Eso fue lo que me dijo mi novio Efraín, cuando estando solos en casa de sus padres, mientras nos besábamos, y mutuamente nos acariciábamos, cuando me preguntó si yo lo amaba, desde luego que respondí que si lo amaba, y de inmediato él me pidió que le mamase su miembro…
Relato
Lo cierto es que al escucharlo decirme esas palabras, me quedé como congelada. Ya que a medida que nos estábamos besando, él comenzó acariciar todo mi cuerpo. Así que mientras fui sintiendo, como su lengua la fue introduciendo dentro de mi boca, al mismo tiempo introdujo una de sus manos bajo mi corta falda, y a los pocos segundos, ya podía sentir sus cálidos dedos dentro de mi vulva, acariciando mi clítoris.
Yo me pregunté a mi misma mentalmente, como si le estuviera hablando a él, ¿Pero no es suficiente, que te dejé agarrar y manosear mi coño? Pero cuando Efraín insistió nuevamente con su pregunta, e inmediata respuesta, por parte de él. La verdad es que no supe que hacer, hasta que lo vi a él mismo bajar la cremallera de su pantalón, y sacar su erecto pene entre sus dedos. No es que nunca hubiera visto, el miembro de mi novio, es más en infinidad de ocasiones, yo misma lo había masturbado.
Pero eso de pedirme de manera tan y tan directa, brusca y grosera, que le mamase su verga, nunca me había pasado. Yo torpemente comencé a masturbarlo, o como dicen vulgarmente comencé hacerle una paja. Yo estaba tan concentrada en mis pensamientos, que cuando nuevamente, y por tercera vez me volvió a preguntar y decir lo mismo, otra vez.
Permanecí callada, en completo silencio, viendo fijamente entre mis dedos, el colorado e inflamado glande de su verga, la que sujetando firmemente, con mi mano de manera rítmica subía, y bajaba con lentitud. De momento me di cuenta que comencé a sentir sobre mi nuca una ligera presión, producida por su mano. De manera suave, pero con la fuerza suficiente, fue llevando mi rostro hasta su aparato. Yo aun ofrecía una ligera resistencia, pero aun y así comencé abrir mi boca, y cerrar mis ojos. Cuando de momento lo único que se me ocurrió decirle, fue. Está bien yo te voy lo voy a mamar, pero quiero que tú también me mames mi coño.
No sé por qué pensé en decirle eso. Quizás con la esperanza de que se negase, y dar pie para entonces yo negarme también, a mamar su verga. Pero la cara de felicidad que puso Efraín, de inmediato me convenció, que aunque nunca me lo había pedido, deseaba intensamente también ponerse a mamar mi coño. Quizás el que mis padres me hubieran orientado tanto sobre el sexo, me hacía pensar que eso del sexo oral, era una cochinada, por lo que yo me resistía a tan siquiera pensar en eso. Pero en ese instante, no me quedó más remedio que continuar lo que había comenzado.
Algo que siempre le dije a mi novio, era que yo deseaba de manera ferviente, llegar virgen a mi noche de bodas. Y aunque nos besábamos, acariciábamos, y en ocasiones prácticamente de manera mutua nos auto satisfacíamos. Eso de mamar nunca lo habíamos contemplado, por lo que cuando, como les dije, que Efraín me escuchó decirle de manera clara, y precisa. Yo quiero que tú también me mames el coño. En su rostro dibujándose una expresión de felicidad, fue. Ok lo hacemos al mismo tiempo.
Nos encontrábamos en su habitación, recostados sobre su cama, él bajándose los pantalones, con la firme idea de quitárselos, al igual que el resto de su ropa, mientras que yo tímidamente, comencé a quitarme mis pantis, la que momentos antes, él me había bajado hasta mis tobillos. Por un corto rato, Efraín y yo nos volvimos a besar, él ya completamente desnudo, mientras que yo parcialmente vestida, con la mini falda completamente recogida sobre mí bajo vientre, mi blusa desabotonada, con mis tetas fuera del sostén.
Efraín se colocó sobre su cama, de rodillas, justo frente a mis pies, de manera firme pero delicada separó mis piernas, al tiempo que dirigía su rostro sobre mi coño. cuando comencé a sentir las caricias de sus cálidos dedos sobre los labios de mi vagina, al ir separando los vellos de mi coño, estuve a punto de pedirle que se detuviera. Que en lugar de mamarme el coño, me lo metiera. Pero la promesa que les hice a mis padres de llegar virgen, a mi noche de bodas resonaba en mi cabeza. Por lo que respirando profundamente, comencé a sentir sus labios y lengua entrando en contacto con mi vulva.
Era algo que en mi vida me había imaginado que pudiera sucederme, además que lo disfrutase tanto, Efraín continuó lamiendo y besando, y chupando todo mi coño, mientras que yo disfrutaba con mis piernas bien abiertas, del delicioso placer que mi novio me proporcionaba. Por mis mejillas corrían lágrimas pero de felicidad, jamás pensé que tal cosa me fuera hacer tan dichosa. Me preguntaba a mi misma, como era posible que yo hubiera llegado a pensar que eso era una porquería. Cuando en esos momentos me daba cuenta de que era todo lo contrario. Para mí, en esos instantes, era la cosa más linda, y bella que mi novio hiciera por mí.
Efraín continuó lamiendo, besando, chupando todo mi coño, y en especial mordisqueando divinamente mi clítoris, arrancándome profundos gemidos de placer, y total satisfacción. A medida que mi novio continuó haciéndome todo eso, de manera lenta fue moviendo su cuerpo, sobre el mío, hasta que de momento frente a mi cara me encontré frente a frente con su parada verga. La que en esos momentos, no dudé ni por un segundo en agarrarla firmemente con mi mano, y dirigirla dentro de mi boca.
Yo deseaba darle a mi novio el mismo, o un placer mayor, al que él me proporcionaba con su boca. Por lo que suave y lentamente comencé por lamer su colorado glande, cual si fuera un delicioso helado de fresa, mi lengua recorría todo su largo tallo, hasta que de lamer pasé a chupar, en algún momento sentí, una ligeras nauseas, pero pienso que se debió a que me tragué muy rápidamente la totalidad de su miembro, llegando hasta un poco más adentro de la campanilla. Pero controlé la corta y pequeña arcada que por mi voracidad yo misma me había provocado.
Así que mientras Efraín me continuaba mamando el coño divinamente, yo por mi parte le chupaba la totalidad de su miembro. En ocasiones, cuando él jugueteaba con sus dedos con mi clítoris, me había hecho disfrutar de profundos, e intensos orgasmos. De igual manera que yo en más de una ocasión, usando mis manos, lo había hecho venirse entre mis dedos.
Pero en esos momentos, la experiencia era única, el que Efraín me continuara haciendo todo lo que me hacía, es más una de sus manos la colocó bajo mis nalgas, y con sus dedos al tiempo que seguía mamándome el coño divinamente, comenzó a introducirlos dentro de mi apretado culito, lo que pienso yo me hizo estallar de placer en múltiples ocasiones.
En mi vida había disfrutado tanto, por lo que cuando él comenzó a venirse dentro de mi boca, y gran parte de mi garganta, yo había pensado en mantener su semen en mi boca y después votarlo. Pero apenas comencé a sentir que mi novio comenzó a venirse, en lugar de hacer lo que había pensado, sin dudarlo por un solo instante, gustosamente comencé a tragármelo.
Cuando finalmente yo terminé de chuparle hasta la última gotita de su leche, y tragármela, Efraín al darse cuenta de lo sucedido, me ha dado un enorme beso, y de no ser quizás por lo agotado que ambos nos encontrábamos, si me hubiera dicho en ese instante que me quería penetrar, sin presentar oposición alguna, gustosamente lo hubiera dejado, que me volara el himen.
Efraín y yo no perdíamos oportunidad de cada que se nos presentaba la ocasión de mantener sexo oral. En cierto momento, mi novio me comentó que a eso le llaman el 69. Casualmente fue en la misma ocasión que en medio de estar haciendo el 69, le pregunté si le gustaría darme por el culito, en varios momentos, yo había sentido como sus dedos penetraban mi esfínter, y la verdad es que tenía mucha curiosidad por saber cómo se sentía. Pero de eso les cuento otro día, que mi novio llegó, y quiero volver a ponerlo en práctica, mientras los dos leemos lo que he escrito.
SALI DECIDIDA A CONQUISTAR A MI PAPI Y CUMPLIR CON MIS DESEOS, LE TOQUE DOS VECES LA PUERTA E INMEDIATAMENTE ME CONTESTO PASA, PASA BEBITA QUE ESTA ABIERTA., ABRI LA PUERTA Y DI UN PASO; Y ME DETUVE, MI PAPI ME DERRITIO CON SU MIRADA DE DESEO Y YO LE CORRESPONDI EN FORMA PROVOCATIVA, MI PAPI ME DIJO, ACERCATE BEBITA QUE DESEAS A LO CUAL LE DIJE: SABES UNA COSA PAPI, COMO MI MAMI NO ESTA, YO ME SIENTO MUY SOLA Y QUERIA SABER SI PUEDO ACOMPAÑARTE Y DORMIR CONTIGO, A LO QUE ME RESPONDIO: OK BEBITA NO HAY PROBLEMA ACUESTATE A MI LADO.-
Relato erótico enviado por BEBITA WILKINSON el 15 de August de 2009 a las 10:41:01 - Relato porno leído 66441 veces
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