Sexo peligroso

La historia que les cuento a continuación es uno de los momentos más excitantes que he pasado con mi novia. Mi chica es una mujer que considero bastante atractiva; ella es alta, morena, delgada, cabello negro, sus senos son pequeños pero lo que más me gusta es su trasero; tiene un cintura delgada, una cadera no muy ancha y unas nalgas perfectas, suaves y paraditas.
Un día después de ir a pasear como es costumbre me dijo que la llevara a su casa porque tenía sueño, cuando llegamos su mamá estaba en la sala con sus amistades así que nos dirigimos a la habitación de mi novia que por cierto se encuentra a un lado. Nos acostamos y al poco tiempo me tomó de la cabeza y me acercó a su pecho, yo de inmediato tomé sus senos con ambas manos pero no me atreví a más porque su familia estaba a menos de 3 metros. Algo que caracteriza a mi chica es que una vez que se calienta no le interesa nada mas que el placer. Sin darme cuenta se quitó el sostén y quedó con una blusa que se amarraba sobre el cuello y antes de que yo pensara en arrancarla de su cuerpo desató las cintas, me mostró sus hermosos senos y sin más demora me tomó nuevamente de la cabeza y colocó sus pezones en mi boca. Yo perdí el control y comencé a chupar sus senos y a mordisquear sus pezones, mi chica se recostó mientras yo seguía prendido a sus cuerpo. Después de pasar un momento deslizando mis manos sobre sus senos y apretando sus pezones con mis dedos comencé acariciar su vulva sobre su pantalón. Mi novia ya no podía más así que lo desabroché y pretendí quitárselo pero mi novia no quiso por miedo a que entrara su mamá y la viera.
Obviamente yo no podía quedar así, entonces tomé una cobija, nos cubrimos y coloqué mis manos dentro su pantalón; tomé sus nalgas, las apreté y presioné su cuerpo hacia el mío mientras lamía sus tetas. Cuando sentí que mi novia empezó a agitarse, sin soltar sus nalgas presioné mis brazos hacia su pantalón y este comenzó a deslizarse por los muslos de mi chica pero ahora sin encontrar resistencia; comencé a bajar mis besos hasta su abdomen y mi novia ya súper excitada encogió sus piernas y se quitó el pantalón. Viendo a mi novia dentro de la cobija solo con su calzoncito que se amoldaba perfectamente a su cuerpo le separé las piernas y un poco de la parte delantera de su bikini para descubrir su vagina. La besé y sentí cómo mi pene estaba como una estaca en mis pantalones, mi novia se contorsionaba al sentir mi pulgar masajear su clítoris. Así que puse sus dos piernas a un costado, la tomé del culo y la coloqué en cuatro viendo hacia la puerta; mi novia parecía una muñeca poseída y aún faltaba lo mejor.
Me coloque tras ella, la tome fuertemente de los senos y la bese en la espalda, mientras tanto sentí cómo mi linda novia comenzó a parar su hermoso culito y a presionarlo contra mi pene en repetidas ocasiones, así que me aparté un poco, tomé su culo entre mis manos y bajé su bikini hasta sus rodillas. Imagínense lo afortunado que me sentí viendo aquella escena: Una mujer perfectamente bella de rodillas y colocada en cuatro ofreciéndome su lindo culito para que hiciera de él lo que quisiera. Nuevamente tomé su culo desnudo, le separé las nalgas y comencé a hacerle sexo oral, deslicé mi lengua de arriba abajo por su vagina e intercalaba metiéndole un dedo, después dos y luego tres, la penetraba con mis dedos y lamía su clítoris para aumentar su placer; cuando mi excitación subió le separé las piernas, me acosté y coloque mi cabeza entre sus piernas, la tomé de las nalgas que en ese momento apuntaban al techo y continué haciéndole sexo oral; metía y sacaba la lengua a su vagina y me llenó de jugos la boca, me sabían a gloria y cada vez que volvía a penetrarla con mi lengua mi novia gemía y presionaba su vagina con fuerza hacia mi cara para que lo hiciera con más rapidez.
En ese momento ya no nos importaba nada así que tomé la cobija y la tiré, tomé a mi novia de las nalgas para presionarla hacia mi cara hasta que la penetre con mi dedo pulgar y ya que estaba lubricado saqué el dedo de su vagina y lo apunté hacia su ano; lo masajee un poco y la comencé a penetrar, mi novia estaba en otro mundo. La adrenalina aumentaba al imaginar qué pasaría si su madre entraba en la habitación y veía a su tierna hija desnuda en cuatro patas, montada sobre la cabeza de un cabrón que le chupaba la vagina en cada rincón y con las manos la tomaba de las nalgas y le metía los dedos en el ano. Mi novia no aguantó más y tuvo un orgasmo que la hizo contorsionarse agresivamente; mi chica se mordió los labios para no gritar (porque es muy gritona en el sexo) mientras que yo estaba súper excitado y con el pene duro como una roca. Cuando creí que ya había terminado todo pues un encuentro más intimo nos podía delatar con las personas que estaban en la sala mi novia repentinamente me jaló violentamente de los cabellos y me colocó a la altura de las almohadas, me desató el cinturón y me arrancó el pantalón; con los últimos segundos que me quedaban de cordura alcancé a encender la radio que se encontraba en el mueble a un costado de la cama. Mi novia se monto sobre mí, tomó mi pene, colocó la punta en la entrada de su vagina y se dejó caer dando pie a una penetración que me dolió hasta en los huevos, pero por otro lado me excitó más. La tomé de los senos mientras mi chica brincaba en mi pene, de arriba abajo rápidamente, mi novia trataba de no gemir para que no se dieran cuenta de la cogida que nos estábamos dando. En un momento me levanté y la detuve para chupar sus senos e instantes después con sus pezones entre mis dientes me recosté y ella se inclinó conmigo; la abracé, deslicé mis manos, tomé sus nalgas y la comencé a penetrar rápidamente y no me importaba que se escuchara su culo chocar con mi cuerpo en cada embestida, pero imagino que se escuchaba un poco fuerte porque mi novia se estiró para subir el volumen del radio.
Así estuvimos un rato hasta que mi novia empezó a gemir – aahhh, aaayyy, aaahhhh – eso me puso calientísimo y comencé un mete y saca más violento mientras mi novia – uuuhhh, si bebé así, ahhhh aaaayyyyyy – mi novia me decía que no parara y no lo hice, de pronto mi chica se levantó, me rasguñó el pecho y en su venida dejo salir sus mocos en su eyaculación.
Un minuto después mi chica comenzó a brincar nuevamente pero por los fluidos que quedaron en mi pelvis se escuchaba demasiado así que se levantó de la cama tomó una toalla y me limpió, cuando se arrodillo en la cama para volverse a montar sobre mí la detuve, me paré al pié de la cama y tomándola de las nalgas la acomodé para cogérmela de a perrito. Tomé mi pene y acerqué la punta a su vagina y comenzamos a coger nuevamente. Era increíblemente excitante ver como mi novia me tomaba de las nalgas y me impulsaba para que me la cogiera más duro. Yo sin soltarla del culo comencé a bombear y después la tomaba de los senos y seguíamos taladrando. Mis embestidas continuaron hasta que mi novia nuevamente terminó, arqueó su espalda y en el pene sentí cómo sus músculos se contraían. Yo seguí con mi mete y saca hasta que mi novia me dijo – por favor ya vente – yo le pregunté que si no quería más y me dijo – si vuelvo a terminar voy a gritar – así que ya no aguanté más y exploté; terminé con tantas fuerzas que tuve que apretar el culo de mi novia para no lastimarla con el golpe.
Me quité el condón, abrimos la ventana para que se ventilara el cuarto, escondí la ropa para que no la vieran si entraban. Nos acostamos y nos tapamos.
Mi novia me besó el cuello y me masturbó hasta que nos quedamos dormidos.
Siempre disfruto los encuentros con mi novia, pero este fue especial sin olvidar que ha sido la única vez que mi novia termina tres veces en el mismo round.