SEXO ORAL CASUAL, CON MI VECINITA

Nos mudamos con mi esposa a un barrio cerrado, lugar muy difícil para hacer amistades, pero mi esposa se las ingenio haciendo amistad, con la vecina de al lado,
Se la pasa tomando café, y platicando casi todo el día.
La vecina tiene una hija en edad de escuela secundaria, muy atractiva, y muy desarrollada, lo que sobresale son sus pechos, que son un poema, y me deslumbran,
Es automático que cuando mi esposa se va para lo de su amiga al ratito aparece, Mabel, con cualquier escusa, yo la trato bien y soy muy amble con ella, de a poco vamos ganando en confianza,

Porque me la fue dando, mas de lo que yo le daba, pensé primero en el modernismo Para cualquier cosa, me ponía sus pechos sobre mi brazo, o sobre mi cara, cosa que la verdad, me gustaba cada vez mas, hasta allí, no se si lo hacia de despistada, o era para provocarme.
En una oportunidad, estaba sentado, ella como tenemos una biblioteca muy grande, fue a buscar libros en ella, se dirigió a los estantes más altos, se subió arriba de una silla, poniéndose de puntillas sobre los pies, intentando alcanzar la novela que me había pedido , comenzó a balancearse y tambalearse, pegue un salto, para que no me caiga, me pongo junto a ella, sujetándome por los muslos con las manos, cuando miro hacia arriba, tenia todo al aire, decir al aire, es nada de protección, solo su vagina, con mucho bello, casi me desmayo, como pude la sujete, a punto que le dije “Mabel apúrate por favor”, ella pega un saltito, que me hizo, perder el control, con mi verga al palo, se desparramo, cayendo y yo sobre ella, contra su vientre, y sobre su pelvis, mientras ella rompía en risa, yo me contagie la risa, quedamos por un momento en esa posición, lo que de pronto me hizo cometer el principió, de una locura, porque con mi lengua, pase para arriba y abajo, lo que transformo su risa, en seriedad, y placer, no tardo en mojarse, y comenzar a emitir, los primeros gemidos, ya mi locura era total, porque me prendí como sanguijuela, en pegarle una mamada, de vagina, mi lengua, como ariete, entraba, y rozaba, los puntos claves, para sentir su venida, estrepitosa.
Me alce, sin palabras, pase al lavabo, a limpiarme, y bajar los pies en la tierra, porque intento preguntar, le pedí que se vaya, la corte diciendo Mabel vete otro día, me porte mal. Ella se marcho.
A los días estaba en plena tarde, en short, cortando el pasto del jardín, mi esposa, me dijo, me voy a tomar el te con mi amiga hice unas masitas, te deje en la cocina. A los minutos junto a mi estaba Mabel, yo le disparaba, ella dijo puedo entrar a buscar un libro para la escuela, no hizo, falta contestarle, porque hacia ala biblioteca se marcho, cuando entro todo sudado, a tomar agua de la nevera, ella como un resorte se vino detrás, mío, me pide agua para beber, cuando le doy el baso, creo que a propósito lo desparramo sobre sus dos pechos los que se traslucían, los mire, sin sostén, solo logro, que me engordara mi tremenda verga, ella provocativamente miraba, para que se los tome, con mis manos, cada vez, acercaba mas, contra mi, rozo el short, excitándome mucho, cuando se dedico a franelear mi pene, no se pero la deje seguir, , y sin mas, le saque sus senos, se los chupe, bien, delicado, se volvió, a enloquecer, con su rodilla, seguía con mi pene, hasta que le digo “Mabel, sácala, con tu mano, ella obedeció, me dice es grande, la sobo con sus manos, hasta que le digo arrodíllate, ponetela en tu boca, mientras le seguía masajeando sus dos `pomelos, le pedí que me chupara como un chupetín, la guíe, porque no sabía de que se trataba, hasta que salto un montón de semen, en su cara, ella sorprendida, uy que cantidad, yo nada a nadie Mabel, “no es un lindo, juego, me gusto lo del otro día, y a voz te gusta esto, enséñame todo, vos me haces a mi y yo a vos”