
Al llegar Karen de nuevo a su casa se puso sus sandalias para poder entrar en ella. Su madre al verla entrar le dice:
-¿Cómo te fue?
- Muy bien, mamá.
- A ver tus pies.
- ¿Por qué?
- Déjame ver la planta de tus pies.
Al enseñársela, su madre le dijo:
- Te dije que no lo hicieras, hija.
- Mamá es que no sé por qué le das tanta importancia a esto.
- Hija, esto lo estás haciendo a diario. ¿Por qué?
- Bueno, la verdad me gusta sentir el suelo en mis pies. Déjame hacerlo, no pasará nada.
- Está bien, hija, solo hazlo con cuidado.
Karen se sintió más libre ese día puesto que para verme ya saldría descalza y sin las sandalias.
Desde ese día, Karen y yo nos veíamos todos los días, ella caminaba descalza por la calle para mi y cogíamos.
Los dos disfrutábamos de nuestro fetiche.
Éramos insaciables. Yo había encontrado alguien que me satisfacía sexualmente y ella también.
Verla descalza en la calle con los pies sucios me provocaba una excitación enorme y a ella la excitaba enormemente el solo hecho de salir a pasear descalza.
Estuvimos muchos años así. Cuando terminamos la preparatoria, ella se fue de intercambio a estudiar la universidad y yo me quedé aquí.
Ahora la extraño.
Así es querido lector. Esta mujer ha sido una etapa sexual muy importante de mi vida.
Espero les haya gustado esta historia. No es una historia real. Es pura ficción, pero me gustaría que me pasara.
Solo para fetichistas.
Espero les guste y se prendan.
hola mi nombre es frei soy hombre de 27 años soy fetichista siempre soñe con oler los calzones de mi cuñada tan solo de imaginarlo se me paraba la verga
Relato erótico enviado por frei el 04 de April de 2012 a las 23:28:18 - Relato porno leído 74785 veces
Deje a mi esposo y comence una relacion casual con mi profesor, me excitaban sus palabras y un dia me pidio que llevara unas blumas de mi hija para hacer el amor...que divinidad
Relato erótico enviado por perriturka el 04 de May de 2011 a las 23:19:55 - Relato porno leído 52200 veces
hola, pues este es mi primer relato y es 100% real, yo me masturbo cada vez que me recuerdo de ese dia y espero que lo hagan ustedes tambien y que me hagan saber asi se que es de su agrado.
Relato erótico enviado por Anonymous el 11 de January de 2010 a las 22:56:54 - Relato porno leído 35325 veces
Si te ha gustado Sexo - amiga descalza vótalo y deja tus comentarios ya que esto anima a los escritores a seguir publicando sus obras.
Por eso dedica 30 segundos a valorar Sexo - amiga descalza.
te lo agradecerá.
Comentarios enviados para este relato
katebrown
(18 de October de 2022 a las 20:43) dice:
SEX? GOODGIRLS.CF
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