Relato de un encuentro real ardiente y enloquecedor con Dré
Relato
Cuando Dré me propuso hacerlo quedé atónita... Nunca habia pensado en él de esa forma, aunque en secreto siempre me atrajo. De pronto en mi mente se volcaron increíblemente mil y un posibilidades de cómo sería tener sexo con él. Dré es un hombre alto, de complexión robusta, labios carnosos, barba áspera, sus manos grandes y contundentes..., atlético puesto que ha practicado deportes desde la adolescencia. No es un hombre necesariamente guapo, pero el resto de sus características físicas lo hacen sumamente atractivo... por lo menos para mí.
- Entonces, por lo menos lo pensarás?
- No lo sé - contesté nerviosa - voy a meditarlo...
-Vamos al cine mañana, paso por ti a las 6 - contestó mirandome directamente a los ojos, y sonrió levemente -¿Quieres?
Sin más, entreabrí mis labios, lo miré de regreso y noté su penetrante mirada sobre mí... por un momento me perdí en esas facciones suyas que me atraían tanto. En un segundo recorri con mi mirada su boca, su barbilla... Noté de inmediato mi sonrojo, lo miré de nuevo a los ojos y apenada baje la mirada sonriendo nerviosamente.
- Esta bien. Mañana nos vemos... - Contesté con voz baja...
Esa noche me despedí. Regresé a casa rapidamente, estacioné el auto, y subí las escaleras de casa lo más rapido posible para llegar a mi habitación, y por fin estar sola, recostarme y fantasear con la idea de que al día siguiente tendria sexo con uno de los hombres más atractivos que conozco. Aún no podía creerlo.
Rápidamente me quité la ropa, quedando solo en panties y sostén. Me metí a la cama, y decidí cerrar los ojos, y pensar en él... en sus fuertes y gruesas manos tocandome por debajo de la ropa... recorriendome los senos, el vientre, el sexo... y empecé a tocarme lentamente imaginando que mis manos eran las suyas, que sus dedos se deslizaban entre mis piernas, haciendo a un lado el pantie y penetrándome lentamente una y otra vez... humedeciendome, haciendome suya. Comencé a masturbarme cada vez más intensamente hasta que llegué al orgasmo... sentí mis dedos mojados, me los llevé a la boca llenandolos de saliva y me volví a acariciar cada vez mas despacio hasta que caí dormida.
Todo el día siguiente fue uno de los mas largos de mi vida... Ese día me arreglé como nunca, discreta pero muy sexy. Tacones, pantalón entallado, blusa negra con un escote no exagerado pero que dejaba a la vista el nacimiento de mis senos, mi mejor lencería... Finalmente dieron las 6 pm y Dré llegó puntual a la cita. Me saludó con un beso en la mejilla. Nos dirigimos hacia el cine. Al llegar, elegimos una película, y esperamos unos diez minutos antes de poder entrar a la sala.
De pie en el pasillo platicabamos de todo... no dejaba de mirarme, de sonreirme. A veces tocaba mi cara o mi cuello, con el pretexto de acomodar mi cabello, otras veces era yo quien me acercaba a él, lo seducía discretamente... para entonces Dré ya se habia dado cuenta de que tenía permiso de llegar conmigo a donde quisiera. Sabía que me gustaba, y varias veces me había hecho saber que tambien yo lo atraía demasiado... Pero no lo habíamos dicho con palabras. Finalmente entramos a la sala.
- Donde te quieres sentar? - Me preguntó.
- Elige tú el lugar... tu decides
Entonces se dirigió hasta la ultima fila, justo debajo del proyector. La sala no estaba llena ni a la octava parte, por lo que nuestra fila por ende estaba desocupada. Solo a unas 7 butacas en la fila siguiente habia una pareja que muy seguramente estaría ocupada en su propia aventura durante la función.
Se apagaron las luces. Dré entonces decidió abrazarme, de tal manera que pude quedar recostada sobre su hombro, con su brazo rodeando mi espalda y apoyando su mano en mi cintura. Mis manos quedaban libres sobre sus piernas ya que el descansabrazos que divide las butacas podía moverse hacia arriba y entonces no habia nada que nos estorbara.
Comenzó la función. Dré me sostenía con un brazo y de pronto comenzó a juguetear con sus dedos en mi espalda, comenzó a recorrerla hacia arriba, y de pronto bajaba casi hasta mis caderas. Con un movimiento rápido deslizó su mano por dentro de mi blusa tocando la suave piel de mi espalda... sintiendo cada milímetro lentamente. Comenzó a subir hasta que sintió mi sostén, y siguió su línea hasta llegar al frente, y muy sutilmente rozó por debajo uno de mis senos. Cuando sentí la caricia, no pude evitar estremecerme, cerré mis ojos y apoyé mi rostro sobre su hombro. Mi respiración comenzaba a agitarse. Me dediqué a sentir esos dedos gruesos tocándome, casi invadiendo mi intimidad. De pronto sentí su otra mano sobre mi cuello, acariciándome. La caricia se tornó más intensa, y de pronto noté sus labios gruesos y cálidos en la sien... en la mejilla... Y de pronto sentí por fin su boca sobre la mía, besándome apasionadamente, sexualmente... Me besaba, me lamía, me mordía... me mordía un poco más fuerte cada vez, me apretaba con sus labios, no me dejaba mover... una de sus manos me abrazaba y la otra sostenía mi cuello... y esa sensación de poder sobre mí me excitaba cada vez más. De pronto esa mano que me sujetaba por el cuello bajó a mi escote, con un movimiento ágil abrió la blusa y dejó ver entre la tela mis senos cubiertos por el sostén.
Se apartó un poco hacia atrás y miró mi escote. Mi sostén azul estaba a la vista. Así que comenzó a acariciarme por encima de la tela, explorando, sintiendo, tratando de encontrar mis pezones. Subió su mano hasta mi hombro y deslizó la tira del sostén hacia abajo. Hecho esto, bajó su mano, la metió por dentro del sostén y lo bajó lo suficiente, dejando mi seno expuesto.
- Me encantan tus pezones... - me dijo, mientras lo tomaba entre los dedos.
Sin darme cuenta mi mano ya recorría su pierna, subía y bajaba. Tomó rapidamente mi mano y la puso encima de su miembro, y comencé a acariciarlo. Busqué la cremallera del pantalón, la bajé, deslicé mi mano y comencé a acariciarlo por dentro. Noté como se humedecía y su miembro crecía y se endurecía cada vez más.
Volvíó a besarme con más intensidad que antes, mientras su mano jugueteaba con mi pezón, y mi mano hacía lo propio. De pronto atrapó mi labio inferior con sus dientes, y al mismo tiempo atrapó mi pezón entre los dedos, y comenzó a apretar ambos al mismo tiempo, poco a poco cada vez mas fuerte hasta que logró arrancarme un gemido de dolor mezclado con placer...
- Te gusta eso?- me preguntó.
- Me gusta todo lo que me haces... hazme lo que tú quieras...
Yo no podía creer lo que había sentido, en ese momento pensé en que él simplemente podía llevarme a donde sea, hacerme lo que sea, besarme, morderme, obligarme a hacer cualquier locura y yo simplemente hubiera accedido a hacerlo. No importaba dónde, no importaba cómo. Noté entre mis piernas mi propia humedad... a esas alturas estaba empapada y mi pantie ya había recibido gran parte de mis fluidos vaginales. Dré bajo su mano hasta mi pantalón, lo desabotonó, bajo el cierre, y metió su mano...
- Sí que te está gustando, ves?... - y sacó entonces su mano mojada y la metió en mi boca para que la probara.
- Vamonos de aquí... por favor...
Salimos del cine habiendo arreglado nuestras vestimentas, y nos fuimos al coche. La excitación ya era tal, que nos urgía estar en un lugar donde pudieramos por fin hacerlo... En el estacionamiento no era posible ya que todavía había demasiados autos, así que decidimos dar vueltas por los alrededdores hasta encontrar un lugar con poca luz donde estacionar y poder mudarnos a la parte trasera del auto...
Durante el camino, Dré volvió a tocarme por encima del pantalón.
- Desabotonate el pantalón, quiero meterte mano ahi debajo...
y yo obedecí. Abría un poco mis piernas y me dejé manosear por él. Cerré mis ojos, y al mismo tiempo que manejaba despacio por las calles, me penetraba con los dedos una y otra vez. Mi humedad era demasiada así que fue fácil para él llegar hasta mi vagina y sentirme por dentro, y penetrarme con facilidad.
Finalmente encontramos un lugar en una calle cerrada con poca luz, frente a una casa deshabitada.
Ya en el asiento trasero, en un instante, y producto de toda la previa excitación en el cine y durante el camino, Dré con una energía casi desesperada me jaló, me comenzó a besar en la boca, el cuello, apartó mi blusa y me besaba y mordisqueaba mis hombros. En un movimiento ágil metió la mano debajo la blusa por detrás y destrabó mi sostén. Yo estaba excitadísima y no me importaba que alguien pudiera mirarnos, en un segundo me quité la blusa y el sostén ya destrabado, y Dré me abrió el pantalón, me recostó sobre el asiento y me lo quitó por completo junto con las panties.
En un movimiento casi violento me abrió las piernas y comenzó a hacerme sexo oral... En un abrir y cerrar de ojos estaba completamente desnuda en el auto, y Dré me besaba y mordisqueaba el sexo tan o más intensamente que hace un rato en el cine cuando me besaba en la boca. Me abrió los labios con los dedos buscandome el clítoris, y me chupaba y me succionaba una y otra vez, ... y alternadamente mordisqueaba suave y fuertemente,... y yo no podía más que gemir y gemir de placer... de repente sentí cómo empezó a penetrarme con los dedos, primero dos, luego tres... luego intento meter toda la mano... pero no se podía ya que era demasiado para mí... pero tan solo el hecho de que intentara empujar su mano hacia dentro de mí una y otra vez, combinado con los mordiscos en toda mi vulva, y la sensación de su áspera barba en mi sexo, empecé a sentir nuevamente esa mezcla entre dolor y placer, y sin darme cuenta llegué a mi primer orgasmo de la noche... ahi estaba acostada tocandome y apretándome los senos mientras mi amante disfrutaba de mi humedad y saboreaba una y otra vez mi vagina, mi clítoris, mis labios...
Después fue mi turno. Se sentó de nueva cuenta en el asiento y yo me agaché a desabotonar su pantalón. Lo abrí y saqué su pene enorme y húmedo, y me lo metí en la boca. Y empecé a succionarlo, a subir y bajar, a meterlo casi hasta mi garganta y luego sacarlo, al mismo tiempo que con mis manos acariciaba sus piernas y sus testículos. Él de alguna forma me acomodó para que quedara acostada en el asiento y pudiera al mismo tiempo seguir haciéndolo. Volvió nuevamente a alcanzar mi vagina con sus anchos dedos y me penetraba una y otra vez, la exitación era demasiada para entonces, y de pronto sin más, deslizo su dedo índice hacia mi ano y el pulgar en mi vagina... Eso me arrancó un gemido enorme. Así penetrada, juntó por dentro los dedos y movía la mano en círculos, mientras yo seguia chupando y lamiendo su enorme miembro... Entonces llegué nuevamente al orgasmo, pero esta vez fue más intenso que el anterior por la penetración anal que me habia propiciado.
Después de mi segundo clímax, por supuesto que ya era turno de mi amante. Me jaló hacia él para que así sentado, yo me subiera sobre sus piernas y me pudiera por fin penetrar. Así que me senté de frente a él, rodeándolo con mis piernas, y comencé a cabalgarlo. Empecé a moverme rítmicamente lentamente, mientras besaba alternadamente mis senos, mis labios, mi cuello... y yo hacía lo propio besándolo y acariciando sus fuertes brazos, su pecho, su marcada espalda. Aceleré cada vez más, hasta que mis movimientos eran violentos y mis senos rebotaban frente a él. De pronto Dré inclinó su cabeza hacia atrás y dejándose llevar por mis movimientos, tuvo un orgasmo largo e increíblemente placentero. Sentí como todo su semen caliente me llenó por dentro y cómo todos esos fluidos nuestros comenzó a escurrir por fuera de mi vagina, entre mis piernas.
Duramos así un rato más, despues de la gran aventura sexual, nos vestimos, me llevó a mi casa y el se fue a la suya... tal vez haya segunda parte....
El me acariciaba mi vagina muy placenteramente y ahí fue cuando comencé a disfrutar y sentir placer. Me estaba excitando ser tocada de esa forma tan morbosa y decidí abrir mis piernitas para darle paso completo, al instante sentí clarito como me metió las dos manos bajo mi falda tocándome con más libertad.
Relato erótico enviado por Anonymous el 31 de August de 2009 a las 00:02:20 - Relato porno leído 208236 veces
la tia culona no tubo mas remedio que pegarse a mí y practicamente me hizo sentir su culo, estaba apoyada en mi, el bus estaba repletísimo y yo estaba ya sintiendo el culo de esa tia en mi verga, su espalda estaba completamente pegada a mi pecho asi que tenía la oportunidad perfecta
Relato erótico enviado por lucas fernandez el 16 de February de 2010 a las 23:47:20 - Relato porno leído 169089 veces
Sin saber que era ella, penetré a la amiga de mi hija por sus dos agujeros mientras mi mujer se probaba ropa en el probador de al lado.
Relato erótico enviado por Recaredo Rey el 11 de January de 2013 a las 00:00:02 - Relato porno leído 130212 veces
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